La élite económica
mundial evadió 17 billones de euros entre 2005 y 2010
Un informe de la Tax Justice Network
denuncia cómo los bancos privados favorecen la fuga de capitales a paraísos
fiscales. Algunos países en vías de desarrollo habrían podido pagar toda su
deuda externa con el dinero evadido de sus arcas en 30 años
La élite económica
mundial evadió 17 billones de euros entre 2005 y 2010
Un informe de la Tax Justice Network
denuncia cómo los bancos privados favorecen la fuga de capitales a paraísos
fiscales. Algunos países en vías de desarrollo habrían podido pagar toda su
deuda externa con el dinero evadido de sus arcas en 30 años
Stand de Goldman Sachs en Wall Street. /
REUTERS
Han pasado ya cuatro
años desde que Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y Barack Obama lanzaran desde la
cumbre del G20 en Londres --al menos de boquilla-- la que se suponía iba a ser
la madre de todas las batallas para acabar con los paraísos fiscales. El
informe El precio de los paraísos revisado publicado el pasado fin de semana
por la asociación británica Tax Justice Network pone a cada uno en su sitio.
Entre 2005 y 2010 la
élite económica mundial consiguió evadir al menos 16,7 billones de euros en
paraísos fiscales --25,6 según la estimación más pesimista--, lo que supera con
creces al Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU y Japón juntos.
El informe, difundido
por el dominical británico The Observer, y elaborado por el exdirector
económico de la consultora Mckinsey, James Henry, revela el modo en que al
menos esos 16,7 billones han conseguido escapar de todos los controles fiscales
nacionales y han ido a parar a países como Suiza o las Islas Caimán con la
ayuda de los bancos privados.
Petrodólares fugitivos
Según el documento,
los 10 bancos más importantes del mundo -entre los que se encuentran el UBS, el
Crédit Suisse y Goldman Sachs-, gestionaron sólo en 2010 unos 5 billones de
euros, casi tres veces más que hace cinco años (1,9 billones).
Según las
investigaciones de Henry --que cuenta con datos del Banco Mundial, las Naciones
Unidas, el Fondo Monetario Internacional y los bancos centrales-- uno de los
puntos más devastadores del informe es que en el caso de algunos países en vías
de desarrollo, todo el capital fugado desde los años setenta serviría para
cancelar por completo su deuda externa.
Se calcula que de
Rusia se han fugado en torno a 640.000 millones de euros desde los años
noventa Otro de los puntos llamativos
del estudio es el dedicado a los países productores de petróleo. Según Henry,
la élite que controla el negocio de los hidrocarburos se ha cuidado mucho en
los últimos años de hacer desaparecer su riqueza en cuentas de bancos con sede
en paraísos fiscales en lugar de invertirlos en sus respectivos países. En
Rusia, por ejemplo, se calcula han volado al menos 640.000 millones de euros
desde principios de los años noventa.
Arabia Saudí y Nigeria
serían otros ejemplos de petrodólares desaparecidos. Según el informe, desde
mediados de los setenta han desaparecido 252.000 millones de euros del primero
y 251.000 del segundo. "El problema es que los fondos de estos países los
maneja un pequeño grupo de individuos muy ricos, mientras que la deuda la pagan
los ciudadanos de a pie a través de sus gobiernos", subraya el informe.
Para la Tax Justices Network,
este tipo de transacciones financieras son un síntoma de que los estudios sobre
desigualdades económicas en determinados países no son nada fiables. Según sus
cálculos, 6,3 billones de esos capitales evadidos pertenecen a 92.000 personas,
lo que significa el 0,001% de la población mundial.
"Estas
estimaciones revelan que la desigualdad es mucho peor de lo que muestran las
estadísticas oficiales, pero los políticos siguen pensando en que pueden ir
transfiriendo por goteo la riqueza a la gente más pobre" explicó al diario
John Christensen.
"Las estimaciones
revelan que la desigualdad es mucho peor de lo que muestran las
estadísticas"La situación se vuelve también extremadamente injusta en los
países avanzados que con la crisis económica mundial han optado por reducir el
gasto público y recortar salvajemente la inversión en políticas sociales para
tratar de cuadrar las cuentas.
Segun el estudio, si
los gobiernos consiguieran tasar al 30% el 3% de rentabilidad al año que se
calcula que dan los casi 17 billones evadidos, obtendrían unos ingresos en
torno a los 155.000 millones, mucho más de lo que invierten los países ricos en
ayuda al desarrollo anualmente.
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