Confirmado: Tongo con Bankia
El Parlamento ha confirmado esta semana que era un tongo su presunto intento de esclarecer cómo estalló una de las bombas de relojería que más ha hecho explotar el paro y los desequilibrios de la economía española. Aunque atrajo al ruedo a importantes protagonistas del escándalo del funcionamiento de las cajas en España, especialmente las que forman Bankia, los grandes partidos, especialmente el PP, se limitaron a una faena de aliño con clandestinidad estival en perfecto y preocupante alejamiento de las exigencias de la opinión pública.
1. Elena Salgado. Como vicepresidenta económica en los dos últimos años clave del mandato de Zapatero, su primer testimonio tras siete meses de silencio tenía particular interés. No sólo no hizo autocrítica, sino que dijo con tranquilidad que hasta 2009 "no se detectó" que había entidades financieras en España con problemas de viabilidad. Para entonces ya llevaba meses en quiebra Lehman Brothers.
Presentó también a Rajoy como un mentiroso al aprovechar su intervención para desvelar una conversación el pasado diciembre en el que advirtió al gallego, según ella del desvío del déficit, aunque sin darle una cifra. Pero salió airosa, porque el PP, que había pedido su comparecencia, desertó prácticamente de la sala sin apenas diputados presentes ni aportó munición nueva para ponerla en aprietos.
Presentó también a Rajoy como un mentiroso al aprovechar su intervención para desvelar una conversación el pasado diciembre en el que advirtió al gallego, según ella del desvío del déficit, aunque sin darle una cifra. Pero salió airosa, porque el PP, que había pedido su comparecencia, desertó prácticamente de la sala sin apenas diputados presentes ni aportó munición nueva para ponerla en aprietos.
2. Miguel Angel Fernández Ordoñez. Mafo, el ex gobernador del Banco de España se había quejado el pasado junio de que el PP no le dejaba hablar en el Parlamento. Cuando ya le ha dejado, resulta que lo que tenía que decir es que prefería guardar silencio sobre la nacionalización de Bankia "para no meter ruido" y que en cuanto al resto de su gestión desde 2006 sostuvo que fue intentar arreglar lo estropeado por su antecesor y por los dos gobiernos deAznar y el primero de Zapatero -del que él mismo había formado parte- y que su labor se produjo en un entorno difícil.
Sobre todo, parece que para lo que quería comparecer era para sacudir a Rajoy y De Guindos por su gestión del sistema financiero sin hacerle caso a él. El Gobierno actual dispone a buen seguro de artillería contra Ordóñez que ha podido encontrar en sus armarios, pero no quiso lío y no pasó ni un documento ni un dato que permitiera al portavoz económico del PP; Vicente Martínez-Pujalte, poner contra las cuerdas al ex gobernador.
3. Rodrigo Rato. El ex vicepresidente del Gobierno demostró que no ha olvidado sus tablas parlamentarias. Compareció con aplomo pese a su caída en desgracia y se permitió denunciar un hecho grave sin que ninguno de los dos grandes partidos mostrara agresivo interés en esclarecerlo. Según el ex presidente de Bankia, él presentó al ministro Luis de Guindos un plan "mejor" y cuatro veces más barato para el contribuyente que el presentado por su sucesor José Ignacio Goirigolzarri. Lo que va de 6.000 millones a 24.000 millones. Qué menos que aclarar por respeto a los ciudadanos si Rato miente o si el Gobierno prevaricó rechazando un plan menos costoso a las arcas públicas. Si la diferencia es un puro criterio contable ¡cómo está la contabilidad bancaria!. El PP ni preguntó y el portavoz del PSOE, Valeriano Gómez, se centró en lograr con éxito que Rato reculara en un ataque inicial contra Mafo y en sacarle un trapo sucio que, si bien es llamativo, es de hace nueve años. Gómez desempolvó esta declaración de Rato cuando era ministro en 2003: "Las viviendas en estos momentos en este país están caras, pero esto no implica que estemos ante una burbuja que implique una corrección brusca de los precios." "Antes, el sector de la construcción, que hoy representa el 15% del PIB, generaba paro. Ahora es el motor de nuestra economía".
¿Qué respondió Rato? que él no iba a entrar en eso porque llevaría "una larga discusión". El formato de las comparecencias diseñado por el PP le permitía ese lujo y tampoco el PSOE se ha rasgado especialmente las vestiduras por ello. Se notó de hecho que el ex Gobierno del PSOE tampoco quiso hacer sangre con Rato y no preparó ninguna encerrona con la información que dispone de Bankia de los últimos años.
4. Narcís Serra y Julio Fernández Gayoso . Los ex presidentes de las nacionalizadas Catalunya Caixa y NovaGalicia coincidieron en resaltar que no tenían poderes ejecutivos o suficientes, incluido en las escandalosas indemnizaciones de sus entidades. El PSOE atacó a Gayoso y el PP más a Serra, pero, como todos los comparecientes, salieron casi sin despeinarse con un formato que les favorecía al no tener que responder a un interrogatorio, sino exponer reflexiones como si fueran ministros.
5. Conclusión. ,La resume bien en este caso el diputado de Izquierda PluralJoan Coscubiela, cuando lanzó este misil a Rato "¿Cómo es posible -y usted ya es la cuarta persona que comparece con la misma lógica- que habiéndolo hecho todo el mundo tan correctamente, estemos en una situación tan desastrosa y horrorosa?".Justo es reconocer que Coscubiela y los diputados de UPyD fueron, en general, los más agresivos con los comparecientes, pero lo que resplandeció fue un tongo como ha ocurrido durante años entre los dos grandes partidos. Y si no ¿qué les parece esta frase de Salgado sobre con qué celeridad gestionó desde el Gobierno la despolitización de las cajas que reclamaban todos los organismos internacionales?: "El Grupo Parlamentario Popular nos pidió un gradualismo en la sustitución de los consejeros de las cajas de ahorros y nos pareció razonable hacerlo".
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