Eme soy

miércoles, 27 de abril de 2011

Il generale Della Rovere






Basada en un hecho real, cuenta la historia de un vividor y jugador que es encarcelado por los nazis bajo la falsa identidad de el "general de la Rovere", un héroe de la resistencia partisana, que en realidad ha muerto.
El hombre, temiendo por su vida, sigue su cautiverio bajo esta identidad. Un día llega una carta de su supuesta mujer, la condesa de la Rovere, donde le dice lo orgullosa que está de él y lo que le quiere. A partir de aquí él desarrollará más su mentira, metiéndose del todo en la piel del héroe.

Con El General de la Rovere, Rossellini, tras algunas series televisivas, regresó a sus ancentros, al neorrealismo y a la resistencia contra la Gestapo.

Magnífica película, con un De Sica pletórico.

El maestro italiano Roberto Rossellini volvió a poner el dedo en la llaga de un tema difícil, él nunca fue partidario de las películas fáciles y de pasar el rato, pues siempre tocaba temas delicados y duros. Esta vez, como en su primera (y genial) película “Roma, ciudad abierta”, trata el tema de Italia invadida por los alemanes y la relación de estos con los transalpinos, partidarios de ellos o no. Un ex militar italiano metido en toda clase de timos y estafas, Vittorio Bardote (Vittorio De Sica), dice encargarse de la defensa de italianos condenados a muerte o a la deportación a Alemania, a cambio de sumas de dinero. Cuando un día se descubren sus estafas, es detenido y llevado a prisión. Un militar alemán con el cual trabó amistad, el coronel Mueller (Hannes Messemer), recurre a él para encargarle una misión: descubrir en la cárcel quién es el líder de la Resistencia italiana haciéndose pasar por el general Della Rovere, líder partisano muerto en una emboscada con los alemanes. La redención, la traición, la lealtad, la honestidad… temas tan profundos y universales tratados de manera ejemplar por el maestro italiano en una de sus últimas películas para el cine, antes de retirarse del medio en 1964 y dedicarse a la televisión y los documentales.

No son los de guerra tiempos propicios para que se impongan los valores morales. Son, por contra, tiempos en los que la lógica queda a un lado

Para El general de la Rovere, realizada cuatro décadas antes que Las dos torres, Rossellini no sólo pensó en esto, sino que consiguió llegar a reconstruir el concepto de “bien”, en el sentido platónico (o socrático, ya que son coincidentes) del término. La secuencia de la muerte del verdadero General no puede ser menos grandilocuente: es tiroteado como un vulgar ratero, y Rossellini no se detiene en este hecho. Sin embargo, la inmolación del protagonista, que ha suplantado la personalidad del general, le convierte en la auténtica imagen del heroísmo. Sin fanfarrias, tampoco, y también sin ejemplaridad intachable.

La inversión de los papeles resulta, en última instancia, completa: el héroe muere de modo anónimo, y el ser anónimo como un héroe, a nuestros ojos.
Su excelente realización (planos de duración exacta, magnífico uso del “travelling óptico” desarrollado por el propio Rossellini), su portentosa dirección de actores (con un De Sica inconmensurable: ese gesto de jugador que tira las cartas, derrotado, a la luz de una linterna, es uno de los detalles más impresionantes del film: de los que transforman una buena película en una obra magistral, y que abundan en el territorio Rossellini), su ritmo imparable, su delicadeza, su moralidad (véase cómo filma las ejecuciones, por ejemplo), su profundo respeto por el ser humano... incluso su relación con posteriores obras de la importancia de La evasión (Le trou, 1960. Jacques Becker) o El verdugo -1963- (algún plano de la prisión se parece bastante al que cierra la película de Luis García Berlanga).
Roberto Rossellini marcó con sus películas toda una etapa del cine italiano y, por ende, del cine mundial. Contribuyó decisivamente a la definición de una nueva forma de expresión, un nuevo género que denunciaba la miseria de los pueblos vencidos, pero también el patetismo de los vencedores, en la Segunda Guerra Mundial: el Neorrealismo, uno de los más importantes movimientos artísticos del siglo XX. “El general de la Rovere” fue una de sus más famosas películas, realizada poco antes de decidir transitar cada vez menos por el cine y más por la televisión, a la que Rossellini, adelantado a su tiempo, concedía un poder de persuasión sin límite.

Vittorio de Sica, en una interpretación irreemplazable, da vida al personaje más entrañable de toda su carrera. Al principio, te sacude el desprecio por aquel personaje que estafa y extorsiona, mercadeando con la necesidad de los desfavorecidos. Tal es su cobardía que te apiadas de él cuando los acontecimientos se vuelven en su contra. Pero el final, sublime acierto, es el momento más revelador. La máxima muestra de nuestra humanidad, de nuestra dualidad defectuosa, heróica y villana, pero, por eso mismo, trascendental.



prox 38-El general de la Rovere (R.Rossellini)


 
 
 
 
 
26 de Abril 2011,  en tu sintonía de radiópolis a las 22:00 horas.
 
http://www.radiopolis.org/escuchanos.html   para escucharlo en directo pincha el enlace

http://www.ivoox.com/conversacines38-el-general-rovere-rossellini_md_631779_1.mp3                         en invoox pincha el enlace

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