Eme soy

viernes, 29 de abril de 2011

A tu vera - El embrujo del cantautor - Amancio Prada



Amancio Prada

Nació en Dehesas, un municipio de Ponferrada, el 3 de febrero de 1949.

Cursó estudios de sociología en la Universidad de la Sorbona (París), donde también tomó clases de armonía, composición y guitarra.

Su presentación en París tuvo lugar durante el mes de diciembre de 1972 junto a Georges Brassens. Allí mismo, en Francia, se dio a conocer apareciendo en la televisión y en las radios francesas, e incluso grabó su primer álbum, Vida e morte. A partir de ese momento comenzó una larga etapa de producción de álbum, con numerosas actuaciones por todo el mundo. Regresó a España en 1975.

Ha participado en un gran número de festivales internacionales como el Festival de Música Antigua de Saintes, el Festival de Música Sacra de Maastricht o el Festival de Ravenna, entre muchos otros.






En su música, de raíces en gran parte populares, tienen cabida composiciones enteramente propias y canciones basadas en textos de los más diversos poetas antiguos y modernos, entre los que cabe citar, por su reiteración, a Rosalía de Castro, Federico García Lorca, Agustín García Calvo y Chicho Sánchez Ferlosio.


Mención aparte merece su celebrada versión para voz, guitarra, violín y violoncello del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, que ha merecido varias reediciones y el acuerdo unánime de la crítica.


En su obra aparecen recurrentemente temas en gallego, su lengua familiar, hablada en la región de la que procede, El Bierzo. Al principio de su carrera como cantautor algunos medios de comunicación de León, como el Diario de León, le atacaron duramente por cantar en gallego, produciéndose una fuerte polémica.

Su trayectoria profesional ha merecido diversas distinciones entre las que cabe destacar la Medalla IV Centenario de San Juan de la Cruz, en 1991, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, en 2001, en 2006 el Premio Xarmenta por su defensa de la lengua gallega de El Bierzo y en 2010 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.


http://www.amancioprada.com/

miércoles, 27 de abril de 2011

Glorioso Mester 2 y 3 OCT 2010 AVILA JERTE MONFRAGÜE PLASENCIA.wmv



de GloriosoMester fecha de creación: 21/02/2011    

  

Viaje Promocional Glorioso Mester días 2 y 3 de Octubre de 2010.


Viaje circular destino-origen Madrid, visitando Ávila, Pto. tornavacas, Valle del Gerte, Monfragüe, Plasencia, Jarandilla de la Vera

• Este vídeo fue el que proyectamos en la Cena de Gala Anual del Glorioso Mester el pasado 20 Noviembre de 2010 antes de la entrega de Premios Gloriosos 2010

!A disfrutarlo los asistentes! Que les traerá buenos recuerdos.


El 20 de Noviembre de 2010 el único Premio Glorioso que se entregó fue a Ismael Martín, guia de Turismo de Plasencia.

Fue el mejor guía hasta entonces que descubrimos; el cual nos supo transmitir desde los acontecimientos históricos a la realidad de hogaño.
 Un técnico en arte , historia y turismo.

Felicidades Ismael   

Il generale Della Rovere






Basada en un hecho real, cuenta la historia de un vividor y jugador que es encarcelado por los nazis bajo la falsa identidad de el "general de la Rovere", un héroe de la resistencia partisana, que en realidad ha muerto.
El hombre, temiendo por su vida, sigue su cautiverio bajo esta identidad. Un día llega una carta de su supuesta mujer, la condesa de la Rovere, donde le dice lo orgullosa que está de él y lo que le quiere. A partir de aquí él desarrollará más su mentira, metiéndose del todo en la piel del héroe.

Con El General de la Rovere, Rossellini, tras algunas series televisivas, regresó a sus ancentros, al neorrealismo y a la resistencia contra la Gestapo.

Magnífica película, con un De Sica pletórico.

El maestro italiano Roberto Rossellini volvió a poner el dedo en la llaga de un tema difícil, él nunca fue partidario de las películas fáciles y de pasar el rato, pues siempre tocaba temas delicados y duros. Esta vez, como en su primera (y genial) película “Roma, ciudad abierta”, trata el tema de Italia invadida por los alemanes y la relación de estos con los transalpinos, partidarios de ellos o no. Un ex militar italiano metido en toda clase de timos y estafas, Vittorio Bardote (Vittorio De Sica), dice encargarse de la defensa de italianos condenados a muerte o a la deportación a Alemania, a cambio de sumas de dinero. Cuando un día se descubren sus estafas, es detenido y llevado a prisión. Un militar alemán con el cual trabó amistad, el coronel Mueller (Hannes Messemer), recurre a él para encargarle una misión: descubrir en la cárcel quién es el líder de la Resistencia italiana haciéndose pasar por el general Della Rovere, líder partisano muerto en una emboscada con los alemanes. La redención, la traición, la lealtad, la honestidad… temas tan profundos y universales tratados de manera ejemplar por el maestro italiano en una de sus últimas películas para el cine, antes de retirarse del medio en 1964 y dedicarse a la televisión y los documentales.

No son los de guerra tiempos propicios para que se impongan los valores morales. Son, por contra, tiempos en los que la lógica queda a un lado

Para El general de la Rovere, realizada cuatro décadas antes que Las dos torres, Rossellini no sólo pensó en esto, sino que consiguió llegar a reconstruir el concepto de “bien”, en el sentido platónico (o socrático, ya que son coincidentes) del término. La secuencia de la muerte del verdadero General no puede ser menos grandilocuente: es tiroteado como un vulgar ratero, y Rossellini no se detiene en este hecho. Sin embargo, la inmolación del protagonista, que ha suplantado la personalidad del general, le convierte en la auténtica imagen del heroísmo. Sin fanfarrias, tampoco, y también sin ejemplaridad intachable.

La inversión de los papeles resulta, en última instancia, completa: el héroe muere de modo anónimo, y el ser anónimo como un héroe, a nuestros ojos.
Su excelente realización (planos de duración exacta, magnífico uso del “travelling óptico” desarrollado por el propio Rossellini), su portentosa dirección de actores (con un De Sica inconmensurable: ese gesto de jugador que tira las cartas, derrotado, a la luz de una linterna, es uno de los detalles más impresionantes del film: de los que transforman una buena película en una obra magistral, y que abundan en el territorio Rossellini), su ritmo imparable, su delicadeza, su moralidad (véase cómo filma las ejecuciones, por ejemplo), su profundo respeto por el ser humano... incluso su relación con posteriores obras de la importancia de La evasión (Le trou, 1960. Jacques Becker) o El verdugo -1963- (algún plano de la prisión se parece bastante al que cierra la película de Luis García Berlanga).
Roberto Rossellini marcó con sus películas toda una etapa del cine italiano y, por ende, del cine mundial. Contribuyó decisivamente a la definición de una nueva forma de expresión, un nuevo género que denunciaba la miseria de los pueblos vencidos, pero también el patetismo de los vencedores, en la Segunda Guerra Mundial: el Neorrealismo, uno de los más importantes movimientos artísticos del siglo XX. “El general de la Rovere” fue una de sus más famosas películas, realizada poco antes de decidir transitar cada vez menos por el cine y más por la televisión, a la que Rossellini, adelantado a su tiempo, concedía un poder de persuasión sin límite.

Vittorio de Sica, en una interpretación irreemplazable, da vida al personaje más entrañable de toda su carrera. Al principio, te sacude el desprecio por aquel personaje que estafa y extorsiona, mercadeando con la necesidad de los desfavorecidos. Tal es su cobardía que te apiadas de él cuando los acontecimientos se vuelven en su contra. Pero el final, sublime acierto, es el momento más revelador. La máxima muestra de nuestra humanidad, de nuestra dualidad defectuosa, heróica y villana, pero, por eso mismo, trascendental.



prox 38-El general de la Rovere (R.Rossellini)


 
 
 
 
 
26 de Abril 2011,  en tu sintonía de radiópolis a las 22:00 horas.
 
http://www.radiopolis.org/escuchanos.html   para escucharlo en directo pincha el enlace

http://www.ivoox.com/conversacines38-el-general-rovere-rossellini_md_631779_1.mp3                         en invoox pincha el enlace

lunes, 11 de abril de 2011

Elisabeth Taylor y Paul Newman (insoportablemente bella)



Cuando el cabeza de familia, interpretado por Burl Ives, anuncia que le han diagnosticado un cáncer incurable, sus dos hijos reaccionan de distinta manera. El retrato que hace el gran dramaturgo Tennessee Williams en torno a una familia dominada por la codicia, la envidia y el sexo es tan sobrio como crudo. La película fue merecedora de siete nominaciones a los Oscar en 1958, entre ellos el de mejor actor a Paul Newman, que aunque estaba recién llegado al cine, siguiendo la estela de Marlon Brando, en seguida obtuvo éxito y prestigio. La pareja Taylor-Newman aporta unas calculadas dosis de morbo en esta incursión por las bajas pasiones humanas.




La obra favorita de Tennessee Williams, de la que decía es "la que está más próxima de ser a un tiempo una obra de arte y una muestra de oficio". De nuevo, se sumerge en la psicología de personajes desgarrados interiormente: Brick Pollitt, un ex jugador de fútbol americano, adicto al alcohol, y frío con su mujer, Maggie, desesperadamente enamorada de él, y hecha fosfatina por la indiferencia de su amado. El 65 cumpleaños del patriarca de la familia es la ocasión que desean aprovechar el hermano mayor, Gooper, y su mujer, para ir preparando la sucesión y controlar el patrimonio familiar.

Cuando LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC comienza, Maggie (ELIZABETH TAYLOR) dice que se siente como una gata sobre un tejado de zinc caliente: esperando que su marido, antiguo jugador de fútbol americano, abra alguna vez el caparazón de oscuro resentimiento en que está encerrado....... Pero él solo pide ayuda a una botella de whiksy siempre en su mano, emprendiendo así su gran evasión, su huida de todo: del trabajo, de los problemas reales, de sí mismo, y hasta de los brazos de su mujer. Es verano, y la gata no lo soporta más, Maggie se vuelve felina, tierna, astuta, apasionada, hiriente, entre el vaho tórrido del verano en Mississipi, y un esposo que no deja de sentirse responsable de la destrucción de un ídolo, del querido amigo de la universidad, compañero de juegos, compañero de intimidades, razón de que florezca su dormida homosexualidad y cuya muerte achaca a su mujer y a sí mismo. En el film, el caso de ambos hombres está presentado como un caso de inmadurez, de pérdida del compañero con el cual había construido un mundo irreal de mutua admiración y devoción. En el teatro, realidad absoluta de la imaginación de un maestro Tennessee Williamss, por el que han pasado los mejores melodramas del siglo XX, y un enorme conocedor del alma femenina, entre sus trazos se mastica claramente la verdad de la relación entre los dos hombres, que no es otra que un profundo amor entre ambos, arañado por las afiladas uñas de una gata sobre un tejado caliente de zinc....

Tennessee nunca estuvo de acuerdo totalmente con el resultado final del film, por una parte siempre quiso para el papel femenino a Vivien Leigh y por otro el guión (según sus memorias), oculta el verdadero origen de la destrucción del personaje interpretado por Newman.

Richard Brooks realizó un film esquemático, cuya sobriedad lo hace meritorio desde el punto de vista cinematográfico, valorándose como pieza única, sin necesidad de evadirse a nuevos escenarios para disimular el carácter teatral de la obra. Brooks logró darle un ritmo de cine a una acción que transcurre entre una sala y una alcoba y lógicamente, el diálogo ocupa un puesto central. Contó con los mejores:

PAUL NEWMAN omite las contradicciones corporales del Actor's Studio y desempeña, bajo mi punto de vista, el mejor papel de su carrera.

BURL IVES, se resigna a ser un patriarca rural, de difícil condición

MADELEINE SHERWOOD, como esposa del hermano de Brick, está espléndida, con sus cinco hijos, esos pequeños monstruos sin nunca, verdaderamente repulsivos......

Todos espléndidos, magistrales, sincronizadas marionetas al ritmo del director, bajo la mirada felina, calurosa y caótica en una contenida interpretación de mi inolvidable CLEOPATRA, en uno de sus mejores papeles.

Muchas actrices fueron candidatas para interpretar el papel de Maggie:

LANA TURNER
VIVIEN LEIGH
GRACE KELLY
SUSAN HAYWARD

Tal vez hubieran dado mas calor o mas credibilidad en sus diferentes formas de interpretar, sobre todo en el caso de mi amada Vivien Leigh.....Siempre existirán nombres que atesoren ese gran papel del dramaturgo Tennessee Williams con enorme talento, pero permitirme deciros que, Elizabeth Taylor fué una caliente y perfecta gata, su sudor fué nuestra angustia, y sus ojos nos dejaron entrar en el interior de ESA Cleopatra preferida, profanando la visión de una violación anunciada.....Maggie es la propia Elizabeth, y ambas son una en éste tremendo drama sobre el sentimiento mas antiguo del mundo.

El personaje de Brick navega entre el recuerdo y la nostalgia por ese amigo-amante perdido, entre el dolor, la culpabilidad, la nada y la memoria, y sigue construyendo su falsa vida al lado de una esposa, ansiosa de darle un hijo, ansiosa de sentirle dentro, al tiempo que grita su pasión con música sureña. Brick es el hombre, pero no ejerce como tal, Brick es el amante y en su imaginación siempre el amigo desaparecido, culpando a Maggie, hundiéndose en el alcohol, recordando su amor, aferrado al recuerdo, admitiendo su tendencia y olvidando su entorno. Esto es sin duda lo que Richard Brooks quiso dejar pasar por alto en el film y que el autor clava en sus textos........Realmente es una pena, siento enormemente que la pantalla no supiera desplegar este personaje, por otra parte magníficamente interpretado por un impecable Newman, y darnos la historia tal y como salió de las manos de Tennessee Williams.......

Pero aunque es triste, el cine a veces tiene razones que la razón no entiende.
Cuando los estudios MGM se decidieron y finalmente contrataron a Elizabeth Taylor, la eligieron por su matrimonio con Mike Todd y con la intención de convertirla en la sustituta de una hermética Grace Kelly. La muerte en 1958 de Todd en un accidente de avión y el escándalo que se desencadenó sobre Liz cuando le arrebató el marido a su mejor amiga (Debbie Reynolds), unido al monumental proyecto de llevar al cine el film CLEOPATRA, convirtieron a Maggie-Elizabeth en la protagonista perfecta, en el nombre que mas posibilidades tenía entre las otras actrices que he mencionado y se hizo con el papel, bordando en la pantalla de nuestros sueños, la hermosa inglesa de ojos intensamente violetas y uno de los rostros mas perfectos de cuantos pasaron por la meca del cine……. Elizabeth era la gata sureña sudorosa, eróticamente irresistible, y la actriz de mayor escándalo de aquel Hollywood de 1958.........

En los estudios de MGM se encontraron con las nuevas demandas salariales del agente de Elizabeth Taylor,( medio millón de dólares y un 10% de la recaudación). Su primera película bajo estas condiciones fue LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC..., en cuyo póster aparecía más sensual que nunca, en inmaculada combinación de seda y voluptuosamente esperando a su marido en una cama intacta. El film tuvo tal éxito que entró a ser considerada primer nombre en las listas de las «actrices taquilleras». No ocurrió lo mismo con su relación con el resto del equipo del film..... El actor Paul Newman, siempre considerado un caballero en lo referente a sus comentarios sobre sus compañeras de rodaje, dijo en una ocasión:

"Maggie provoca a Brick un constante sudor y aliento putrefacto, comprendo ahora mejor el personaje al cabo del tiempo....Liz nos hizo verlo así, pero con un leve toque de perfume francés"-

Palabras de un caballero.....si omitimos leer entre lineas.

Aunque Tennessee Williams mantuvo sus reservas hacia las variaciones significativas del guión al gusto de Hollywood y durante años repudió el film, comentó en sus memorias, lo mucho que le complació la magnifica interpretación que del personaje de Brick hace Paul Newman, de hecho, Williams reconocido homosexual, tenía dos columnas en las cuales basaba sus personajes masculinos, eran su motor sensorial y sueño, me refiero claramente, y está dicho por el propio dramaturgo:

Marlon Brando y Paul Newman.

"Nunca tendré el orgasmo perfecto sin sentir el olor a sudor de Brando en El tranvía llamado deseo, o penetrándome Newman cuando mira fijamente a Maggie al final de La gata....Es como si los tres nos meciéramos al compás de una melodía sureña, bajo los ojos inocentes de Baby Doll"

(Tennessee Williams a la revista MODERN SCREEN)

La intensidad dramática que aporta el director Richard Brooks, un experto en adaptaciones literarias, está en su tono justo. Y aunque no agradó al dramaturgo, logró 6 nominaciones al Oscar, incluida la de mejor film. Para Elizabeth Taylor fue un rodaje duro, por la muerte de su marido, Mike Todd, en accidente aéreo. Un mes más tarde, la actriz se reincorporaba al trabajo, con nuevos e inusitados bríos. Y se benefició de la simpatía del equipo por la desgracia.

Dos años después Brooks llevaría al cine otra obra de Williams, Dulce pájaro de juventud, aunque algunas de sus mejores películas posteriores las entrega ya avanzados los años 60, como Lord Jim, A sangre fría (1967) y El fuego y la palabra.


Prox 37 - La gata sobre el tejado de zinc


 
 
 
 
 
Martes 12 de Abril
http://www.radiopolis.org/escuchanos.html

domingo, 10 de abril de 2011

Sidney Lumet - Asesinato en el Orient Express





Se nos ha ido uno de los realizadores norteamericanos más respetados, y de mayor reconocimiento dentro y fuera de su país, del último medio siglo, el que durante un tiempo parecía incombustible e inasequible al desaliento, el oriundo de Filadelfia, Pensilvania, Sidney Lumet, pero que llevó sus películas a los festivales de todo el mundo, y que fue, hasta 2005, con su premio honorífico, uno de esos cineastas míticos sin Oscar. Con su muerte, desaparece quizás el máximo representante del cine más contestatario y subversivo que naciera en Estados Unidos a finales de los años cincuenta y, sobre todo, en la década de los sesenta, que tantas cosas cambió en el panorama del cine norteamericano a nivel de industria, a nivel temático y, principalmente, a nivel formal. Lumet ha sido uno de los padres del moderno cine negro y social, pero también más cosas: un magnífico profesional, un director todoterreno, un superviviente, un narrador sobrio y potente.
Entre el casi medio centenar de obras que conforman su trayectoria hay sitio para prácticamente de todo, pero lo que los aficionados y estudiosos al cine más recordarán, como no puede ser de otra manera, es el puñadito de obras magistrales, o muy notables, que parió, en las cuales se refleja toda la violencia, la injusticia endémica, la rabia y la marginalidad de una sociedad que Lumet observó y diseccionó con lucidez de cronista superdotado y con paciencia de entomólogo. Pero cuando las cosas no le fueron demasiado bien, se amoldó a las exigencias del mercado, se plegó a los encargos de estudios y ejecutivos con mucho menos talento que él, y dirigió películas menores pero muy dignas, a las que supo aportar su profesionalidad a prueba de bombas, gracias a un amor por el cine que le ha mantenido, pese a sus lógicos altibajos, entre los directores más interesantes de su país durante muchas décadas. Ahora que ha muerto solo nos queda darles las gracias, como a tantos otros directores, por todo aquello que nos ha legado.

Hijo de un actor judeo-polaco y de una bailarina, nacía Lumet en Filadelfia un 25 de junio de 1924. Primero se labró un nombre como actor teatral, pero pronto pasó a demostrar su talento como director de escena, para pasar a la televisión y dirigir, durante la década de los 50, innumerables capítulos televisivos de varias series. Pero él lo que quería era triunfar en el cine, y no pudo debutar de manera más brillante, en el año 1957, con la muy recordada, y realmente notable, ‘12 hombres sin piedad’
 (‘12 Angry Men’), en la cual cristalizaba todo lo aprendido en sus años televisivos (inmediatez, ritmo con los actores, veracidad), con su época teatral, ya que se trata de un relato tan concentrado en el tiempo y en el espacio. Este debut le valió no pocos elogios de la crítica y el público, totalmente merecidos, también su primera nominación al Oscar como director (entre varias nominaciones, de las que no materializó ninguna), y sobre todo el Oso de Oro en el Festival Internacional de cine de Berlín, por lo que estamos hablando de un triunfo en toda regla.

Pero por supuesto, y como es lógico, su carrera posterior no brilló siempre con la misma intensidad, sobre todo si tenemos en cuenta que Lumet conoció la crisis estética de los años sesenta, la nueva y arrolladora ola de directores de los setenta, y el desplome de los viejos estudios en los ochenta. Que a pesar de todo, y sin conocer nunca grandiosos éxitos de taquilla, haya mantenido una carrera fluida, es toda una hazaña. Entre películas alimenticias y poco destacables aún pudo realizar en los sesenta dos películas tan interesantes como ‘El prestamista’
 (‘The Pawnbroker’, 1964), con un sensacional Rod Steiger, y la brutal ‘La colina’
(‘The Hill’, 1965), con un repartazo liderado por Sean Connery y que confirmaban a un gran director de actores y a un narrador duro y eficaz, que salía con vida de empresas a menudo bastante peliagudas, como ‘Supergolpe en Manhattan’
 (‘The Anderson Tapes’, 1971), de nuevo con Connery, o ‘Perversión en las aulas’ (‘Child’s Play’, 1972).
Pero sin duda los setenta fueron fructíferos para él porque pudo presentar tres películas imperecederas que no sólo no envejecen, sino que hacen palidecer a copias (más o menos confesas) mucho más modernas y mucho más mediocres. Hablo, claro, del díptico con el mejor Al Pacino, formado por ‘Serpico’

(id, 1973) y ‘Tarde de perros’ (‘Dog Day Afternoon’, 1975),
 
 y del magistral ‘Network, un mundo implacable’ (‘Network’, 1976).
Con ellas llegaba quizá más lejos que nunca en su autopsia de los bajos fondos de su país y de los medios de comunicación (a su modo, unos bajos fondos con traje de chaqueta) que muchas veces se valían de esos bajos fondos para ganar dinero. Todo esto sin olvidar la preciosa ‘Asesinato en el Orient Express’ (‘Murder on the Orient Express’, 1974) o la violentísima, y hoy un tanto olvidada, ‘La ofensa’ (‘The Offence’, 1972).

Durante los ochenta y noventa los buenos títulos, los grandes, escasearon, pero Lumet supo demostrar su oficio y su elegancia en más de una docena de películas, entre las que quizá destacan ‘El príncipe de la ciudad’ (‘Prince of the city’, 1981),
‘Veredicto final’ (‘The Verdict’, 1982), otra gran película judicial,
 y ‘La noche cae sobre Manhattan’ (‘Night Falls on Manhattan’, 1996).
 En sus últimos años, volvió a los juicios con la interesante ‘Declaradme culpable’ (‘Find me Guilty’, 2006), en la que destacaba ese buen actor que es Vin Diesel, y al policiaco con la notable ‘Antes que el diablo sepa que has muerto’ (‘Before the Devil Knows You’re Dead’, 2007), que cierra de manera brillante una larga y apasionante filmografía, en la que hasta los títulos pequeños merecen verse porque no solía aburrir ni dejar indiferente.



Hasta siempre, maestro.

martes, 5 de abril de 2011

MUJERES, MUJERES, MUJERES ..................




Por  Apuleyo Soto Pajáres  - de Glorioso Mester

                                                                                                              http://www.gloriosomester.com/

Están en todas partes , se significan en todos los ámbitos la medicina, la enseñanza, el periodismo, el artisteo, la diplomacia, la política, la empresa, la abogacia. La literatura, ¡el ejercito!. Y sin olvidar su presencia en la casa donde son la autentica mano hacendosa y “cabeza de familia”, amas y damas del hogar



¿Podrá quejarse? No se quejan . Y se han ganado a pulso su sitio, con tesón, con estudio continuo frente al sueño y la fatiga, a contracorriente, a contra viento y marea de la sociedad y contra lo que se consideraba imposible e inusual. Saltaron la barrera. Dejarles paso, que honran a la especie, además de engendrarla y propagarla y educarla. Nada las detiene, Nada las detiene, nadie las domina, pocos las superan.



Leed las noticias. Cinco academicas de la Lengua , en un cóto prácticamente cerrado para ellas …., hasta ahora Ana María Matute, Carmen Iglesias, Soledad Puértolas, Margarita Salas e Inés Fernández Ordoñez , tres novísimas y reales cronistas de Madrid, otro campo vedado: la citada Carmen Iglesias ( El mundo) , Ruth Toledano (El País) y Mayte Alcaraz (El ABC) ; decenas de novelistas , cientificas, historiadoras y enyasistas en la lista de los libros mas vendidos ; Maria Dueñas; Julia Navarro , Pilar Eyre, Pilar Urbano, Isabel Durán, Isabel San Sebastián , Espido, Freire … (Añadir, lectores, los nombres que la memoria agradecida os asalte la mente. No os faltaran preferencias) , los móviles , la televisión y lo hacen pasito a pasito , en pacífica armonia con el hombre , sin altaneria de guerra de sexos , dando su callada puntual por respuesta, la más sabía. Y han logrado conciliar, aunque quizás todavía les falta un poco, lo laboral sistemático con lo familiar sentimental, arduo problema.


Las mujeres de nuestra vida son el crisol y la placenta , la tierra y el cielo juntos las buenas formas y la generosa voluntad creciente. ¿ Cómo han podido estar semiocultas en el gineceo e infravaloradas durante siglos, cuando su luz hace resplandor a la humanidad ?

Gloriosa Gaceta Abril-11.pdf

sábado, 2 de abril de 2011

ISABEL GUERRA "Niñas Isabel ".mpg

ISABEL GUERRA "Pintora de la luz"

Heroínas y grandes



La historia del arte occidental abunda en imágenes de mujeres seductoras, complacientes, sumisas, vencidas, esclavizadas. Pero el objeto de nuestra exposición son las figuras de mujeres fuertes: activas, independientes, desafiantes, inspiradas, creadoras, dominadoras, triunfantes. O bien, para usar una palabra clave de la agenda feminista en las últimas décadas: esta exposición se interesa por aquellas imágenes que pueden ser fuentes de “empoderamiento” (empowerment) para las propias mujeres.

Los inventarios de heroínas tienen una larga historia, desde los primeros catálogos de mujeres célebres de Hesíodo y Homero, donde ellas sólo figuraban como accesorio de los varones: a título de madres e hijas, esposas o amantes de los héroes. El primer compendio de mujeres ilustres por sus propios méritos fue el De claris mulieribus de Boccaccio, que seguía la huella del De viris illustribus de Petrarca. Inspirada por el texto de Boccaccio, pero decidida al mismo tiempo a corregir su punto de vista, Christine de Pizan, escribió en 1405 la primera defensa de las mujeres escrita por una mujer: Le Livre de la cité des dames. Si se permite el anacronismo, Christine de Pizan fue la primera feminista porque atribuyó la desventaja de la mujer, no a la naturaleza, sino a la costumbre. Su texto inauguró una larga Querelle des Femmes que ha durado siete siglos y todavía sigue abierta.

Nuestra exposición es también una especie de “ciudad de las mujeres” centrada especialmente en el ciclo de la modernidad, desde el siglo XIX hasta la actualidad. Siguiendo un orden, no cronológico, sino temático, explora los escenarios y las vocaciones de las heroínas: la iconografía de la soledad, el trabajo, la embriaguez, el deporte, la guerra, la magia, la religión, la lectura y la pintura. En cada capítulo de la exposición se yuxtaponen obras de distintas épocas, lenguajes y medios artísticos para provocar una reflexión sobre lo que cambia y lo que permanece a través de esas diferencias. Y en cada capítulo, una o varias voces de mujeres artistas, sobre todo contemporáneas, responden a las imágenes creadas por sus colegas varones.
En la primera parte de la exposición, en el Museo Thyssen-Bornemisza, domina el poder físico de las heroínas, la segunda parte, en las salas de la Fundación Caja Madrid, explora los poderes espírítuales.

Heroínas | Museo Thyssen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid

Heroínas Museo Thyssen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid