Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1954, Ernest Hemingway fue uno de los grandes novelistas del siglo XX. Y un enamorado de España, país que visitó en varias ocasiones: le fascinaban los toros y los encierros de Pamplona, en los que participó con entusiasmo.
Hemingway nació en Oak Park (Illinois) el 21 de julio de 1899. Heredó de su padre la afición por la caza y la pesca, actividades que empezó a cultivar desde niño en la casa campestre que su familia tenía junto a un lago de Michigan. Estudiante mediocre, solo destacó en la asignatura de Lengua.
Empezó a ejercer como reportero en el Kansas City Star antes de marchar a Europa para trabajar como conductor de ambulancias en la Primera Guerra Mundial (un defecto ocular le impidió ir a combatir, como deseaba). El joven Ernest fue herido gravemente en las piernas en Italia, por lo que hubo de estar hospitalizado antes de su retorno a EE.UU. en 1919.
Tras contraer matrimonio, en 1922 volvió a Europa para establecerse en París, donde trabó contacto con la vanguardia literaria de la época (entre ellos, los literatos de la llamada 'Generación perdida'). En su etapa parisina debutó como escritor con Tres relatos y diez poemas (1923) y En nuestro tiempo (1924).
La fama le llega con 'Fiesta'
A mediados de los años 20 conoció España. La novela que le dio la fama, Fiesta (1926), narra la historia de un grupo de estadounidenses y británicos que vagan sin rumbo por Francia y España.
En 1929 publicó su segunda novela importante, Adiós a las armas, conmovedora historia de un amor entre un oficial estadounidense del servicio de ambulancias y una enfermera inglesa que se desarrolla en Italia durante la Primera Guerra Mundial (el componente autobiográfico es evidente). Siguieron Muerte en la tarde (1932), sobre el mundo del toreo, y Las verdes colinas de Africa (1935), escritos sobre caza mayor en el continente negro. Y en 1940 se publica una de sus obras maestras: Por quién doblan las campanas, ambientada en la España de la Guerra Civil. Hemingway fue corresponsal de guerra en nuestro país, donde tomó decidido partido por la causa republicana.
En 1952 publicó El viejo y el mar, novela corta sobre un viejo pescador cubano por la que ganó el Premio Pulitzer. Dos años después le fue concedido el Nobel de Literatura. Pasó largas temporadas en Cuba, de cuya revolución fue testigo en 1959. Llegó a tener amistad con Fidel Castro.
Su última obra publicada en vida fue Poemas completos (1960). Un año después, el 2 de julio de 1961, se suicidió con un disparo de escopeta en su casa de Ketchum (idaho).
En 1952 publicó El viejo y el mar, novela corta sobre un viejo pescador cubano por la que ganó el Premio Pulitzer. Dos años después le fue concedido el Nobel de Literatura. Pasó largas temporadas en Cuba, de cuya revolución fue testigo en 1959. Llegó a tener amistad con Fidel Castro.
Su última obra publicada en vida fue Poemas completos (1960). Un año después, el 2 de julio de 1961, se suicidió con un disparo de escopeta en su casa de Ketchum (idaho).
Entre los libros que se publicaron póstumamente se incluyen París era una fiesta (1964) -un relato de sus primeros años en París y España-, Enviado especial (1967) -que reúne sus artículos y reportajes periodísticos-, Primeros artículos (1970), la novela del marIslas en el golfo (1970) y la inacabada El jardín del Edén (1986). Dejó sin publicar tres mil páginas de manuscritos.
Procedente de Francia, Ernest Hemingway pisó suelo pamplonés por vez primera el 6 de julio de 1923, coincidiendo con la apertura de las fiestas. Quedó tan prendado del ambiente de la capital navarra que volvería ocho veces más a los Sanfermines: seis antes de la Guerra Civil (1924, 1925, 1926, 1927, 1929 y 1931) y dos después de ésta (1953 y 1959). La última visita se produjo sólo un par de años antes de su suicidio.
Existe toda una 'ruta Hemingway' por Pamplona, de la que forman parte lugares frecuentados por el escritor estadounidense como los hoteles La Perla y Yoldi, el bar Txoko o el café Iruña. Hemingway se integró plenamente en la fiesta pamplonesa,en cuyos encierros participó de manera muy activa. Disfrutó de la bebida y la comida locales, y tuvo ocasión de trabar amistad con corredores y toreros. En 1924 llegó a ser testigo de la muerte del primer mozo en un encierro, episodio que aparece recogido en su novela "Fiesta" (publicada en Estados Unidos con el nombre de "The Sun Also Rises").
Generación perdida es el nombre que recibió un grupo de notables escritores norteamericanos que vivieron en París y en otras ciudades europeas en el periodo que va desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la Gran Depresión. Este grupo incluye a figuras como John Dos Passos, Ezra Pound, Erskine Caldwell, William Faulkner, Ernest Hemingway, John Steinbeck y Francis Scott Fitzgerald. Durante una conversación cotidiana, Gertrude Stein, amiga íntima de Hemingway, le dice: «You're all a Lost Generation». Esta expresión fue popularizada por Ernest Hemingway en sus obras Fiesta y París era una fiesta.
De las clasificaciones de autores que conforman la Generación perdida, llama la atención que en la mayoría aparecen indefectiblemente cinco autores: Fitzgerald, Dos Passos, Hemingway, Faulkner y Steinbeck. Un hecho que los une a todos es que vieron de cerca los horrores de la guerra. Dos Passos participó en la Primera Guerra Mundial dentro del cuerpo de la Cruz Roja de los Estados Unidos. Hemingway fue soldado de infantería y estuvo en el frente de batalla. Faulkner, por su parte, se alistó en la Real Fuerza Aérea Canadiense y Fitzgerald se alistó en el Ejército Estadounidense, pero la guerra terminó días después de alistarse: nunca fue a la guerra.
Esta generación de autores aparece en la literatura estadounidense durante la llamada «Época airada» o de los excesos, una época, sin duda, difícil económicamente para los Estados Unidos. Los grandes bancos estaban quebrando a causa de un fraude practicado por bancarios extranjeros dueños del Banco Federal. Los nombres que más destacan son los Rockefeller y los Rothschild. De igual forma, la década de los años 20 fue la que vio la emergencia de grupos criminales que se dedicaban al tráfico de alcohol a causa de la Ley Secavotada en el Congreso de los Estados Unidos en 1919.
La Generación Perdida muestra en algunas de sus obras los efectos de la Gran Depresión, de 1929. entre ellas se pueden contar Las uvas de la ira de John Steinbeck, un libro que plasma los efectos de esta crisis en el campo estadounidense, su efecto en los campesinos. Por otro lado, Manhattan Transfer de John Dos Passos es una alegoría de la Tierra Prometida que termina engullendo a sus fundadores. Esta novela, junto con El gran Gatsby de Fitzgerald, es probablemente la obra que mejor refleja el materialismo de la sociedad norteamericana que está a punto de sumergirse en el marasmo económico que daría lugar al Crack de 1929.
Otras obras centrales de estos autores son El sonido y la furia y Mientras agonizo de William Faulkner, la trilogía U.S.A. de John Dos Passos, El viejo y el mar y Adiós a las armas de Ernest Hemingway y El gran Gatsby de Fitzgerald.
El sonido y la furia y Manhattan Transfer son, sin duda, las novelas estadounidenses que se vuelven un parteaguas en la narrativa de los Estados Unidos. Faulkner, por su parte, lo mismo utiliza el narrador omnisciente que el diálogo, el lenguaje cinematográfico, el collage y con gran maestría el flujo de conciencia (stream of consciousness) que toma del Ulyssesde James Joyce y que viene de The Turn of the Screw de Henry James.
En Europa se suele emplear la denominación de «Generación de 1914», es decir, el año en que comenzó la guerra. En Francia, país en el que se asentaron muchos de estos expatriados, también se les conoce como la Génération du Feu, la Generación de Fuego. Además, la expresión «Generación Perdida» también se usa en ocasiones para designar a todos los jóvenes escritores modernistas.
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