Eme soy

sábado, 27 de noviembre de 2010

Charade- L.O.V.E.( Nat King Cole)



EL DIRECTOR: STANLEY DONEN

Nacido el 13 de abril de 1924 en Columbia, Carolina del Sur (Estados Unidos), se dio a conocer en los teatros de Broadway como bailarín a la temprana edad de dieciséis años y en 1943 fue llamado a Hollywood por iniciativa de su amigo junto a Kelly, Un día en Nueva York (1949) y Cantando bajo la lluvia (1952), además de dirigir en solitario otras comedias musicales como Tres chicas con suerte (1953), Siete novias para siete hermanos (1954) y Una cara con ángel (1957). Más tarde, se orientó hacia la comedia pura, donde demostró su elegancia y su talento en la dirección de actores famosos: Indiscreta (1958), con Cary Grant e Ingrid Bergman, y Charada (1963) y Dos en la carretera (1967) ambas protagonizadas
por Audrey Hepburn. Aunque Donen no encajó nunca en el concepto europeo de autor, lo cierto es que incluso en el seno de Hollywood, se empeñó en mantener un férreo control creativo sobre sus trabajos, fundando la empresa Grandon Productions junto a Cary Grant en 1958. En 1967, el cineasta fundó la Stanley Donen Films Ltd., pero tras varias producciones de escaso éxito abandonó el cine en 1984 con la comedia Lío en Río. Recibió un Oscar honorífico a toda su carrera en 1998.


AUDREY HEPBURN

En 1963, Audrey Hepburn ya se había convertido en una de las
estrellas mediáticas más populares de Hollywood. En ese momento
de su vida, siendo ya una actriz de renombre con un Óscar a sus
espaldas, rueda Charada, película que representa una curiosidad en
su filmografía, no sólo por los aspectos cinematográficos de la misma,
sino también por la serie de anécdotas y trivialidades que rodearon
la cinta y su rodaje. En primer lugar, nos encontramos ante una
película que cabalga entre la comedia romántica y el thriller y con
una de las parejas más anheladas por la Universal. Años antes, los
estudios habían intentado emparejar a Audrey Hepburn y a Cary
Grant en Vacaciones en Roma (1953, William Wyler), sin embargo,
Grant, reticente a aceptar el papel, fue sustituido por Gregory Peck.
Diez años después, para aceptar el rol de amante de Hepburn en la
que sería su única película juntos, impuso una serie de exigencias
en el guión, tales como que el personaje de la chica debía ser el
“fuerte” en la relación. Ella debería perseguirlo a él y no al revés, a
fin de mitigar los efectos que provocaban los veinticinco años de
diferencia entre ambos. Pero el actor no era el único en imponer sus
condiciones, Audrey, por su parte, había solicitado que la fotografía
corriera a cargo de Charles Lang y que Cary Grant hiciera el papel
de protagonista masculino. De este modo se superponían las exigencias
de las dos estrellas para lograr la consecución de la película,
marcándola ya desde el comienzo. Sin embargo, y a pesar de los
miedos de Grant, el film resultó todo un éxito, especialmente entre la
crítica, que reconocía la fuerza interpretativa de los actores, que
habían dado credibilidad a la atípica relación amorosa, algo que no
habían conseguido ni Humprey Bogart, ni Fred Astaire ni Gary Cooper
con la misma Hepburn. Además, ambos mantuvieron una relación
muy cordial. Incluso, su primer encuentro sirvió como base
para una de las escenas de la película, desarrollada a la orilla del
Sena, en la que el personaje de la chica derrama una bola de helado
sobre la camisa de Grant y éste se comporta con una amabilidad
análoga a la de aquel primer día, cuando una nerviosa Hepburn
derramó vino sobre el galán. Comenzado el rodaje, se estableció una
especie de competición para ver cuál de los dos adquiría mayor protagonismo
en los medios (ambos pecaban de una cierta vanidad),
pero siempre desde el más estricto y cordial de los respetos. Esta
buena relación y la química en la pantalla, unida a una historia con
gancho, una estética cuidada con música del maestro Mancini, y
unos títulos animados de Maurice Binder, que bien podrían abanderar
cualquier producción del movimiento pop, garantizaron el éxito
final. A esto le podemos unir un curioso escenario parisino.Los autores
del guión, Stone y Behm, nos presentan escenas tan geniales
como la del sepelio del Charles Lampert., desfile de un extraño grupo
de sujetos que pretenden certificar, con diversos y extravagantes
métodos, la muerte del difunto. Ésta y otras escenas desarrollan una
trama enredada en la que los giros drásticos aparecen como algo
habitual, creando una intriga que no encuentra solución hasta los
últimos momentos de la película. Ya el título hace referencia a una
charada, un enigma como juego de palabras, en este caso, el personaje
del propio Grant, enigma a descubrir por el resto de personajes
y por el espectador, y que va saltando de una escena a otra, evitando
ser descubierto. Sólo hubo un pero para los críticos de la época y fue
la desmesurada violencia mostrada, apenas dos semanas después
del asesinato de Kennedy. El exceso de violencia del que se hablaba
en los años sesenta hoy podría ser considerado como ridículo, visto
a lo que nos ha ido acostumbrando el mercado cinematográfico. Por
otro lado, el film de Donen constituye una rareza dentro de la moda
del thriller de los sesenta, no sólo por su componente cómica, (lejos
del erotismo inherente al personaje de James Bond o al cinismo de
la serie de Harry Palmer) sino también por situar a una mujer como
centro del mismo. No es de extrañar, pues, que con un cóctel tan
cuidado, de pareja con fuerza, guión con gancho y excelente puesta
en escena resultara un producto tan digerible y aclamado. En 2002,
Jonathan Demme dirigió una nueva versión titulada La verdad sobre
Charlie. Incluso Bollywood tiene su adaptación, Chura Liya Hai
Tumne, (2003, Sangeeth Sivan). Destacar que, debido a una irregularidad
legal, no se reclamaron nunca los derechos de autor sobre el
film, con lo que, hoy día, es un producto de dominio público con
todo lo que conlleva. De hecho, en la edición en DVD de La verdad
sobre Charlie aparece la película original como contenido adicional.

CARY GRANT


Alexander Archibald Leach nació en Bristol, Inglaterra, el 18 de
enero de 2004. Tras recorrer Estados Unidos en 1920 con una compañía
de saltimbanquis británica, trabajó en el vodevilconvirtiéndose
en un destacado actor de comedias musicales en Nueva York. En
1932 debuta en el cine con la comedia Esta es la noche, de Frank
Tutle, iniciando una fructífera y larga serie de refinadas comedias
románticas que cimentaron su fama como uno de los principales
actores de Hollywood. Tras nacionalizarse estadounidense en 1942.
durante la década de los 40 siempre ocupó los primeros puestos del
Money Making Stars (las estrellas más taquilleras). Entre sus películas
más importantes destacan: La fiera de mi niña (1938), Luna
nueva (1940), La novia era él (1949) y Me siento rejuvenecer (1952),
de Howard Hawks; Vivir para gozar (1938) e Historias de Filadelfia
(1940), de George Cukor; Sospecha (1941), Encadenados (1946),
Con la muerte en los talones (1959) y Atrapa a un ladrón (1955), de
Alfred Hitchcock; Arsénico por compasión (1944), de Frank Capra;. y
Charada (1963) de Stanley Donen. Tras protagonizar la comedia
Apartamento para tres (1966, Charles Walters), se retiró del cine de
forma voluntaria, recibiendo un Oscar honorífico por su trayectoria
profesional y su «extraordinaria labor cinematográfica» en 1970.
Curiosamente, sus dos únicas nominaciones corresponden a dos
dramas Serenata nostálgica (1941, George Stevens) y Un corazón en
peligro (1944, Clifford Odets), a pesar de haber elevado la comedia a
lo más alto con su –aún hoy- inigualable estilo. Falleció en Davenport,
Iowa (Estados Unidos), el 29 de noviembre de 1986.

5 comentarios:

  1. Se atrevería algún director a rodar una película al estilo Hitchcock mejor que el propio Hitchcock? Stanley Donen se atrevió. Y consiguió una de las mejores películas de los 60, un clásico lleno de intriga, encanto y misterio. ¡Y Con Cary Grant y Audrey Hepburn! ¿Demasiado bueno para ser cierto? Bucea en nuestra ficha y verás.

    Audrey Hepburn tuvo papeles de protagonista junto a los mejores actores de Hollywood pero... ¿cuántas películas hizo junto a Cary Grant? Pues bien, la respuesta es que sólo estuvieron juntos en UNA película, por extraño que parezca. Por supuesto, como ya sabréis muchos de vosotros, la peli es 'Charade' (1963), dirigida por un Stanley Donen en su etapa inglesa, en un estilo que recuerda (y mucho) la obra de Hitchcock. Donen ya había trabajado con Audrey Hepburn (en 'Funny Face', 1957) y volvería a hacerlo (en 'Two For The Road', 1967). También había rodado con Cary Grant (en 'Kiss Them For Me', 1957, en la preciosa 'Indiscreet', 1958 y en 'The Grass Is Greener', 1960), pero nunca había contado con los dos actores en la misma película.

    El argumento y el guión de ‘Charade’ son muy inteligentes y la mezcla de comedia, romance y thriller es inmejorable y muy original para la época, lo que, dicho sea de paso, le costó a este filme no pocas críticas de la prensa especializada de entonces, que no reaccionó favorablemente ante la novedad. Rodada en París, 'Charade' cuenta cómo una viuda (una Audrey en plena forma) de clase acomodada (lujoso apartamento en París, esquí en los Alpes Franceses..) es intimidada por tres siniestros sujetos (a saber: George Kennedy, James Coburn y Ned Glass) que tratan de que ella revele el paradero de cierto botín que su difunto marido escondió a finales de la Segunda Guerra Mundial. Ella no lo sabe. Cary Grant, elegante y seductor, trata de ayudarla (¿o tal vez no?) lo mismo que Walter Matthau (que es un serio y responsable agente de la CIA... ¿o no lo es?). Ahí reside uno de los muchos encantos de 'Charade': en el suspense. El personaje interpretado por Audrey no sabe con certeza quién está de su lado y quién está en su contra. La intriga es digna de la mejor película de Hitchcock, hasta el punto de que 'Charade' parece de verdad una obra de Hitch.
    Los críticos de hoy suelen deshacerse en elogios con 'Charade' y es que no es para menos. Porque, aparte del gran reparto, los estupendos exteriores parisinos (las escenas del mercadillo callejero son puro París), el guión (de Peter Stone), la casi oscarizada banda sonora de Henry Mancini, el vestuario de Givenchy, la elegancia... aparte de todo eso, están Audrey Hepburn y Cary Grant encarnando la Pareja Perfecta: cosmopolita, seductora, inteligente, despreocupada ... como si lo suyo no fuese con este mundo. Baste citar uno de los diálogos más famosos de la cinta. Audrey (Regina Lambert) se dirige a Cary Grant (Peter Joshua) y le dice: "¿Sabes que es lo malo de ti?. Grant dice que no lo sabe, a lo que ella responde, con especial énfasis: "Nada". Esa es la idea, chicos y chicas. Como pareja de cine (y como pareja real, que también lo fueron) el binomio Hepburn - Grant parecía ser perfecto. ¿Por qué sólo se dejaron observar en 'Charade'? ¿Tal vez por aquello de que lo bueno, si breve, dos veces bueno? ¡Tal vez!

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  3. Película muy buena en dónde Audrey Hepburn está maravillosa y hace un gran papel, para mí el mejor que hizo en su carrera después de: “SABRINA” ( Para mi, la mejor donde me embelesa su cara, porte y dulzura ) "Vacaciones en Roma" y "My Fair Lady".
    Mi queridísima y amada Audrey Hepburn interpreta a una mujer a la que todos persiguen y Cary Grant a su compañero, que no se sabe si es malo o bueno porque cada vez parece una cosa distinta. También tenemos en un breve papel a Walter Matthau, que haga lo que haga siempre es genial.
    Stanley Donen dirige magistralmente esta película de suspense con toques de comedia e historia de amor incluida que hace pensar que ya podía haberse dedicado a esto desde un principio en vez de a los musicales (claro que también tiene alguna que otra obra maestra en ese género).

    Es una película que me ha encantado, todas las veces que la he visto, y no son pocas. Recomiendo verla en versión original subtitulada, ya que en la versión doblada se pierde mucho. Adoro la música del genio Henry Mancini que aporta, aún más si cabe, intriga, comedia y romanticismo. Todos los personajes están soberbios, pero me quedo con Cary Grant y Audrey Hepburn. A pasar de la notable diferencia de edad entre ambos actores, consiguen transmitir ese feeling con escenas entrañables. El guión me parece genial y consigue entremezclar el suspense y giros cómicos, además de persecuciones por distintas localizaciones de París, y guiños a las películas de Hitchcock en varias escenas.
    Y si lo que se busca es pasar un rato memorable en compañía de tan grandes actores no puedes dejar de verla

    En fin, divertídisima película dirigida por el inigualable Stanley Donen e interpretada por dos genios: Audrey Hepburn y Cary Grant; en dónde nadie parece quien es hasta el final, con suspense, con tensión, con miedo y con un final espléndido. Una perfecta combinación que parece sacada del maestro Alfred Hitchcock.

    Extraña pero enigmática película detectivesca con un argumento policial flojo, algo ridículo y poco consistente pero que sirve de justificación para que Audrey Hepburn luzca una vez más uno de sus papeles eternos de ingenuidad y docilidad, junto a Cary Grant un galán de siempre. Una historia nímia en su lado policial, pero compensada con un fondo cómico más contínuo y bastante bien resuelto. Pero esta combinación no es un error ni un experimento, es una mofa del mundo de espías y detectives hecha muy sutilmente y con clase, de ahí que se te quede ese sabor dulce con las actuaciones y todas esas pequeñas escenas de acción entremedio. La película realmente no tiene más pretensión que desarrollar la química de sus dos protagonistas a través del tema policial, pero funciona, y eso hace que sea divertida, paródica y original.

    Gran película que juega con el espectador hasta el final, ya que no sabemos realmente si Cary Grant persigue el amor de Audrey o su dinero.
    Aunque tan solo sea por el mil juego de los nombres de Cary Grant, la pregunta de ella ¿Existe la Sra...?, y la respuesta de él: "Sí, pero estamos divorciados", por la escena del matrimonio de muñecos de guiñol, por escuchar a Audrey decirle a Cary que se quede a dormir en su cama, que él rechace la propuesta y ella le diga que otros se morirían por conseguir estar en su lugar, por ver a Cary Grant ducharse vestido, -parecida escena a la de Con la muerte en los talones-, por verles en los yates que navegan por el Sena de noche, por la cara tan divertida de Cary Grant en la escena final, (ver spoiler) y por muchísimas escenas más, es una película super romántica, super bonita, super dulce, y además tiene la intriga muy bien servida, con los fantásticos secundarios Coburn, Kennedy, Glass, y por si todo lo anterior fuera poco la historia de la intriga del dinero pega muchos giros y además tenemos al SIEMPRE GENIAL WALTER MATTHAU.

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  5. Al estilo de Hitchcock, Stanley Donen dirige a un reparto estelar en esta comedia de intriga donde una mujer investiga la muerte de su marido.
    No hay nada más emocionante en la pantalla grande que asistir al homenaje que un maestro rinde a otro. “Charada” es precisamente eso: el testimonio de admiración de Stanley Donen a su adorado Alfred Hitchcock. En diferentes biografías y textos sobre su carrera como director, Stanley Donen confiesa que detrás de “Charada” hubo sobre todo un intento de rendir homenaje a las películas de Alfred Hitchcock que tanto le habían hecho crecer como persona y como profesional del cine. Donen sentía algo más que admiración por títulos como “Atrapa un ladrón” y, muy especialmente, por “Con la muerte en los talones”.
    Su fascinación por, entre otros, estos dos títulos le hizo acariciar frecuentemente la idea de dirigir una película en la que estuviera presente uno de los actores más emblemáticos del cine de Alfred Hitchcock. Se trataba, naturalmente, de Cary Grant. El inolvidable actor había cumplido ya 60 años cuando “Charada” estaba en proceso de pre-producción y recibió la oferta de incorporarse como protagonista al reparto de “Charada”, compartiendo estrellato con Audrey Hepburn, con la que todavía no había trabajado nunca, a pesar de que en alguna ocasión anterior ya había recibido alguna que otra oferta para hacerlo. Sus reticencias venían no a cuento de ningún tipo de mala relación con la actriz sino de la diferencia de edad entre ambos, una diferencia de casi 25 años.
    “Charada” es una comedia elegante con toques de thriller y gotas del cine de espionaje que elevó a Alfred Hitchcock a la categoría de “mago del Suspense”. Diálogos punzantes y frases memorables (“¿Usted cómo se afeita?”, “De la misma manera que los puercoespines hacen el amor: con mucho cuidado”) hacen de “Charada”, no está de más el repetirlo, una película que con total tranquilidad habría podido ser firmada por Hitchcock, quien, por cierto, por aquellas fechas rodaba otro de los títulos más importantes de su carrera: “Los pájaros”.
    Una curiosidad. Debido a la extraordinaria química del dúo protagonista, Jack L Warner quiso volver a reunirlos en la versión cinematográfica del musical de Lerner y Loewe "My Fair Lady" que dirigió George Cukor que en el teatro la hicieron Julie Andrews y Rex Harrison. Finalmente Cary Grant rechazó la oferta de Warner debido a que era un fan de la versión teatral y amigo personal de Rex Harrison. Le dijo a Warner "No sólo no haré de Henry Higgins en "My Fair Lady" sino que si no lo hace Rex Harrison no volveré a trabajar para la Warner ni ver una película de los estudios".
    Esta anécdota demuestra la categoría personal del gran Cary Grant. Todo un caballero y buen amigo y buen compañero

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