Antonio Gaudí es una de las figuras que más atractivo ha ejercido sobre los escritores de pluma imaginativa durante los últimos años. Desde que se publicaron sus primeras biografías, escritas por personas que mantuvieron una relación de trabajo o de amistad con él, entre 1829 y 1953, el número de obras aparecidas resulta apabullante. Cada una de ellas intenta dar una nueva visión de su personalidad u ofrecer algún aspecto novedoso de su obra. Pocas lo han conseguido porque, hasta el momento ha sido muy difícil aportar nuevos datos significativos que puedan variar las antiguas versiones. En ocasiones, estas obras han servido en realidad para hacer más confusa la imagen de por sí compleja de Gaudí, porque se han basado en suposiciones o en criterios imaginativos. Pese a estos repetidos intentos, la figura de Gaudí no acaba de definirse. Se conocen los datos biográficos esenciales que permiten dar continuidad al transcurso de su vida. Se conservan la mayoría de sus obras realizadas, e, incluso, se sabe cuáles fueron sus métodos de trabajo e investigación. Sin embargo, del Gaudí personal e íntimo bien poco se conoce. Muy pocas veces se mostró proclive a manifestar sus sentimientos o preocupaciones; quizá porque no lo juzgó interesante o porque, simplemente, su sentido de la privacidad se lo impedía. Hay un aspecto que se percibe en todas sus biografías, hasta en las más fantasiosas: su rechazo a lo superfluo, a la pérdida del tiempo, no entendido a la manera actual como una actividad frenética, que, más que hacer algo, se hace para no hacer nada; sino como la tarea continuada en que se combinan la acción y la reflexión, que son los motores de la creatividad. No fue un hombre dado a la conversación, por la pura conversación, ni a publicar sus experiencias o razonamientos. Gran parte de lo que conservamos de su pensamiento y acontecimientos que le acaecieron, lo debemos a sus amigos -que no fueron demasiados- y a sus colaboradores. Ellos, pacientemente, recogieron frases, anécdotas y todo aquello que encontraron significativo de su admirado maestro para darlo a conocer, después de fallecido, a las generaciones venideras. Antonio Gaudí i Cornet nació el 25 de junio de 1852 en la comarca del Baix Camp (Tierra Baja), de Tarragona. Todavía no hay acuerdo si en Riudoms o en Reus, aunque hay una tendencia a decantarse por esta última localidad. Procedía de una larga saga de buhoneros y caldereros afincados en Tarragona desde el siglo XVII. La niñez de Gaudí transcurrió entre Reus, donde sus padres tenían la empresa, y el campo, en una humilde propiedad de su madre conocida como el Mas de la Calderera, puesto que la línea familiar materna también practicaba ese oficio artesanal. Las noticias de esa época son escasas: fue un niño enfermizo, aquejado de afecciones reumáticas, que le obligaron a pasar frecuentes períodos de tiempo en el campo, sin poder asistir a la escuela. Es muy posible que este alejamiento de la población y el contacto con un ambiente natural, acompañado tan sólo por su madre y alguno de sus cuatro hermanos, estimulara dos de las capacidades que tanto iban a repercutir en su vida adulta: la observación y el análisis de la naturaleza. En cualquier caso, no se puede calificar al pequeño Antoni de ser un niño atrasado en la escuela. Es más, algunas anécdotas recogidas de aquellos momentos, afirman, que a pesar de no poseer una inteligencia espectacular, Gaudí sorprendía a sus maestros por su
facilidad en analizar y racionalizar las cuestiones.Un hecho remarcable de su adolescencia es la relación que estableció con dos condiscípulos de las Escuelas Pías de Reus, Eduard Toda y Josep Ribera. Los tres eran jóvenes entusiastas de la naturaleza e interesados por la historia y frecuentemente dedicaban parte de su tiempo del ocio a las excursiones. En una de sus salidas, Ribera les llevó hasta un lugar abandonado que había descubierto tiempo atrás cuando su familia residía en la Espluga de Francolí: el monasterio en ruinas de Santa María de Poblet. En aquellos días, el movimiento nacionalista catalán se manifestaba a través de la literatura, del excursionismo, y en la recuperación del patrimonio arquitectónico; y aquellos jóvenes tomaron la firme resolución de restaurar el antiguo cenobio. De aquel proyecto juvenil sólo resta un dibujo de la planta dibujada por Gaudí, que debía tener 15 años, y una memoria redactada por sus compañeros. Para el monasterio representó la recuperación de su recuerdo y, mucho tiempo después, cuando Toda llegó a la jubilación, el inicio de su restauración. Para Gaudí, la declaración de la vocación arquitectónica. Gaudí se trasladó pronto a la Ciudad Condal, para estudiar el último curso de bachillerato y cursar el curso preparatorio en la Escuela de Arquitectura. El plan de estudios estaba repartido entre este curso preparatorio y los estudios específicos de la titulación. En la Escuela se recuerda a Gaudí como un joven de carácter muy acusado y alegre, con resultados académicos muy desiguales pero dotado de una gran capacidad creativa y de una extraordinaria habilidad para el cálculo. La obtención del título se retrasó hasta 1878, no por la actitud rebelde y de rechazo a la formación obsoleta de la Institución, que algunos biógrafos pretenden endosarle, sino a causa de su precaria situación económica.El plan de estudios -dirigido por el admirador de Viollet-le-Duc, Elies Rogent- contemplaba como materias preferentes: Tecnología, Materiales, Artes aplicadas a la construcción, junto a Conocimiento de los estilos del pasado y Dibujo, específicamente arquitectónico y artístico; materias en modo alguno desfasadas y que ciertamente debieron interesar a Gaudí. La prueba de la estima de la valía del futuro arquitecto fue que, desde el primer curso, estuvo trabajando en talleres de profesores y de maestros de obras de renombre, como: Francisco de Paula del Villar y Josep Fontseré, o para las firmas Padrés i Borrás y Serrallach. En el taller de Fontseré, Gaudí obtuvo el primer reconocimiento a su trabajo: por iniciativa propia corrigió una tarea encomendada a un compañero -el depósito del agua de la Fuente de la Cascada de la Ciutadella-. El maestro de obras, desconfiando de la bondad del cálculo, consultó a Joan Torras -profesor de Resistencia de Materiales-. Éste, sorprendido por la acertada solución propuesta, retuvo el nombre del joven estudiante. Meses más tarde, recordando el hecho, Torras dio por aprobada su asignatura a Gaudí, a pesar del mal resultado obtenido en el examen. Cuando el 4 de enero de 1878, Elies Rogent firmó el título de Gaudí, adivinando la singularidad de Gaudí dijo: " He aprobado a un loco o a un genio." El año 1878 señala el inicio de una intensa actividad profesional: es el vencedor del concurso convocado por el Ayuntamiento de Barcelona para el diseño y la ejecución de unas farolas (situadas en la Plaça Reial y en el Pla de Palau); encargo de la Casa Vicens, su primera obra importante, y realiza el Anteproyecto del complejo industrial con viviendas para la Obrera Mataronense. Es un período de investigación y de trabajo en que Gaudí acepta encomiendas por pequeñas que sean. Una de ellas le hizo entrar de lleno en el ámbito más selecto de la sociedad barcelonesa: la firma Casa Comella, especializada en la confección de guantes, le encargó el diseño de un pequeño mueble expositor para el Pabellón Español de la Exposición Internacional de Paris de aquel mismo año.
Uno de los visitantes -el Sr. Eusebi Güell i Bacigalupi (1846-1918)- quedó tan impresionado por la singularidad de la pieza de madera, cristal y hierro, que pidió contactar con su creador. Este fue el principio de una relación profesional y de amistad entre ambos que duraría 40 años. Desde aquel momento, Güell fue su mejor cliente, aunque no el único. Para él diseñó y construyó magníficas obras, cuidadas hasta el más mínimo detalle, que contribuyeron a expandir su fama de arquitecto diferente y controvertido. Sin embargo, la década de 1880 es un período de evolución y de transformación tanto en el campo arquitectónico como en personal. Su estilo se hace cada vez más propio y audaz, y es, con todo, un arquitecto de éxito. Trabaja todas las modalidades arquitectónicas civiles: fincas residenciales (Finca Güell, en Pedralbes y Palacio Güell, en el Carrer Nou de la Rambla); pabellones decorativos (El Capricho de Comillas y El Pabellón de la Compañía Transatlántica de la Exposición de Cádiz), y religiosas (el Palacio Episcopal de Astorga y el colegio de las Teresianas y el Templo de la Sagrada Familia de Barcelona). Trata con magnates y con influyentes autoridades eclesiásticas. A todos impacta y de todos aprende. Los contactos frecuentes con personalidades tales como Joan Grau, obispo de Astorga, y Enric d'Osso, fundador del Colegio de las Teresianas, en primer lugar, y los obispos Torras i Bages -la figura más influyente en la ideología religiosa de finales del siglo XIX- y Campins, obispo de Palma de Mallorca, después, con quienes mantuvo numerosas y prolongadas entrevistas, dada su doble condición de clientes y amigos, debieron ejercer una poderosa influencia en su concepto religioso. Su marcada honestidad y su progresivo aislamiento de la vida mundana le llevan a rechazar la oferta de Prat de la Riba de presentarse a las elecciones municipales de 1905 por considerarlo un personaje dotado de un gran carisma.La ejecución de las obras religiosas encargadas y el avance del diseño de la fachada de la Pasión del templo de la Sagrada Familia durante una convalecencia en Puigcerdà modifican su estilo de vida. Ésta se torna cada vez más mística derivando en puro ascetismo, hasta su muerte en 1926. Por esto, quienes le consideran modernista se equivocan. En el caso de que fuera cierta la imagen de un Gaudí superficial y ansioso de gloria, que algunos tratadistas insisten en difundir, sería una circunstancia pasajera de juventud que poco peso puede tener en la valoración del conjunto de su vida. Fue moderno, porque fue un hijo de su época, no porque aspirase a impregnarse de la modernidad, a la manera que la entendieron la mayoría de los intelectuales modernistas: zarandeando la sociedad española con publicaciones, exposiciones, espectáculos..., para despertarla de su abúlico aislamiento de Europa; más bien, todo lo contrario. La figura de Gaudí se proyectó en Cataluña, pero sin ruidos ni escándalos, por la fuerza de su singularidad y la profunda trascendencia conceptual de obra. Gaudí comprendió a su tiempo, pero, ¿sus contemporáneos le comprendieron?. Algunos no le entendieron; pero otros, que supuestamente formaban parte de la elite intelectual catalana, se dedicaron sistemáticamente a desacreditarlo con sus chanzas y juegos de palabras retóricos (Feliu Elies, alias Joan Sacs, y Eugeni d'Ors) sin querer ver más allá de la simple forma delimitadora. Incluso, hubo quien contribuyó a la campaña de descrédito desde el extranjero por un puñado de dinero, como confesó años más tarde Clemenceau, por ejemplo. Gaudí fue un hombre excéntrico, desconcertante en ocasiones, por sus arranques de genio y la sequedad en el trato, especialmente con aquellos que no llegaban a traspasar el límite de la superficialidad. Intransigente en materia profesional pero compresivo en el plano humano. Honesto y generoso, dos cualidades fácilmente conciliables, en una personalidad que concibió su Obra, la más Grande, la nueva Jerusalén Celestial, como una oración poética de desagravio.
Josep Carner i Puig Oriol (1884-1970), un celebrado poeta catalán, escribió: "Si gaudiu del Modernisme/ no us quedeu a mig camí:/ arribeu al paroxisme/ de gaudir-ne amb en Gaudí". ("Si gozáis con el Modernismo/ no os quedéis a medio camino:/ alcanzad el paroxismo/ de gozarlo con Gaudí").
El Parque Güell (Park Güell en su denominación original) es un gran jardín con elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona (España), en la vertiente que mira al mar de la montaña del Carmel, no muy lejos del Tibidabo. Ideado como urbanización, fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell. Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1922. En 1984 la Unesco incluyó al Parque Güell dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí». El Parque Güell es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, poniendo en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en sus profundos análisis de la geometría reglada. A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica.1 En el Parque Güell desplegó Gaudí todo su genio arquitectónico, y puso en práctica muchas de sus innovadoras soluciones estructurales que serán emblemáticas de su estilo organicista y que culminarán en la Sagrada Familia. El parque fue concebido por Güell y Gaudí como un conjunto estructurado donde, dentro de un incomparable marco de belleza natural, se situarían unas viviendas de alto standing, con todos los adelantos tecnológicos de la época para procurar el máximo confort, con unos acabados de gran calidad artística. Asimismo, idearon un conjunto impregnado de un fuerte simbolismo, ya que procuraron sintetizar en los elementos comunes del parque muchos de los ideales tanto políticos como religiosos que compartían mecenas y arquitecto: así, serán perceptibles en el conjunto conceptos procedentes del catalanismo político –sobre todo en la escalinata de acceso, donde se representan los Países catalanes–, y de la religión católica –en el Monumento al Calvario, ideado en principio como capilla–. También es importante el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el Templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque.2 Por otro lado, numerosos expertos han querido ver en el parque una serie de referencias de variado signo, debido a la compleja iconografía aplicada por Gaudí al conjunto del proyecto urbanístico, referencias que van desde la reivindicación política hasta la exaltación religiosa, pasando por la mitología, la historia o la filosofía. En concreto, muchos estudiosos pretenden ver referencias a la masonería, hecho poco probable debido a las profundas creencias religiosas tanto de Gaudí como del conde Güell, y en todo caso no probado por ningún indicio objetivo en toda la historiografía del arquitecto modernista. La multiplicidad de símbolos desarrollada en el Parque Güell es, como se
ha dicho, de signo político y religioso, en todo caso con cierto carácter mistérico debido al gusto de la época por los enigmas y acertijos.3
El Palacio Güell (en catalán Palau Güell) es un edificio diseñado por Antoni Gaudí, arquitecto famoso por sus obras de estilo muy peculiar dentro de la corriente denominada modernismo catalán. El palacio está situado en una calle estrecha de Barcelona, el Carrer Nou de la Rambla, cerca del puerto. Fue encargado a Gaudí por Eusebi Güell, quien sentía una gran admiración por el arquitecto y financió varias de sus más conocidas obras. La construcción se realizó entre los años 1886 y 1890.1 Gaudí puso todo su empeño en esta obra, ya que era su primer encargo importante. Llegó a idear hasta 25 soluciones distintas para el diseño de la fachada.2 Para este proyecto contó con la colaboración de Francesc Berenguer, uno de sus más fieles ayudantes. Historia y descripción Eusebi Güell tenía una casa en la Rambla de los Capuchinos, colindante con el solar de Nou de la Rambla, que había heredado de su padre Joan Güell i Ferrer; por ello quiso construir una nueva vivienda que conectase por medio de un patio interior con la antigua. Gaudí diseñó el Palacio Güell siguiendo la tradición de las grandes casas señoriales catalanas, como las de la calle Montcada. El diseño general sigue las líneas de sus creaciones de aquella época, marcada por el estilo oriental aplicado al diseño de sus obras; en este palacio culmina una etapa de predominio de las formas de inspiración árabe, bizantina o mudéjar, con realizaciones como la Casa Vicens, los Pabellones Güell o El Capricho de Comillas.2 Gaudí contó con la colaboración de diversos artesanos con los que trabajaba habitualmente, como el albañil Agustí Massip, los forjadores Joan Oñós y los hermanos Lluís y Josep Badia, los ebanistas Julià Soley y Eudald Puntí y los marmolistas hermanos Ventura. Siendo la calle tan poco ancha, resulta difícil observar la fachada en su totalidad. Sin embargo, Gaudí diseñó una entrada monumental con unas magníficas puertas de arcos parabólicos y rejas caladas de hierro forjado, ornamentadas con el escudo de Cataluña y un yelmo con un dragón alado, obra de Joan Oñós.3 El edificio está construido con piedra calcárea de Garraf, donde Güell tenía una finca (Bodegas Güell). La entrada tiene unas dimensiones impresionantes, pensadas para que los visitantes pudiesen acceder a ella montados en sus caballos, o bien en sus carruajes. Para los caballos existían en el sótano establos, lo cual en aquella época era totalmente innovador; se accedía a ellos a través de una ingeniosa rampa de forma helicoidal ideada por Gaudí. Más hacia dentro, se encuentra el recibidor interior, que tiene una altura de tres plantas. Este espacio es sensiblemente más pequeño que el anterior, aunque Gaudí consiguió aumentarlo en su percepción visual mediante la instalación de un gran número de columnas. Este recibidor es el núcleo central del edificio, ya que está rodeado por las principales estancias del palacio. Destaca por su cubierta con doble cúpula de perfil paraboloide en el interior y cónico en el exterior, solución típica del arte bizantino.4 Desde aquí se accede a la escalera noble, que da acceso al resto de estancias del edificio. En la planta principal hay una serie de salones, donde se recibía a los invitados, así como el despacho del conde Güell y otras estancias. Destaca la capilla, decorada con pinturas de los doce apóstoles de Aleix Clapés; el altar tenía una imagen de la Purísima, obra de Joan Flotats, que fue destruida en 1936.5 Junto a la capilla se sitúa un órgano, obra de Aquilino Amezcua. En el gran salón destacaba asimismo un busto de Joan Güell obra de Rossend Nobas. En el segundo piso se sitúan los dormitorios, decorados con un ciclo relativo a Santa Isabel de Hungría (en homenaje a la esposa de Güell, Isabel López Bru, hija del marqués de Comillas), obra de Alexandre de Riquer; en el tercer piso se encuentran las habitaciones del servicio.
En la tribuna de la fachada Gaudí empleó un original sistema de arcos catenáricos y columnas con capiteles hiperboloidales, estilo no empleado ni anterior ni posteriormente a Gaudí.4 Gaudí diseñó con esmero el interior del palacio, con una suntuosa decoración de estilo mudéjar, donde destacan los techos con artesonados de madera y hierro; en la decoración intervino el también arquitecto Camil Oliveras.6 Asimismo, Gaudí estudió con eficiencia todas las soluciones técnicas y estructurales del edificio, cuidando al máximo detalle aspectos como la iluminación, la ventilación o el aislamiento acústico del exterior.7 En el tejado hay varias chimeneas, a las que lejos de tratarlas como elementos molestos, Gaudí les dio carácter decorativo. Con ello inició una forma de diseñar las chimeneas que iría desarrollando en sus siguientes obras, hasta llegar a soluciones espectaculares como en la Casa Milà. En total son 20 chimeneas, de formas geométricas, recubiertas de cerámica de vivos colores. Destaca asimismo la alta aguja en forma de linterna que supone el remate exterior de la cúpula del salón central, hecha igualmente de cerámica y rematada con una veleta de hierro, que contiene la rosa de los vientos, un murciélago y una cruz griega.8 Aunque los trabajos en la decoración interior se prolongaron hasta 1890, el edificio fue inaugurado en 1888, coincidiendo con la Exposición Universal celebrada en el parque de la Ciudadela de Barcelona. Con motivo de tal evento visitaron el Palacio Güell personajes como la reina regente María Cristina de Habsburgo, el rey Humberto I de Italia y el presidente de Estados Unidos Grover Cleveland. Eusebi Güell vivió en el palacio hasta 1906, en que se trasladó a la Casa Larrard, en el Parque Güell, donde vivió hasta su fallecimiento en 1918. El Palacio Güell pasó por herencia a Mercè Güell i López, hija del conde. Durante la Guerra Civil Española sirvió como comisaría. En 1944 quiso comprarlo un millonario estadounidense, para llevarlo a su país piedra a piedra, pero afortunadamente lo adquirió en última instancia la Diputación de Barcelona.9 En 1952 se instaló en el Palacio Güell la Asociación de Amigos de Gaudí, hasta su traslado en 1968 a la Casa-Museo Gaudí del Parque Güell. Asimismo, en 1954 se estableció en el palacio el Museo del Teatro, hasta su traslado igualmente en 1996. En 1969 el Palacio Güell fue declarado Monumento Histórico-artístico de Interés Nacional, y en 1984 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad. El Palacio Güell fue restaurado en 1983, a cargo de Carles Buxadé y Joan Margarit.10 Desde 2002 se encuentra en un nuevo proceso de restauración; en enero del 2008 la Diputación de Barcelona reabrió parcialmente el Palacio Güell, pudiéndose visitar la planta baja y el sótano. La Casa Milà, llamada popularmente La Pedrera (pedrera, en catalán, significa 'cantera'), es obra del arquitecto Antoni Gaudí y fue construida entre los años 1906 y 1910,1 en estilo modernista. Localizada en el número 92 del Passeig de Gràcia en el distrito del Eixample de Barcelona, la casa fue edificada por encargo del matrimonio Pere Milà i Camps y Roser Segimon i Artells. Gaudí contó con la colaboración de sus ayudantes Domènec Sugrañes y Josep Canaleta, así como del constructor Josep Bayó i Font, que había trabajado con Gaudí en la Casa Batlló.2
Historia y descripción El edificio, por lo innovador, es una típica obra gaudiniana en la que las líneas geométricas son sólo rectas formando planos curvos. Toda su fachada está realizada en piedra calcárea de Villafranca,3 salvo la parte superior que está cubierta de azulejos blancos, cuya combinación evoca una montaña nevada. En la azotea se encuentran grandes salidas de escalera rematadas con la cruz gaudiniana de cuatro brazos, y chimeneas recubiertas de fragmentos de cerámica, con la apariencia de cabezas de guerreros protegidas por yelmos. De formas orgánicas, la Casa Milà evoca sin lugar a dudas la naturaleza: diversos estudiosos han percibido en la Pedrera formas que recuerdan los riscos de Fra Guerau en la sierra de Prades cerca de Reus, el torrente de Pareis al norte de Mallorca o Sant Miquel del Fai en Bigues i Riells, todos ellos lugares visitados por Gaudí.4 Cabe destacar la belleza del hierro forjado de sus balcones, que simulan plantas trepadoras, obra de los hermanos Lluís y Josep Badia i Miarnau. Posee un total de cinco plantas, más un trastero diáfano realizado en su totalidad con arcos catenarios y la mencionada azotea, así como los dos grandes patios interiores, uno de planta circular y otro de planta oval. En la fachada destaca el arco ciclópeo de entrada, mientras que la cornisa superior, de forma ondulada, tiene esculpidos capullos de rosa con inscripciones del Ave María en latín ("Ave Maria gratia plena, Dominus tecum").5 Gaudí había asignado a la Pedrera un alto simbolismo religioso: además del Ave María la fachada habría estado rematada por un grupo escultórico de piedra, metal y cristal con la Virgen del Rosario rodeada de los arcángeles Miguel y Gabriel, de 4 metros de altura. Se hizo un boceto a cargo del escultor Carles Mani, pero debido a los sucesos de la Semana Trágica de 1909 se abandonó el proyecto.6 La decoración interior corrió a cargo de Josep Maria Jujol y los pintores Iu Pascual, Teresa Lostau, Xavier Nogués y Aleix Clapés.2 Se encuentran a menudo detalles ornamentales marinos, como los falsos techos de yeso que simulan olas de mar, así como pulpos, caracolas y flora marina.7 La construcción sufrió diversos retrasos ya que el edificio superó en altura y anchura a lo establecido en las ordenanzas municipales, imponiéndose al señor Milà varias multas. Además, Gaudí abandonó la dirección de la obra en 1909 por divergencias con los Milà respecto a la decoración interior. La relación entre Gaudí y Milà se enfrió, y el arquitecto tuvo que llevar a juicio al promotor para cobrar sus honorarios, que donó a los jesuitas.8 La Casa Milà ha sufrido diversas vicisitudes: en 1927 Roser Segimon ordenó a Josep Bayó la demolición del interior del piso principal, perdiéndose la decoración efectuada por Gaudí; en 1946 fue vendida a la Inmobiliaria Provença, que construyó trece apartamentos en la buhardilla, a cargo del arquitecto Francisco Juan Barba Corsini (1954-1955); en 1966 se transformó la planta noble en oficinas, con la firma de Leopoldo Gil Nebot; entre 1971 y 1975 se efectuó una primera restauración a cargo de José Antonio Comas de Mendoza. En 1986 lo adquirió la Caixa Catalunya, que ha efectuado continuadas obras de conservación y restauración (1987-1996) y la mantiene abierta al público para su visita, pudiendo entrar en las viviendas de la planta cuarta, el trastero y la terraza. Las demás plantas están ocupadas por oficinas o todavía por algunas familias residentes.
La Casa Milà fue declarada Monumento Histórico-Artístico de Carácter Nacional en 1969, y en 1984 la Unesco la incluyó dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí». Como llegar: http://www.barcelona-tourist-guide.com/sp/mapas/atraccion/gaudi-casa-batllo.html Historia y descripción Gaudí recibió el encargo de Manuel Vicens i Montaner para una segunda residencia veraniega de la familia, propietaria de una fábrica de cerámica. Ello queda de manifiesto en la fachada del inmueble, cuya decoración está basada precisamente en azulejos. Sin embargo, algunos autores indican que Manuel Vicens no era propietario de una fábrica de cerámica, sino corredor de Comercio.2 Gaudí se encontraba en ese momento en el primer período de su carrera, que se caracteriza por la utilización de un lenguaje arquitectónico de gran simplicidad constructiva, en el que prima la línea recta sobre la línea curva. Estilísticamente corresponde con una etapa de influencia orientalista, donde las formas estructurales y ornamentales corresponden al gusto por el arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino, como se aprecia en otras obras suyas como los Pabellones Güell, las Bodegas Güell o El Capricho de Comillas.3 La casa Vicens está estructurada en cuatro niveles o plantas, correspondientes a un subterráneo para ser utilizado como bodega, dos plantas con destino a vivienda y unas buhardillas para uso del servicio. El abundante uso de cerámica en la fachada dota a la edificación de un fuerte colorido, siendo una de las características esenciales de la construcción. Ello le otorga un aire peculiar, que recuerda, a decir de algunos, las construcciones árabes. Gaudí proyectó el inmueble adosado a la pared medianera de un convento vecino (Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl), logrando de este modo obtener un jardín amplio y espacioso, otorgando tres fachadas a la casa. Al otro lado del jardín diseñó una fuente monumental de ladrillo de obra vista, formada por un arco parabólico encima del cual había un paso entre columnas. El agua se almacenaba en dos depósitos emplazados en cada uno de los pilares extremos de la fuente. Esta fuente fue demolida en 1946 con motivo de la venta de esta parte del terreno. La casa se cerraba con un muro de cerca con un reja de hierro colado, decorada con hojas de palmito, obra de Llorenç Matamala.4
Los muros de la casa son de mampostería alternada con filas de azulejo, que reproduce unas flores amarillas propias de la zona (clavelones de la India o "tagetes erecta");5 la casa se remata con chimeneas y unas torres en forma de templetes. En la fachada principal había una tribuna -más tarde remodelada- que se cerraba con unos paneles de celosía de madera; en el centro se encontraba una antigua pila renacentista con una reja metálica en forma de tela de araña, sobre la que saltaba el agua, que, con el sol, formaba los colores del arco iris.6 En el interior destacan los techos de vigas de madera policromada, adornados con temas florales de "papier maché"; los muros tienen esgrafiados de motivos vegetales, así como pinturas obra de Josep Torrescasana; por último, el suelo es de mosaico romano de "opus tesselatum". Gaudí diseñó igualmente el mobiliario de la casa. Una de las estancias más originales es el fumador, donde destaca el techo en forma de cielo raso decorado con mucarnas árabes, que recuerdan el Generalife de la Alhambra de Granada.6 En el friso de la tribuna figuraban diversas frases de cuentos populares catalanes: "sol, solet, vine'm a veure que tinc fred" (sol, solecito, ven a verme que tengo frío); "oh, l'ombra de l'estiu" (oh, sombra de verano); "de la llar lo foc, visca lo foc de l'amor" (del hogar el fuego, viva el fuego del amor).7 En 1899 la viuda de Manuel Vicens, Dolors Giralt, vendió la casa a Antoni Jover i Puig; actualmente es propiedad de Fabiola Jover de Herrero.8 En 1925 se realizó una reforma de la casa, a cargo de Joan Baptista Serra Martínez, que construyó también un templete en el jardín, con una fuente llamada de Santa Rita, en la esquina con la Avenida Príncipe de Asturias; derribado en 1962, en la actualidad los antiguos jardines están ocupados por edificios de viviendas. Varias secciones de la reja de palmito se encuentran en la puerta de acceso al Parque Güell, así como en la Casa-Museo Gaudí.8 En 1927 el Ayuntamiento de Barcelona le concedió el Premio al Mejor Edificio.9 La Casa Vicens está declarada monumento histórico-artístico en virtud del Decreto de 24 de julio de 1969 (Boletín Oficial del Estado de 20 de agosto de 1969).10 En julio del año 2005 la Casa Vicens fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.11 De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a navegación, búsqueda Para otros usos de este término, véase Templo expiatorio. Para otros usos de Sagrada Familia, véase Sagrada Familia (desambiguación).
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (en catalán Temple Expiatori de la Sagrada Família), conocido simplemente como la Sagrada Familia (Sagrada Família), es un gran templo católico de Barcelona (España), diseñado por el arquitecto catalán Antoni Gaudí. Iniciado en 1882, todavía está en construcción (octubre de 2010). Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana. La construcción comenzó en estilo neogótico, pero, al asumir el proyecto Gaudí en 1883, fue completamente replanteado. Según su proceder habitual, a partir de bocetos generales del edificio improvisó la construcción a medida que avanzaba. Se hizo cargo con sólo 31 años, dedicándole el resto de su vida, los últimos quince en exclusiva. Una de sus ideas más innovadoras fue el diseño de las elevadas torres cónicas circulares que sobresalen apuntadas sobre los portales, estrechándose con la altura. Las proyectó con una torsión parabólica dando una tendencia ascendente a toda la fachada, favorecida por multitud de ventanas que perforan la torre siguiendo formas espirales.1 El templo, cuando esté terminado, dispondrá de 18 torres: cuatro en cada una de las tres entradas-portales y, a modo de cúpulas, se dispondrá un sistema de seis torres, con la torre cimborio central, dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro alrededor de ésta, dedicadas a los evangelistas, y un segundo cimborio dedicado a la Virgen. El interior estará formado por innovadoras columnas arborescentes inclinadas y bóvedas basadas en hiperboloides y paraboloides buscando la forma óptima de la catenaria. En 1926 murió Gaudí; sólo se había construido una torre. Del proyecto del edificio sólo se conservaban planos y un modelo en yeso que resultó muy dañado durante la Guerra Civil española.2 Desde entonces han proseguido las obras: actualmente están terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, y se ha iniciado el de la Gloria, y están en ejecución las bóvedas interiores. La obra que realizó Gaudí, es decir, la fachada del Nacimiento y la cripta, ha sido incluida por la Unesco en el año 2005 en el Sitio del Patrimonio mundial «Obras de Antoni Gaudí». Es además, desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España.3 El templo será dedicado el 7 de noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI. En la ceremonia de dedicación al culto, la iglesia será elevada a la dignidad de basílica menor.4 La idea de construir un templo expiatorio dedicado a la Sagrada Familia en unos nuevos terrenos del Eixample barcelonés fue del librero Josep Maria Bocabella, para lo que fundó la Asociación de Devotos de San José. Para ello adquirió una manzana entera del Eixample en un lugar conocido como El Poblet, cerca del Camp de l'Arpa, en Sant Martí de Provençals, entre las calles Provença, Mallorca, y Sardenya. El solar costó 172.000 pesetas de la época.5
El proyecto fue encargado en primer lugar a Francisco de Paula del Villar y Lozano, que ideó un conjunto neogótico, desechando la idea de Bocabella de hacer una réplica del Santuario de Loreto (que se supone fue la casa de José y María en Nazaret).6 El proyecto de Villar consistía en una iglesia de tres naves, con los elementos típicos del gótico, como los ventanales alveolados, los contrafuertes exteriores y un alto campanario en forma de aguja. La primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882, día de San José, con la presencia del entonces obispo de Barcelona José María Urquinaona. Gaudí asistió a la ceremonia, ya que había trabajado como ayudante de Villar en varios proyectos; en ese momento no se podría imaginar que él pasaría a ser el arquitecto de dicha obra.7 Las obras no se iniciaron hasta el 25 de agosto de 1883, siendo adjudicadas al contratista Macari Planella i Roura.8 En 1883, Villar renunció por desavenencias con Joan Martorell, arquitecto asesor de Bocabella.9 El proyecto se ofreció al propio Martorell, pero al rehusar éste fue ofrecido a un joven Gaudí de 31 años. Gaudí había sido ayudante de Martorell en varias construcciones, hecho que motivó la recomendación del recién licenciado arquitecto, que aún no había ejecutado grandes obras. Al hacerse cargo Gaudí del proyecto lo modificó por entero -salvo la parte ya construida de la cripta-, imprimiéndole su estilo peculiar. Durante los restantes 43 años de su vida trabajó intensamente en la obra, los últimos 15 años de forma exclusiva. Esta dedicación tan intensa tiene su explicación, además de la magnitud de la obra, por el hecho de que Gaudí definía muchos aspectos a medida que la construcción avanzaba, en lugar de haberlos concretado previamente en sus planos e instrucciones. Por ello su presencia personal en la obra era de gran importancia. Durante la vida de Gaudí sólo se hizo la fachada del Nacimiento, con escultura de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala, contando con los dibujos de Ricard Opisso; sólo una de sus torres llegó a ver coronada Gaudí antes de su fallecimiento, la de San Bernabé. A la muerte de Gaudí se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes, durante los años 1926-1936, acabando las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento. Durante la Guerra Civil Española quedó destruido en su mayor parte el taller en el que Gaudí había trabajado, y donde se encontraban sus esbozos, maquetas y modelos. Por esta causa y por la particular manera de trabajar de Gaudí, no quedaron planos ni directrices acerca de cómo debía terminarse el templo. Por ello, cuando en 1944 se reemprendió la construcción de la Sagrada Familia, tuvo que definirse en primer lugar cómo debía procederse, para edificar el templo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí. Al frente de esta gigantesca tarea estuvieron los arquitectos Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluís Bonet i Garí, mientras que de la obra escultórica se encargó Jaume Busquets. Posteriormente, cuando se construyó la fachada de la Pasión, el conjunto principal de las figuras escultóricas le fue encargado a Josep Maria Subirachs. Las obras de este último han originado cierta polémica, debido a que ha creado esculturas totalmente contemporáneas alejadas del estilo realista que Gaudí incluyó en la fachada del Nacimiento. El escultor japonés Etsuro Sotoo ha colaborado en algunas esculturas de la fachada del Nacimiento. Desde 1987 las obras están bajo la dirección de Jordi Bonet i Armengol.
El proyecto fue encargado en primer lugar a Francisco de Paula del Villar y Lozano, que ideó un conjunto neogótico, desechando la idea de Bocabella de hacer una réplica del Santuario de Loreto (que se supone fue la casa de José y María en Nazaret).6 El proyecto de Villar consistía en una iglesia de tres naves, con los elementos típicos del gótico, como los ventanales alveolados, los contrafuertes exteriores y un alto campanario en forma de aguja. La primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882, día de San José, con la presencia del entonces obispo de Barcelona José María Urquinaona. Gaudí asistió a la ceremonia, ya que había trabajado como ayudante de Villar en varios proyectos; en ese momento no se podría imaginar que él pasaría a ser el arquitecto de dicha obra.7 Las obras no se iniciaron hasta el 25 de agosto de 1883, siendo adjudicadas al contratista Macari Planella i Roura.8 En 1883, Villar renunció por desavenencias con Joan Martorell, arquitecto asesor de Bocabella.9 El proyecto se ofreció al propio Martorell, pero al rehusar éste fue ofrecido a un joven Gaudí de 31 años. Gaudí había sido ayudante de Martorell en varias construcciones, hecho que motivó la recomendación del recién licenciado arquitecto, que aún no había ejecutado grandes obras. Al hacerse cargo Gaudí del proyecto lo modificó por entero -salvo la parte ya construida de la cripta-, imprimiéndole su estilo peculiar. Durante los restantes 43 años de su vida trabajó intensamente en la obra, los últimos 15 años de forma exclusiva. Esta dedicación tan intensa tiene su explicación, además de la magnitud de la obra, por el hecho de que Gaudí definía muchos aspectos a medida que la construcción avanzaba, en lugar de haberlos concretado previamente en sus planos e instrucciones. Por ello su presencia personal en la obra era de gran importancia. Durante la vida de Gaudí sólo se hizo la fachada del Nacimiento, con escultura de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala, contando con los dibujos de Ricard Opisso; sólo una de sus torres llegó a ver coronada Gaudí antes de su fallecimiento, la de San Bernabé. A la muerte de Gaudí se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes, durante los años 1926-1936, acabando las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento. Durante la Guerra Civil Española quedó destruido en su mayor parte el taller en el que Gaudí había trabajado, y donde se encontraban sus esbozos, maquetas y modelos. Por esta causa y por la particular manera de trabajar de Gaudí, no quedaron planos ni directrices acerca de cómo debía terminarse el templo. Por ello, cuando en 1944 se reemprendió la construcción de la Sagrada Familia, tuvo que definirse en primer lugar cómo debía procederse, para edificar el templo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí.
Al frente de esta gigantesca tarea estuvieron los arquitectos Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluís Bonet i Garí, mientras que de la obra escultórica se encargó Jaume Busquets. Posteriormente, cuando se construyó la fachada de la Pasión, el conjunto principal de las figuras escultóricas le fue encargado a Josep Maria Subirachs. Las obras de este último han originado cierta polémica, debido a que ha creado esculturas totalmente contemporáneas alejadas del estilo realista que Gaudí incluyó en la fachada del Nacimiento. El escultor japonés Etsuro Sotoo ha colaborado en algunas esculturas de la fachada del Nacimiento. Desde 1987 las obras están bajo la dirección de Jordi Bonet i Armengol.
Gaudí enseña las obras de la Sagrada Familia al nuncio del Vaticano, Francesco Ragonesi (1915). En aquella ocasión monseñor Ragonesi calificó a Gaudí como “el Dante de la arquitectura”.10 Uno de los puntos que ha suscitado mayor controversia en torno a la Sagrada Familia es su ubicación en el entramado urbanístico de Barcelona: cuando comenzaron las obras se encontraba en un descampado, pero pronto fue integrada en el rápido desarrollo producido en la ciudad a principios del siglo XX. En 1905 Gaudí realizó un proyecto para englobar la Sagrada Familia dentro del Plan Jaussely, el nuevo proyecto de ensanche barcelonés: concibió situar el templo dentro de una zona ajardinada en forma de estrella octogonal, que habría proporcionado una visión óptima del templo desde todas las zonas circundantes. Finalmente, debido al coste de los terrenos, redujo el proyecto a una estrella de cuatro puntas, que permitía una amplia visión desde todos los vértices.11 Sin embargo, el plan de Gaudí finalmente no se llevó a cabo: en 1975 el Ayuntamiento de Barcelona realizó un estudio urbanístico que preveía habilitar una zona en forma de cruz en torno a la Sagrada Familia, con cuatro plazas ajardinadas en cada punta del templo;12 aun así, en la actualidad sólo existen dos de estas plazas, y la creación de las nuevas supondría el derribo de varios edificios, por lo que aún se estudia la solución ideal para enmarcar la Sagrada Familia en el entorno que merece. La Sagrada Familia ha tenido varios eventos destacados: en 1920 se celebró el Año Jubilar de San José con procesiones, peregrinaciones y misas, y se cantó el Aleluya de Händel por mil cantantes de orfeones venidos de toda Cataluña, dirigidos por Lluís Millet.13 En 1953, con motivo del 35º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Barcelona, se inauguró la iluminación artística de la fachada del Nacimiento.14 En 1981 se abrió la plaza Gaudí frente a la Sagrada Familia, con un proyecto de jardines de Nicolau Maria Rubió i Tudurí, donde destaca el estanque, en cuyas aguas queda reflejado el templo.15 Al año siguiente, con motivo del centenario de la colocación de la primera piedra, el templo recibió la visita del papa Juan Pablo II.16 Igualmente, el 18 de marzo de 2007 se conmemoró el 125 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo con una fiesta, conciertos y bailando una sardana (La santa espina) alrededor de todo el templo.17 La Sagrada Familia es escenario habitual de numerosos actos culturales y encuentros religiosos.
El templo Cuando Gaudí empezó a dirigir la construcción del templo, sólo estaba construida la cripta, en la que modificó los capiteles, que pasaron de ser de estilo corintio a otro estilo inspirado en motivos vegetales. Gaudí evolucionó desde el primer proyecto neogótico hacia su estilo particular naturalista, orgánico, adaptado a la naturaleza; una de sus fuentes de inspiración fue la Cueva del Salnitre en Collbató (Barcelona), así como la montaña de Montserrat. Gaudí opinaba que el gótico era imperfecto, porque sus formas rectas, su sistema de pilares y arbotantes no reflejaba las leyes de la naturaleza, que según él es propensa a las formas geométricas regladas, como son el paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.18 Las superficies regladas son formas generadas por una recta, denominada generatriz, al desplazarse sobre una línea o varias, denominadas directrices. Gaudí las halló en abundancia en la naturaleza, como por ejemplo en juncos, cañas o huesos; decía que no existe mejor estructura que un tronco de árbol o un esqueleto humano. Estas formas son a la vez funcionales y estéticas, y Gaudí las empleó con gran sabiduría, sabiendo adaptar el lenguaje de la naturaleza a las formas estructurales de la arquitectura. Gaudí asimilaba la forma helicoidal al movimiento, y la hiperboloidal a la luz. Gaudí fue modificando su concepción del templo a lo largo de los años, ya que las interrupciones de las obras por falta de recursos económicos le dieron tiempo para buscar nuevas soluciones estructurales. Asimismo, aprovechó su experimentación en otros proyectos para incorporar en la Sagrada Familia sus innovaciones más exitosas: la cripta de la Colonia Güell, así como las galerías y viaductos del Parque Güell, le sirvieron para adoptar nuevas soluciones arquitectónicas basadas en hiperboloides y paraboloides, así como en columnas helicoidales. Igualmente, las torres de la Sagrada Familia estaban inspiradas en un proyecto no realizado para unas Misiones Católicas Franciscanas en Tánger (1892), encargado por el marqués de Comillas.19 Para Gaudí un elemento clave en su forma de concebir la estructura era el arco parabólico o catenario, también llamado funicular de fuerzas, que utilizó como elemento más adecuado para soportar las presiones. Mediante la simulación de distintos polifuniculares experimentales determinó la forma óptima de la estructura para soportar las presiones de los arcos y las bóvedas, primero en la cripta de la Colonia Güell y después en la Sagrada Familia. Gaudí desarrolló un modelo a escala de cordeles entretejidos de los que se suspendían pequeños sacos de perdigones que simulaban los pesos; así determinaba el funicular de fuerzas y la forma de la estructura. Por tanto, a partir del estado de cargas, simulados con los saquitos de perdigones, determinó experimentalmente la forma idónea de la estructura –que él llamó estereostática–, que reproducía la estructura óptima para trabajar a tracción, y que, invirtiéndola, se obtenía la estructura idónea para trabajar a compresión (ver maqueta funicular de Rainer Gräfe).20 Gaudí concibió la Sagrada Familia como si fuese la estructura de un bosque, con un conjunto de columnas arborescentes divididas en diversas ramas para sustentar una estructura de bóvedas de hiperboloides entrelazados. Las columnas las inclinó para recibir mejor las presiones perpendiculares a su sección; además, les dio forma helicoidal de doble giro (dextrógiro y levógiro), como en las ramas y troncos de los árboles. Por el conjunto de elementos aplicados en las columnas -inclinación, forma helicoidal, ramificación en varias columnas más pequeñas- consiguió una sencilla forma de soportar el peso de las bóvedas sin necesidad de contrafuertes exteriores.21
Diseñó una planta en cruz latina con el altar mayor sobre la cripta, rodeado de siete capillas absidiales; frente al altar, un crucero de tres naves, con los portales del Nacimiento y la Pasión; en sentido longitudinal el cuerpo central, de cinco naves, con el Portal de la Gloria. La planta tiene unas dimensiones de 110 x 80 metros; la zona edificada tendrá una superficie total de 4.500 m². Su capacidad será de 14.000 personas.22 El conjunto incluirá además: un claustro que circundará la iglesia, previsto para la realización de procesiones y para aislar el templo del exterior; junto al presbiterio estarán las sacristías y, entre ellas, la capilla de la Asunción; a los pies de la iglesia, las grandes capillas circulares del Bautismo y la Penitencia; interiormente, el templo dispondrá de triforios o galerías para cantores. El templo tendrá 18 torres, cuatro en cada una de las tres puertas haciendo un total de 12 por los apóstoles, en el centro la torre cimborio dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro de los evangelistas alrededor de la torre cimborio, y sobre el ábside otro cimborio dedicado a la Virgen. Las torres tienen perfil parabólico, y disponen de unas escaleras helicoidales que dejan la parte central hueca para situar allí unas campanas tubulares dispuestas como carillón. Junto al templo Gaudí construyó varios edificios anexos: la casa del capellán (construida en 1887 y reformada entre 1906 y 1912), sencilla construcción de ladrillo, a la que se adosaron diversos espacios destinados a despacho de Gaudí, un taller de maquetas, un laboratorio de fotografía y una sala de actos; y las Escuelas de la Sagrada Familia (1909), pequeño edificio destinado a escuela para los hijos de los obreros que trabajaban en la obra.23 Gaudí concibió una compleja iconografía que basó exclusivamente en su condición de templo católico y en el culto religioso, adaptando todos los elementos a los ritos litúrgicos. Para ello se inspiró principalmente en El Año Litúrgico de Prosper Guéranger,19 recopilación de todos los cultos y festividades religiosas producidos al cabo del año, así como en el Misal Romano y el Ceremonial de obispos. Para Gaudí, la Sagrada Familia era un himno de alabanza a Dios, en que cada piedra era una estrofa. El exterior del templo representa a la Iglesia, a través de los apóstoles, los evangelistas, la Virgen y Jesús, cuya torre principal simboliza el triunfo de la Iglesia; el interior alude a la Iglesia universal, y el crucero a la Jerusalén Celestial, símbolo místico de la paz.24 Gaudí diseñó personalmente muchas de las esculturas de la Sagrada Familia, aplicando un curioso método de trabajo ideado por él: en primer lugar hacía un profundo estudio anatómico de la figura, centrándose en las articulaciones -para lo que estudió detenidamente la estructura del esqueleto humano-; a veces se servía de muñecos confeccionados con alambre para probar la postura adecuada de la figura a esculpir. En segundo lugar, realizaba fotografías de los modelos, utilizando un sistema de espejos que proporcionaban múltiples perspectivas. A continuación, hacía moldes en yeso de las figuras, tanto de personas como de animales (en una ocasión tuvo que izar un burro para que no se moviese). Sobre estos moldes hacía correcciones en las proporciones para conseguir una perfecta visión de la figura dependiendo de su ubicación en el templo (más grandes cuanto más elevadas). Por último, se escu
La Cripta Comenzada en 1882 según el proyecto de Francisco del Villar, al hacerse cargo Gaudí de las obras, el 3 de noviembre de 1883, transformó los pilares añadiéndoles capiteles con motivos naturalistas; también elevó la bóveda y rodeó la cripta de un foso para tener iluminación y ventilación directas. Los primeros planos de Gaudí para la Sagrada Familia fueron de la capilla de San José, construida entre 1884 y 1885, fecha de la celebración de la primera misa. Las obras de la cripta se prolongarían hasta 1891. La cripta se compone de siete capillas dedicadas a la Sagrada Familia de Jesús: San José, el Sagrado Corazón, la Inmaculada Concepción, San Joaquín, Santa Ana, San Juan y la capilla de Santa Isabel y San Zacarías. Están dispuestas en forma de rotonda, frente a la cual se sitúan otras cinco capillas en línea recta: la central que alberga el altar, flanqueada por las capillas de Nuestra Señora del Carmen (donde está enterrado Gaudí), de Jesucristo, de Nuestra Señora de Montserrat y del Santo Cristo (donde tiene sepultura Josep Maria Bocabella). El altar está presidido por un relieve de la Sagrada Familia, obra de Josep Llimona. Cabe destacar asimismo la clave de la bóveda central con un relieve policromado dedicado a la Anunciación, obra de Joan Flotats, así como la imagen de San José de Maximí Sala Sánchez, en la capilla homónima. La cripta está circundada por un mosaico romano de "opus tesselatum" donde están representados la viña y el trigo, símbolos de la Eucaristía, obra del mosaicista italiano Mario Maragliano.26 Las pilas de agua bendita de la cripta están hechas con unas grandes conchas marinas (tridacna gigas) procedentes de Filipinas, que le proporcionaba a Gaudí el marqués de Comillas.27 Algunas de las lámparas de la cripta las hizo Gaudí con sus propias manos, ya que el médico le había recomendado trabajos manuales para combatir el reumatismo.28 El escultor Carles Mani realizó los trabajos de retoque de los capiteles y un modelo de Cristo a medida reducida para la Cripta.29 La cripta de la Sagrada Familia, junto con el taller de construcción, sufrió importantes destrozos el 21 de julio de 1936 en un incendio provocado durante la quema de iglesias de Barcelona en la Guerra Civil. Este atentado destruyó y dañó para siempre algunas de las maquetas, planos y documentos del proyecto original de Gaudí, y es por ello que su continuación a día de hoy no es el proyecto original del arquitecto. En ese mismo acto también fue profanada la tumba del fundador del templo, Josep Maria Bocabella, aunque por fortuna la de Gaudí quedó intacta, como pudieron comprobar sus discípulos al abrir el sepulcro en 1939.30 Desde 1930 la cripta es utilizada como iglesia parroquial, hasta la finalización del templo. El ábside ocupa la cabecera del templo, entre las fachadas del Nacimiento y la Pasión; en su centro se situará la capilla de la Asunción, y tendrá dos sacristías en los laterales, intercomunicadas por el claustro, que rodeará todo el recinto. Gaudí dedicó el conjunto del ábside a la Virgen María, de la que era gran devoto. El proyecto contiene siete capillas absidiales dedicadas a los siete dolores y gozos de San José, según deseos del fundador Bocabella.31 De inspiración gótica, al encontrarse sobre la cripta sigue su misma estructura. Su construcción se realizó de 1891 a 1893. La Capilla de la Asunción tendrá forma de litera de piedra, evocando la litera con que se sacaba en procesión a la llamada Virgen de Agosto de la Catedral de Gerona; Gaudí se inspiró en la obra de Lluís Bonifaç de la seo gerundense, reproduciendo en la capilla detalles como los cortinajes, la corona, los pilares y los ángeles.32 La capilla estará rematada por una linterna de 30 metros de altura, culminada con una corona flanqueada en sus cuatro lados por ángeles, y la inscripción Salve, Regina, Mater misericordiae. En el interior figurará la Santísima Trinidad en la cúpula coronando a María, rodeada de ángeles –como advocación de Nuestra Señora de los
Ángeles–; en la galería habrá 12 ángeles –por las 12 estrellas de la corona de la Virgen– con los frutos del Espíritu Santo; bajo la galería estará la muerte de la Virgen, la de San José, la presentación de María en el templo por San Joaquín y Santa Ana y las bodas de Canaán. En los portales estarán los santos de advocaciones barcelonesas, San Roque y San José Oriol.Las sacristías tendrán una altura de 35 metros, sobre una base de 18 x 18. Constarán de doce caras con ventanas triangulares, cubiertas por una cúpula decorada con mosaico y rematada por la figura de un vendimiador y un cordero –símbolos de Jesucristo–, así como las invocaciones del Apocalipsis: Benedictio, Claritas, Sapientia, Gratiarum actio, Honor, Virtus y Fortitudo, repartidas en un círculo de escamas.33 Las barandas altas de las capillas llevarán decoración floral de la antífona del Pequeño Oficio de la Bienaventurada Virgen María: cedro, palma, ciprés, cinamomo, rosa, olivo y bálsamo. Las linternas de las capillas tendrán los símbolos de las antífonas de la última semana de Adviento, conocidas como “antífonas de la O”:34 • O Sapientia: sabiduría, con un león y un cordero como unión de la fuerza y la mansedumbre. • O Adonai: invocación hebraica de Dios (corona ducal y cetro). • O Radix Jesse: vara de Jesé. • O Clavis David: llave como signo de dominio. • O Oriens: sol como símbolo de justicia. • O Rex Gentium: piedra angular (piedra con el anagrama de Jesús y corona real). • O Emmanuel rex: rey y legislador (manto real, espada y tablas de la Ley). El ábside contiene una profusa decoración escultórica donde destacan las estatuas dedicadas a santos fundadores de órdenes religiosas (San Antonio Abad, San Benito de Nursia, Santa Escolástica, San Bruno, San Francisco de Asís, Santa Clara, San Bernardo de Claraval y Santa Teresa de Jesús), así como los anagramas de Jesús (la inicial de su nombre rodeada por una corona de espinas), de la Virgen (su inicial con la corona de Reina de los Cielos y la Tierra) y San José (su inicial acompañada de narcisos, flores que evocan la pureza y castidad). Asimismo, se encuentran numerosos elementos de la naturaleza como hierbas (principalmente el trigo, como símbolo de la Eucaristía) y animales (serpiente, camaleón, caracol, lagartija, rana, salamandra, etc), que hacen de gárgolas.
Fachada del Nacimiento Al estar dedicada al acontecimiento gozoso del nacimiento de Jesús, esta fachada presenta una decoración exultante donde todos los elementos son evocadores de la vida. Se centra en la faceta más humana y familiar de Jesús, con una amplia profusión de elementos populares, como herramientas y animales domésticos. Orientada al levante (nordeste), está dividida en tres pórticos, dedicados a las virtudes teologales: de la Esperanza a la izquierda, de la Fe a la derecha, y de la Caridad en el centro, con la Puerta de Jesús y rematada por el Árbol de la Vida. La fachada culmina con las torres-campanario dedicadas a San Matías, San Judas Tadeo, San Simón y San Bernabé. Fue construida entre 1894 y 1930. La escultura es de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala. Los pórticos están separados por dos grandes columnas: la de José entre el pórtico de la Esperanza y el de la Caridad, y la de María, entre el pórtico de la Caridad y el de la Fe. En la base de las columnas está representada una tortuga (una de tierra y una de mar) como símbolo de lo inalterable en el tiempo; los fustes crecen en espiral, mientras que los capiteles son en forma de hojas de palma, de las que surgen racimos de dátiles cubiertos de nieve (por el invierno, fecha de la natividad de Jesús), que dan apoyo a dos ángeles con trompetas que anuncian el nacimiento de Jesús. En contraste con las tortugas, a ambos lados de la fachada se situaron camaleones, símbolos del cambio. En el proyecto original de Gaudí esta fachada debía estar policromada, pintando de diversos colores las arquivoltas de los tres pórticos; así, todas la estatuas habrían sido pintadas, tanto las de figuras humanas como las de flora y fauna y demás objetos.35 Esta fachada fue la elegida por Gaudí para dar una idea global de la estructura y decoración del templo: como era consciente de que no podría terminar el proyecto en el transcurso de su vida, en vez de ir construyendo el templo en su conjunto de forma lineal prefirió construir una fachada completa en toda su verticalidad, para dar una muestra completa de cómo debía ser el resto. Escogió esta fachada por ser, en su opinión, la que podría ser más atractiva para el público, fomentando así la continuación de la obra tras su muerte; en sus propias palabras: “Si en vez de hacer esta fachada decorada, ornamentada, turgente, hubiese comenzado por La Pasión, dura, pelada, como hecha de huesos, la gente se habría retraído”.36
Pórtico de la Caridad Es el mayor de los tres, y está dedicado a Jesús. Simulando ser el Portal de Belén, desarrolla una serie de escenas sobre el nacimiento de Jesús: la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Adoración de los pastores y la Coronación de María; las dos Adoraciones son obra de Joaquim Ros i Bofarull (1981-1982). También encontramos la estrella de Belén y los signos del Zodíaco, dispuestos como estaban la noche que nació Jesús, así como ángeles músicos (con instrumentos clásicos: arpa, fagot, violín; y populares: guitarra, pandereta y gaita), el cordero como símbolo de inocencia, el perro como símbolo de fidelidad y las 59 cuentas del rosario rodeando el ventanal. En el dintel de las puertas figura la inscripción Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.37 En la Puerta de Jesús destaca el gran pilar con el árbol genealógico de Jesús; en su base está la serpiente mordiendo la manzana, símbolo del pecado original, y sobre el capitel se sitúa el grupo del Nacimiento, obra de Jaume Busquets (1958). El Coro de ángeles niños, destruido en la Guerra Civil, ha sido realizado de nuevo por Etsuro Sotoo. Los ángeles sostienen una inscripción que dice: Jesus est natus. Venite, adoremus, ante cuyo mensaje los pájaros van el pie de la cuna, según el villancico popular catalán El cant dels ocells (El canto de los pájaros).38 El pórtico culmina en el Árbol de la Vida, que representa el triunfo de la vida y el legado de Jesús. Aquí encontramos el anagrama de Jesús con las letras JHS (de Jesuchristus, o de Jesus Hominum Salvator, Jesús Salvador de la Humanidad), en una cruz griega, con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Está rodeado de ángeles incensarios y ángeles portadores del pan y el vino, símbolo de la Eucaristía. Sobre el anagrama encontramos un pelícano, primitivo símbolo cristiano que representa igualmente la Eucaristía, con un huevo símbolo del origen y la plenitud de la vida y la Naturaleza. En sentido ascendente se hallan dos escaleras como ascensión a Dios, y un ciprés que simboliza la vida eterna, con un grupo de palomas que representan los fieles que acuden a Dios. Por último, encontramos una representación de la Santísima Trinidad, con la letra griega tau, inicial del nombre de Dios en griego (Theos), la X de Jesús (por la letra griega ji, inicial de Cristo en griego) y la paloma del Espíritu Santo. Pórtico de la Esperanza Dedicado a la Virgen María, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), El sabio y el Niño Jesús (Jesús lleva en la mano una paloma muerta, símbolo de humildad), la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en que José es el timonel que conduce a la Iglesia Católica (la fisonomía de José corresponde a la del propio Gaudí, como homenaje de los trabajadores del templo tras su muerte).39 También podemos observar la colocación de diversas herramientas (una sierra, una maza, un cincel, una escuadra, un destornillador, un martillo, un hacha), animales domésticos como ocas, gansos o patos como alusión a la fauna del Nilo, así como flora de Egipto (papiros, lotos, nenúfares, parras, etc). El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante a los peñascos de Montserrat (concretamente el Cavall Bernat), con la inscripción Sálvanos.
Pórtico de la Fe Dedicado a San José, percibimos las siguientes escenas: la Inmaculada Concepción, en que aparece la Virgen sobre una lámpara de tres brazos, en referencia a la Santísima Trinidad; la Visitación, la Virgen visita a su prima Isabel; La presentación de Jesús en el templo, donde el Niño Jesús aparece en brazos del sacerdote Simeón y, a su lado, aparece la profetisa Ana, que reconoce en Jesús al Mesías; Jesús trabajando de carpintero; y Jesús predicando en el templo, entre las figuras de San Juan Bautista y San Zacarías. También encontramos el Corazón de Jesús, cubierto de espinas y de abejas místicas que liban su sangre; la Divina Providencia, en forma de mano con el ojo que todo lo ve; uvas y espigas como símbolo de la Eucaristía; y flora de Palestina (preferentemente hojas de palma, símbolo del martirio).
Fachada de la Pasión La fachada de la Pasión se empezó a construir en 1954 según los dibujos y explicaciones que había dejado Gaudí; las torres se acabaron en 1976, y desde entonces se trabaja en la decoración escultórica. Gaudí proyectó esta fachada durante una convalecencia por unas fiebres de Malta en Puigcerdà, en 1911.40 Dedicada a la Pasión de Jesús pretende reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, semejando un esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Tan sólo figuran los grupos escultóricos del ciclo pasional de Jesús, obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático; Subirachs comenzó su obra en 1987, en la que todavía trabaja (octubre de 2010). El propio Gaudí describía su concepción de la fachada de la Pasión de la siguiente manera: “Alguien encontrará esta puerta demasiado extravagante; pero yo querría que haga miedo, y para conseguirlo no ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto. Es más, estoy dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del Sacrificio”.41 Boceto de Gaudí de la Fachada de la Pasión (1911). Orientada al poniente (suroeste), la fachada está sostenida por seis grandes columnas inclinadas, que semejan troncos de secuoya, sobre las que se emplaza un gran frontón de forma piramidal constituido por 18 columnas en forma de hueso, rematado por una gran cruz con una corona de espinas. Las torres están dedicadas a los apóstoles Santiago el Menor, Santo Tomás, San Felipe y San Bartolomé. La fachada de la Pasión tiene tres pórticos igualmente dedicados a la Fe, Esperanza y Caridad, donde destacan las puertas de bronce creadas por Subirachs. El pórtico central –de la Caridad– tiene dos puertas dedicadas al Evangelio, con los textos evangélicos que narran los últimos días de Jesús, separadas por un parteluz con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Frente a las Puertas del Evangelio se sitúa la columna de La Flagelación, que sustituye la cruz inicialmente prevista por Gaudí;
por ello, Subirachs dividió la columna en cuatro bloques, simbolizando las cuatro partes de la cruz. Tiene cinco metros de altura, y está realizada en mármol travertino. Otros detalles destacados de la columna son: el nudo, que simboliza las torturas sufridas por Jesús; el fósil, hallado en el bloque de mármol según Subirachs, y que tiene forma de palmera, símbolo del martirio; y la caña que los soldados dieron a Jesús en vez del cetro real, como símbolo del escarnio sufrido por el Redentor. Los tres escalones simbolizan los tres días que transcurrieron hasta la resurrección.42
Detalle de la Puerta de la Coronación de espinas, con una inscripción de La Divina Comedia de Dante: "Mi deseo debe tener fin en este maravilloso y angélico templo, cuyos únicos confines son el amor y la luz" (Paraíso, XXVIII, 52-54). El pórtico de la Fe presenta la Puerta de Getsemaní, dedicada a la oración de Jesús en el huerto de los olivos. Vemos las imágenes de Jesús orando, mientras que sus discípulos duermen. Aparece un poliedro procedente del grabado La Melancolía de Alberto Durero, y la inscripción Jesús cayó sobre su rostro, orando: padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz; pero que se haga no como yo quiero, sino como queréis vos (San Mateo 26, 39). El pórtico de la Esperanza presenta la Puerta de la Coronación de espinas, donde aparece Jesús escarnecido con la corona de espinas, el manto y la caña, como burla de su condición de rey, junto a la inscripción Y los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura; y le decían: “salve, rey de los judíos”; y le daban bofetadas (Juan 19, 2). En otra escena, Jesús es conducido ante Herodes y Pilatos. Incluye además una cita de La Divina Comedia de Dante y un poema de La pell de brau (La piel de toro) de Salvador Espriu.43 El ciclo escultórico de la Pasión está instalado en tres niveles, siguiendo un orden ascendente en forma de S, para reproducir el Calvario de Jesús:44 • Nivel inferior: contiene las escenas de la última noche de Jesús antes de la crucifixión. La Última Cena presenta a Jesús con los doce apóstoles, en el momento en que Judas le traicionará; figura la inscripción Lo que vas a hacer, hazlo deprisa (Juan, 13, 27). Pedro y los soldados es el momento en que Pedro corta la oreja a Malco, el criado del Gran Sacerdote. En El beso de Judas las figuras están toscamente talladas para sugerir una visión nocturna; detrás de Judas se sitúa la serpiente que simboliza el demonio. La negación de Pedro contiene tres figuras de mujer que representan las tres veces que Pedro negó a Jesús; el apóstol está envuelto en una sábana como símbolo de su cobardía. Junto a esta escena, se sitúa un laberinto, como símbolo de la inescrutabilidad de los designios divinos, a la vez que representa el camino de Jesús hacia el Calvario. En Ecce Homo Jesús es presentado con la corona de espinas; junto a la escena hay una columna con el águila romana y la inscripción Tiberio, emperador de Roma. Por último figura El juicio de Jesús, en que Pilatos se lava las manos.
• Nivel medio: representa el Calvario de Jesús. Aparece en primer lugar Las Tres Marías y Simón de Cirene, en que éste ayuda con la cruz a Jesús, rodeado por la Virgen, María Magdalena y María de Cleofás. La Verónica muestra el rostro de Jesús marcado en negativo en la tela de la mujer que le limpió el sudor; la figura de Verónica no tiene rostro para no interferir con la imagen de Jesús; aquí Subirachs hace un homenaje a Gaudí, dándole su fisonomía a la figura del evangelista situado a la izquierda, así como en la forma de los cascos de los soldados, que evocan las chimeneas de la Casa Milà. Cierra el ciclo El soldado Longino, que clavó su lanza a Jesús aunque luego se convirtió al cristianismo. • Nivel superior: figura la muerte y entierro de Jesús. Comienza el nivel con Soldados jugando a los dados las vestiduras de Jesús. La crucifixión es la escena principal del pórtico, con Jesús colgado en la cruz –que es de seis brazos, como las típicamente gaudinianas–, que está hecha de hierro, con una I pintada en rojo en la viga central, símbolo del INRI; aparecen de nuevo las tres Marías y San Juan, y figuran también en la escena un cráneo, símbolo de la muerte (y del Gólgota), y una luna, que representa la noche. El velo rasgado es una estructura de bronce que representa el velo del Templo de Jerusalén, que se rasgó a la muerte de Jesús. Por último, en El entierro figuran José de Arimatea y Nicodemo depositando el cuerpo de Jesús en el sepulcro, junto a la Virgen María y un huevo símbolo de la resurrección. La efigie de Nicodemo es un autorretrato del escultor Subirachs.45 En el frontón figurará la leyenda Jesus Nazarenus, Rex Judeorum y, sobre él, habrá cruces de todos los ritos y países, así como dos grupos de estatuas: los profetas, que surgen del limbo para seguir a Jesús crucificado, junto al cordero del sacrificio de Abraham; y los patriarcas, surgiendo igualmente del limbo, acompañados del león de Judá, vencedor de la muerte.46 • Profetas: Isaías, Jeremías, Zacarías, Ezequiel, Daniel, Jonás y Juan Bautista. • Patriarcas: Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Samuel, David y San José. En un nivel superior se situará la Resurrección de Jesús, con el ángel custodio, María Magdalena y María Salomé. Finalizan el ciclo de la Pasión: Cristo resucitado, en el ventanal del crucero; y la Ascensión de Jesús, en el puente que une las torres de San Bartolomé y Santo Tomás, a 60 metros de altura, obra de Subirachs realizada en bronce, instalada en 2005.47 Fachada de la Gloria La fachada de la Gloria será la más grande y monumental; es la fachada principal, la que da acceso a la nave central. Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la Muerte, el Juicio Final y la Gloria, así como el Infierno, para todo aquel que se aparta del dictado de Dios. Gaudí esbozó tan sólo las líneas generales de esta fachada, ya que era consciente de que no la haría él en vida, sino los que continuasen su obra: “El fragmento de maqueta de los campanarios de la fachada principal no lo completaré ni lo desarrollaré. He decidido dejarla sólo programada para que otra generación colabore en el
Pórtico de la Caridad Es el mayor de los tres, y está dedicado a Jesús. Simulando ser el Portal de Belén, desarrolla una serie de escenas sobre el nacimiento de Jesús: la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Adoración de los pastores y la Coronación de María; las dos Adoraciones son obra de Joaquim Ros i Bofarull (1981-1982). También encontramos la estrella de Belén y los signos del Zodíaco, dispuestos como estaban la noche que nació Jesús, así como ángeles músicos (con instrumentos clásicos: arpa, fagot, violín; y populares: guitarra, pandereta y gaita), el cordero como símbolo de inocencia, el perro como símbolo de fidelidad y las 59 cuentas del rosario rodeando el ventanal. En el dintel de las puertas figura la inscripción Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.37 En la Puerta de Jesús destaca el gran pilar con el árbol genealógico de Jesús; en su base está la serpiente mordiendo la manzana, símbolo del pecado original, y sobre el capitel se sitúa el grupo del Nacimiento, obra de Jaume Busquets (1958). El Coro de ángeles niños, destruido en la Guerra Civil, ha sido realizado de nuevo por Etsuro Sotoo. Los ángeles sostienen una inscripción que dice: Jesus est natus. Venite, adoremus, ante cuyo mensaje los pájaros van el pie de la cuna, según el villancico popular catalán El cant dels ocells (El canto de los pájaros).38 El pórtico culmina en el Árbol de la Vida, que representa el triunfo de la vida y el legado de Jesús. Aquí encontramos el anagrama de Jesús con las letras JHS (de Jesuchristus, o de Jesus Hominum Salvator, Jesús Salvador de la Humanidad), en una cruz griega, con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Está rodeado de ángeles incensarios y ángeles portadores del pan y el vino, símbolo de la Eucaristía. Sobre el anagrama encontramos un pelícano, primitivo símbolo cristiano que representa igualmente la Eucaristía, con un huevo símbolo del origen y la plenitud de la vida y la Naturaleza. En sentido ascendente se hallan dos escaleras como ascensión a Dios, y un ciprés que simboliza la vida eterna, con un grupo de palomas que representan los fieles que acuden a Dios. Por último, encontramos una representación de la Santísima Trinidad, con la letra griega tau, inicial del nombre de Dios en griego (Theos), la X de Jesús (por la letra griega ji, inicial de Cristo en griego) y la paloma del Espíritu Santo. Pórtico de la Esperanza Dedicado a la Virgen María, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), El sabio y el Niño Jesús (Jesús lleva en la mano una paloma muerta, símbolo de humildad), la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en que José es el timonel que conduce a la Iglesia Católica (la fisonomía de José corresponde a la del propio Gaudí, como homenaje de los trabajadores del templo tras su muerte).39 También podemos observar la colocación de diversas herramientas (una sierra, una maza, un cincel, una escuadra, un destornillador, un martillo, un hacha), animales domésticos como ocas, gansos o patos como alusión a la fauna del Nilo, así como flora de Egipto (papiros, lotos, nenúfares, parras, etc). El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante a los peñascos de Montserrat (concretamente el Cavall Bernat), con la inscripción Sálvanos. Pórtico de la Fe
Dedicado a San José, percibimos las siguientes escenas: la Inmaculada Concepción, en que aparece la Virgen sobre una lámpara de tres brazos, en referencia a la Santísima Trinidad; la Visitación, la Virgen visita a su prima Isabel; La presentación de Jesús en el templo, donde el Niño Jesús aparece en brazos del sacerdote Simeón y, a su lado, aparece la profetisa Ana, que reconoce en Jesús al Mesías; Jesús trabajando de carpintero; y Jesús predicando en el templo, entre las figuras de San Juan Bautista y San Zacarías. También encontramos el Corazón de Jesús, cubierto de espinas y de abejas místicas que liban su sangre; la Divina Providencia, en forma de mano con el ojo que todo lo ve; uvas y espigas como símbolo de la Eucaristía; y flora de Palestina (preferentemente hojas de palma, símbolo del martirio).
Fachada de la Pasión La fachada de la Pasión se empezó a construir en 1954 según los dibujos y explicaciones que había dejado Gaudí; las torres se acabaron en 1976, y desde entonces se trabaja en la decoración escultórica. Gaudí proyectó esta fachada durante una convalecencia por unas fiebres de Malta en Puigcerdà, en 1911.40 Dedicada a la Pasión de Jesús pretende reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, semejando un esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Tan sólo figuran los grupos escultóricos del ciclo pasional de Jesús, obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático; Subirachs comenzó su obra en 1987, en la que todavía trabaja (octubre de 2010). El propio Gaudí describía su concepción de la fachada de la Pasión de la siguiente manera: “Alguien encontrará esta puerta demasiado extravagante; pero yo querría que haga miedo, y para conseguirlo no ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto. Es más, estoy dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del Sacrificio”.41 Boceto de Gaudí de la Fachada de la Pasión (1911). Orientada al poniente (suroeste), la fachada está sostenida por seis grandes columnas inclinadas, que semejan troncos de secuoya, sobre las que se emplaza un gran frontón de forma piramidal constituido por 18 columnas en forma de hueso, rematado por una gran cruz con una corona de espinas. Las torres están dedicadas a los apóstoles Santiago el Menor, Santo Tomás, San Felipe y San Bartolomé. La fachada de la Pasión tiene tres pórticos igualmente dedicados a la Fe, Esperanza y Caridad, donde destacan las puertas de bronce creadas por Subirachs. El pórtico central –de la Caridad– tiene dos puertas dedicadas al Evangelio, con los textos evangélicos que narran los últimos días de Jesús, separadas por un parteluz con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Frente a las Puertas del Evangelio se sitúa la columna de La Flagelación, que sustituye la cruz inicialmente prevista por Gaudí; por ello, Subirachs dividió la columna en cuatro bloques, simbolizando las cuatro partes de la cruz. Tiene cinco metros de altura, y está realizada en mármol travertino. Otros detalles destacados de la columna son: el nudo, que simboliza las torturas sufridas por Jesús; el fósil, hallado en el bloque de mármol según Subirachs, y que tiene forma de palmera, símbolo del martirio; y la caña que los soldados dieron a Jesús en vez del cetro real, como símbolo del escarnio sufrido por el Redentor. Los tres escalones simbolizan los tres días que transcurrieron hasta la resurrección.42
Detalle de la Puerta de la Coronación de espinas, con una inscripción de La Divina Comedia de Dante: "Mi deseo debe tener fin en este maravilloso y angélico templo, cuyos únicos confines son el amor y la luz" (Paraíso, XXVIII, 52-54). El pórtico de la Fe presenta la Puerta de Getsemaní, dedicada a la oración de Jesús en el huerto de los olivos. Vemos las imágenes de Jesús orando, mientras que sus discípulos duermen. Aparece un poliedro procedente del grabado La Melancolía de Alberto Durero, y la inscripción Jesús cayó sobre su rostro, orando: padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz; pero que se haga no como yo quiero, sino como queréis vos (San Mateo 26, 39). El pórtico de la Esperanza presenta la Puerta de la Coronación de espinas, donde aparece Jesús escarnecido con la corona de espinas, el manto y la caña, como burla de su condición de rey, junto a la inscripción Y los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura; y le decían: “salve, rey de los judíos”; y le daban bofetadas (Juan 19, 2). En otra escena, Jesús es conducido ante Herodes y Pilatos. Incluye además una cita de La Divina Comedia de Dante y un poema de La pell de brau (La piel de toro) de Salvador Espriu.43 El ciclo escultórico de la Pasión está instalado en tres niveles, siguiendo un orden ascendente en forma de S, para reproducir el Calvario de Jesús:44 • Nivel inferior: contiene las escenas de la última noche de Jesús antes de la crucifixión. La Última Cena presenta a Jesús con los doce apóstoles, en el momento en que Judas le traicionará; figura la inscripción Lo que vas a hacer, hazlo deprisa (Juan, 13, 27). Pedro y los soldados es el momento en que Pedro corta la oreja a Malco, el criado del Gran Sacerdote. En El beso de Judas las figuras están toscamente talladas para sugerir una visión nocturna; detrás de Judas se sitúa la serpiente que simboliza el demonio. La negación de Pedro contiene tres figuras de mujer que representan las tres veces que Pedro negó a Jesús; el apóstol está envuelto en una sábana como símbolo de su cobardía. Junto a esta escena, se sitúa un laberinto, como símbolo de la inescrutabilidad de los designios divinos, a la vez que representa el camino de Jesús hacia el Calvario. En Ecce Homo Jesús es presentado con la corona de espinas; junto a la escena hay una columna con el águila romana y la inscripción Tiberio, emperador de Roma. Por último figura El juicio de Jesús, en que Pilatos se lava las manos.
• Nivel medio: representa el Calvario de Jesús. Aparece en primer lugar Las Tres Marías y Simón de Cirene, en que éste ayuda con la cruz a Jesús, rodeado por la Virgen, María Magdalena y María de Cleofás. La Verónica muestra el rostro de Jesús marcado en negativo en la tela de la mujer que le limpió el sudor; la figura de Verónica no tiene rostro para no interferir con la imagen de Jesús; aquí Subirachs hace un homenaje a Gaudí, dándole su fisonomía a la figura del evangelista situado a la izquierda, así como en la forma de los cascos de los soldados, que evocan las chimeneas de la Casa Milà. Cierra el ciclo El soldado Longino, que clavó su lanza a Jesús aunque luego se convirtió al cristianismo.
• Nivel superior: figura la muerte y entierro de Jesús. Comienza el nivel con Soldados jugando a los dados las vestiduras de Jesús. La crucifixión es la escena principal del pórtico, con Jesús colgado en la cruz –que es de seis brazos, como las típicamente gaudinianas–, que está hecha de hierro, con una I pintada en rojo en la viga central, símbolo del INRI; aparecen de nuevo las tres Marías y San Juan, y figuran también en la escena un cráneo, símbolo de la muerte (y del Gólgota), y una luna, que representa la noche. El velo rasgado es una estructura de bronce que representa el velo del Templo de Jerusalén, que se rasgó a la muerte de Jesús. Por último, en El entierro figuran José de Arimatea y Nicodemo depositando el cuerpo de Jesús en el sepulcro, junto a la Virgen María y un huevo símbolo de la resurrección. La efigie de Nicodemo es un autorretrato del escultor Subirachs.45 En el frontón figurará la leyenda Jesus Nazarenus, Rex Judeorum y, sobre él, habrá cruces de todos los ritos y países, así como dos grupos de estatuas: los profetas, que surgen del limbo para seguir a Jesús crucificado, junto al cordero del sacrificio de Abraham; y los patriarcas, surgiendo igualmente del limbo, acompañados del león de Judá, vencedor de la muerte.46 • Profetas: Isaías, Jeremías, Zacarías, Ezequiel, Daniel, Jonás y Juan Bautista. • Patriarcas: Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Samuel, David y San José. En un nivel superior se situará la Resurrección de Jesús, con el ángel custodio, María Magdalena y María Salomé. Finalizan el ciclo de la Pasión: Cristo resucitado, en el ventanal del crucero; y la Ascensión de Jesús, en el puente que une las torres de San Bartolomé y Santo Tomás, a 60 metros de altura, obra de Subirachs realizada en bronce, instalada en 2005.47 Fachada de la Gloria La fachada de la Gloria será la más grande y monumental; es la fachada principal, la que da acceso a la nave central. Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la Muerte, el Juicio Final y la Gloria, así como el Infierno, para todo aquel que se aparta del dictado de Dios. Gaudí esbozó tan sólo las líneas generales de esta fachada, ya que era consciente de que no la haría él en vida, sino los que continuasen su obra: “El fragmento de maqueta de los campanarios de la fachada principal no lo completaré ni lo desarrollaré. He decidido dejarla sólo programada para que otra generación colabore en el
templo, como repetidamente se ve en la historia de las catedrales, cuyas fachadas no sólo son de otros autores, sino también de otros estilos”.48 Para acceder al Pórtico de la Gloria habrá una gran escalinata con una terraza donde se situará el Monumento al Fuego y al Agua, con un gran tedero con fuego, en representación de la columna de fuego que guió al pueblo elegido, y un surtidor de agua, con un chorro de 20 metros de altura que se dividirá en cuatro cascadas, simbolizando los ríos del paraíso terrenal y las fuentes de agua viva del Apocalipsis.49 La escalinata creará un paso subterráneo en la calle Mallorca, que representaría el Infierno y el vicio, y estaría decorado con demonios, ídolos y falsos dioses, cismas, herejías, etc. También figurará el purgatorio, y la muerte representada en sepulcros situados en el suelo del porche. En representación de la condena al trabajo sufrida por el hombre tras el pecado original, figurarán en un soportal de la fachada principal representaciones de diversos oficios: sastre, zapatero, albañil, panadero, herrero, alfarero, carpintero, etc. Por medio del trabajo y cultivando la virtud, el hombre puede alcanzar la Gloria, a través de la redención y por intermediación del Espíritu Santo. Así, el pórtico tendrá siete grandes columnas dedicadas a los siete dones del Espíritu Santo; en sus bases aparecerán los siete pecados capitales, y en los capiteles las siete virtudes: • Dones: Piedad, Fortaleza, Inteligencia, Sabiduría, Consejo, Ciencia, Temor de Dios. • Pecados: Avaricia, Pereza, Ira, Envidia, Gula, Soberbia, Lujuria. • Virtudes: Generosidad, Diligencia, Paciencia, Caridad, Templanza, Humildad, Castidad. Asimismo, habrá siete puertas dedicadas a los sacramentos y a las peticiones del Padre Nuestro: • Bautismo: Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu Nombre. • Extremaunción: Venga a nosotros tu Reino. • Orden Sacerdotal: Hágase tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo. • Eucaristía: Danos hoy el pan nuestro de cada día. • Confirmación: Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden. • Matrimonio: No nos dejes caer en la tentación. • Penitencia: Y líbranos del mal. La primera y la última, del Bautismo y la Penitencia, coincidirán con las dos capillas laterales de la fachada de la Gloria, que interseccionarán con el claustro. También figurarán en la fachada las Bienaventuranzas y las Obras de Misericordia corporales y espirituales. Igualmente estarán representados: Adán y Eva, como origen del ser humano; San José en su labor de carpintero; la Fe, la Esperanza y la Caridad representadas por el Arca de la Alianza, el Arca de Noé y la Casa de Nazaret; la Virgen María, rodeada de ángeles, santos, profetas, patriarcas, apóstoles, mártires, sacerdotes, confesores, vírgenes y viudas; las jerarquías angélicas; y Jesús en el Juicio Final, con el Espíritu Santo en forma de rosetón y Dios Padre, formando la Trinidad augusta. La fachada se completará con unas grandes nubes iluminadas que contendrán en grandes letras el Credo (Credo in unum Deum Patrem Omnipotentem, creatorem coeli
et terrae) y el Génesis, situadas sobre 16 grandes linternas dispuestas en orden ascendente. Las torres serán las más altas de las tres fachadas, y estarán dedicadas a San Pedro, San Pablo, San Andrés y Santiago el Mayor. El 22 de abril de 2007 se instaló una escultura de San Jorge en la baranda del jubé –en el lado interior de la fachada de la Gloria–, coincidiendo con la proclamación del 550 aniversario del santo como patrón de Cataluña y en el marco de los actos de celebración del 125 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo.50 Obra de Subirachs, la estatua es de bronce, de tres metros de altura, y está inspirada en el San Jorge de Donatello.51 Asimismo, en septiembre de 2008 se instalaron las puertas de la fachada de la Gloria, dos láminas de bronce de dos toneladas cada una, obra de Subirachs con la ayuda del escultor Bruno Gallart. Las puertas tienen inscrito el Padre Nuestro, así como su segundo párrafo (Danos hoy nuestro pan de cada día), en cincuenta idiomas distintos.52 Las torres Gaudí proyectó un templo de gran verticalidad, para que fuese visible desde cualquier punto de Barcelona y destacase sobre el resto de edificios. Para ello dotó a la Sagrada Familia de 18 torres, 12 por los apóstoles, 4 de los evangelistas, y los cimborios de Jesús y la Virgen María. Tienen distinta altura, en sentido ascendente: las torres del Nacimiento, 98 metros las exteriores y 107 las centrales; las de la Pasión, 107 metros las exteriores y 112 las centrales; las de la Gloria, 118 metros; la de la Virgen, 120 metros; las de los evangelistas, 125 metros; y la de Jesús, 170 metros. Las torres son de perfil parabólico, y tienen distintas soluciones según su tipología: las de los apóstoles están rematadas por pináculos de mosaico veneciano policromado con escudos con la cruz y unas esferas blancas, que simbolizan la mitra episcopal; también figuran el anillo y el báculo episcopales, así como la letra inicial de cada apóstol. Igualmente se encuentran diversas inscripciones como Hosanna, Excelsis y Sanctus, Sanctus, Sanctus, repetido tres veces por la Santísima Trinidad (el del Padre en color amarillo, por la luz; el del Hijo de color rojo, símbolo del martirio; y el del Espíritu Santo de color naranja, síntesis de los otros dos).53 Al parecer, para los pináculos de las torres Gaudí se inspiró en los tallos de una planta denominada uñas de gato (sedum nicaeensis). Cada torre lleva inscrito el nombre en latín y la palabra Apostolus junto con una escultura del apóstol que representa. Asimismo, cada apóstol está relacionado con una constelación zodiacal, según la correspondencia establecida por Beda el Venerable en el siglo VIII: San Pedro sería Aries, San Andrés Tauro, y así sucesivamente.54 Las torres actúan de campanario, y contendrán un total de 84 campanas, comunes y tubulares: en la fachada del Nacimiento, campanas tubulares de percusión; en la de la Pasión, campanas tubulares de órgano resonante; y en la de la Gloria, campanas afinadas con las notas mi, sol, do. Gaudí realizó complicados estudios de acústica para lograr una perfecta sonoridad.55 En el interior de las torres se encuentran unas escaleras de caracol inspiradas nuevamente en un elemento orgánico, un tipo de caracol marino denominado torrecilla (turritella communis).56 Las torres de los evangelistas estarán rematadas por las figuras alegóricas que los representan en la iconografía cristiana: San Juan, el águila; San Marcos, el león; San Mateo
San Mateo, el ángel; y San Lucas, el buey. Tendrán dos focos cada una que de noche iluminarán la calle y la torre de Jesús. Igualmente, están relacionadas con los signos del Zodíaco, los cuatro elementos y los cuatro estadios del camino hacia el conocimiento:57 Evangelista Símbolo Elemento Signo zodiacal Conocimiento San Mateo ángel aire Acuario Inteligencia
San Lucas buey tierra Tauro Voluntad
San Marcos león fuego Leo Valor
San Juan águila agua Escorpio Silencio
La torre de María se situará sobre el ábside, y estará rematada por una gran estrella de 12 puntas, que simbolizará la estrella de la mañana. Por último, la torre de Jesús estará rematada por una gran cruz de seis brazos, de 15 metros; en su parte central figurará un cordero, así como la inscripción Tu solus Sanctus, Tu solus Dominus, Tu solus Altissimus y las palabras Amén y Aleluya. Cada uno de los cuatro brazos de la cruz tendrá potentes haces de luz que serán visibles a grandes distancias. El exterior En el exterior destaca el claustro, que rodea todo el perímetro del templo, solución original ideada por Gaudí para aislar el templo del exterior. Como el resto del proyecto, se encuentra a cuatro metros sobre el nivel del suelo, y su longitud total será de 240 metros. Para los ventanales, Gaudí ideó tres tipologías distintas, para conseguir una transición del neogótico original a la nueva estructura naturalista aplicada en sus últimos años: el primer nivel, bajo la cantoría, es neogótico; el segundo, sobre las cantorías, presenta un hiperboloide elíptico rodeado de cuatro circulares, sobre un friso de aberturas alargadas; el tercero, que corresponde a la nave central, tiene igualmente un hiperboloide elíptico rodeado de dos hiperboloides de revolución, también sobre cuatro aberturas alargadas, figurando en el centro la inscripción Gloriam.58 Entre los ventanales se sitúan unas columnas helicoidales con las inscripciones aurum, thus, myrrham (en latín oro, incienso y mirra) y oració, sacrifici, almoina (en catalán, oración, sacrificio, limosna). También se alternan en los muros exteriores otras inscripciones como: Jesus, Maria, Joseph; Sursum corda; Gratia plena; Ora pro nobis. Los ventanales terminan en un frontón, el vértice del cual está coronado por una cesta de frutas (manzanas, higos, limones, melocotones, almendras, ciruelas, granadas y nísperos), simbolizando la lluvia de frutos del Espíritu Santo que cae sobre los hombres. Son obra de Etsuro Sotoo. En el parteluz sobre cada ventanal hay Santos Fundadores: San Jerónimo, San Pedro Nolasco, San Ignacio de Loyola, San José de Calasanz, San Felipe Neri, San José Oriol, Santa Joaquina de Vedruna, San Antonio María Claret, San Juan Bosco, San Vicente de Paúl, Santa Juana de Lestonnac y San José Manyanet. Las estatuas son obra de diversos autores, como Manuel Cusachs, Domènec Fita, Núria Tortras, Francesc Carulla, Joan Seguranyes, Montserrat García Rius, etc. En las intersecciones del claustro con las fachadas Gaudí proyectó unos portales dedicados a la Virgen: a ambos lados de la fachada del Nacimiento, la Virgen del Rosario y la de Montserrat; en la fachada de la Pasión, la Virgen de la Merced y la de los Dolores. Especialmente destacada es la del Rosario, que Gaudí eligió para hacer una demostración de cómo tenía que ser la decoración del resto del templo.59 El portal está presidido por la Virgen con el Niño, flanqueada por Santo Domingo y Santa Catalina. Otras escenas reproducen: la Muerte del Justo, con la Virgen mostrando a un moribundo al Niño Jesús, para proporcionarle alivio; la Tentación de la Mujer, representada por un monstruo en forma de pez que ofrece a una mujer una bolsa de dinero; y la Tentación del Hombre, simbolizada por un diablo que ofrece a un obrero una bomba Orsini, empleada por los anarquistas en aquella época. A cada lado de la puerta figuran los reyes David y Salomón y los profetas Isaac y Jacob. Asimismo, hay gran profusión de rosas que adornan todo el pórtico, y frases como las últimas palabras del Ave María: Et in hora mortis nostrae, Amen.
En las cuatro esquinas del templo figurarán tres obeliscos por cada una, representando los puntos cardinales, las cuatro estaciones, los ayunos cristianos (Témporas), relacionados a su vez con las órdenes sacerdotales, las virtudes cardinales representadas simbólicamente, así como símbolos de San José (lirio), la Virgen María (corona) y Jesús (variando en cada grupo). Por último, cada obelisco central llevará tres de las doce estrofas del himno de Daniel de los niños de Babilonia (Trium puerorum), uno de los laterales Sancte Joseph, Ora pro nobis, y el otro Sancta Dei Genitrix, Ora pro nobis, Deo gratias.60 Punto cardinal Estación Ayuno Orden sacerdotal Virtud Símbolo de Jesús Norte Invierno Témpora de Adviento órdenes menores Prudencia (hucha y serpiente) Emmanuel Este Primavera Témpora de Cuaresma subdiaconato Templanza (porrón y cuchillo que corta pan) cruz e INRI
Sur Verano Témpora de Pentecostés diaconato Justicia (espada y balanza) sol y cruz Oeste Otoño Témpora de Septiembre presbiterato Fortaleza (yelmo y coraza) su anagrama El interior Gaudí evolucionó de un primer proyecto gótico hacia un estilo personal, orgánico, inspirado en las formas de la naturaleza: para librarse de los contrafuertes góticos, ideó el uso de columnas en forma de tronco de árbol, que permiten descargar el peso de las cubiertas directamente en el suelo, solución práctica a la vez que estética, ya que convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. En 1987 se inició la cimentación de las naves; para 1997 se completaron las bóvedas laterales y se empezó la central. El templo tiene planta de cruz latina, con cinco naves de 90 metros de longitud, y crucero de tres naves de 60 metros; la nave central tiene un ancho de 15 metros, y 7,5 las laterales, haciendo un total de 45 metros; ancho del crucero, 30 metros. La altura es de 45 metros en las bóvedas de la nave central y 30 en las laterales, mientras que las del cimborio central llegarán a los 60 metros.61 Las naves laterales contendrán las cantorías para los coros. El ábside es lobulado, con deambulatorio entorno del presbiterio. El templo contará con un total de 36 columnas, que oscilarán entre 11,10 y 22,20 metros de altura, con bases de polígonos estrellados de varios lados según su ubicación: 6 (naves laterales), 8 (nave central), 10 (torres de los Evangelistas), 12 (torre de Jesús). Los materiales de construcción varían de la piedra de Montjuïc al granito, basalto o pórfido.62 Las bóvedas son hiperbólicas, construidas con baldosas de mosaico veneciano. Gaudí utilizó la técnica de la bóveda catalana o bóveda tabicada, que consistía en la superposición de varias capas de ladrillos con argamasa.63 Las cubiertas son de forma piramidal, coronadas por una linterna y un farol. Los ventanales están pensados para distribuir una iluminación suave y armónica, creando un efecto de recogimiento, y tienen forma geométrica abstracta. Gaudí realizó profundos estudios acústicos y lumínicos para conseguir una perfecta sonoridad e iluminación en el interior del templo. Asimismo, diseñó las lámparas, mobiliario y objetos litúrgicos de la Sagrada Familia: armarios de sacristía, bancos de los oficiantes, faldistorios, púlpitos, confesonarios, tenebrarios, atriles, cirios pascuales, etc.64 Al igual que el exterior, el interior tendrá un gran significado religioso: la cúpula del ábside estará cubierta con un mosaico representando las vestiduras de Dios cubriendo la bóveda celeste, y del triforio más alto del ábside colgará una lámpara de siete brazos que simbolizará el Espíritu Santo. El altar quedará enmarcado por un arco triunfal con el Calvario de Jesús, completando así la Santísima Trinidad. El arco triunfal llevará el canto de Gloria del Ordinario de la Misa, así como un baldaquino coronado por una cruz, de la que saldrá una parra que teje con sus pámpanos y racimos todo el baldaquino, y un lampadario de 50 candiles, como en San Juan de Letrán.65
En los triforios correspondientes a las fachadas del Nacimiento y la Pasión estarán San José y María rodeados de ángeles que, con el crucifijo del altar, completan la Sagrada Familia. En las bóvedas habrá ángeles y anagramas de Jesús, José y María. En el interior figurará también el Evangelio a través de la misa de cada domínica del año, con las epístolas correspondientes (Adviento, Navidad, Septuagésima, Cuaresma, Pascua y Pentecostés); también se representará la oración con las Horas canónicas, cada una con su himno final: • Maitines: Miserere y Te Deum laudamus. • Laudes: Benedictus Dominus Jesus Israel. • Vísperas: Magnificat. • Completas: Nunc dimitis. Las columnas del interior tienen variada simbología: las cuatro del crucero van dedicadas a los evangelistas, las doce que rodean el crucero a los apóstoles (San Pedro y San Pablo al lado del altar), y el resto a los obispados continuadores de la obra apostólica: los de Cataluña (Barcelona, Tarragona, Lérida, Gerona, Vic, Urgel, Solsona, Tortosa y Perpiñán) en el crucero, del resto de España (Mallorca, Valencia, Zaragoza, Granada, Burgos, Sevilla, Valladolid, Toledo y Santiago) en la nave central y en las laterales los cinco continentes; cada columna lleva los santos patronos de cada diócesis.65 El Templo dispone de numerosas vidrieras en sus ventanales, de las que destacan las elaboradas por el vidriero catalán Joan Vila i Grau utilizando cristal de distintos colores para representar temas variados. Las vidrieras de los transeptos fueron las primeras en colocarse siguiendo la idea original de Gaudí. La vidriera principal del transepto de la fachada de la Pasión simboliza la Resurrección, y las vidrieras laterales y las de la nave principal representarán a los santos y santuarios. La Jerusalén Celestial estará representada con el Cordero, el árbol de la vida, los frutos del Espíritu Santo, ángeles, pájaros, ramas y hojas (palma como símbolo de martirio y laurel como símbolo de inteligencia). En los ventanales de las naves laterales estarán las parábolas de Jesús: Yo soy la luz, la verdad y la vida, Yo soy la Resurrección, Yo soy la fuente de agua viva, Yo soy la vid, Yo soy el buen sembrador, Yo soy el buen pastor. En el voladizo interior de los muros laterales del templo habrá peces en mosaico, unos nadando hacia el altar con la boca abierta y otros volviendo con la hostia en la boca, como fieles sedientos de Eucaristía. Los ventanales de la nave central carecerán de colorido, ya que se realizarán con cristales claros para simbolizar la pureza y permitir una mayor entrada de luz.66 Equipo constructor En época de Gaudí colaboraron con el genial arquitecto muchos de sus discípulos y ayudantes, como Francesc Berenguer, Josep Maria Jujol, Josep Francesc Ràfols, Cèsar Martinell, Joan Bergós, Francesc Folguera, Josep Canaleta y Joan Rubió. A su muerte, se hizo cargo de las obras otro de sus discípulos, Domènec Sugrañes, que finalizó la construcción de las tres torres de la fachada del Nacimiento que quedaban pendientes. Tras un periodo en que las obras estuvieron paradas, en 1944 fueron reemprendidas por un equipo compuesto por Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada, Lluís Bonet i Garí y Francesc Cardoner, que asumió la dirección en 1983. Este equipo se encargó principalmente de la construcción de la fachada de la Pasión, siguiendo los planos y maquetas dejados por Gaudí, procurando seguir de la forma más fiel posible el estilo personal y único de Gaudí. Por último, en 1985 fue nombrado director Jordi Bonet i Armengol, con un equipo en el que figuran Carles Buxadé, Joan Margarit, Jordi Faulí i Oller, Josep Gómez y Mark Burry. Este equipo se ha encargado principalmente de la parte interior del templo, logrando hasta la fecha cubrir las bóvedas de las naves centrales y laterales. De nuevo se han seguido los criterios marcados por Gaudí, aunque con pequeñas innovaciones, sobre todo en el uso de nuevos materiales como el hormigón y en la aplicación de nuevas tecnologías como el diseño en CAD y las proyecciones en 3D.
Dirección de las obras:67 • 1882-1883 Francisco de Paula del Villar y Lozano • 1883-1926 Antoni Gaudí • 1926-1936 Domènec Sugrañes • 1944-1966 Francesc Quintana • 1966-1974 Isidre Puig i Boada • 1974-1983 Lluís Bonet i Garí • 1983-1985 Francesc Cardoner • 1985-2010 Jordi Bonet i Armengol
El Museo La Sagrada Familia cuenta con un espacio habilitado como Museo, situado en el sótano del templo, en la parte inferior correspondiente al crucero, donde antiguamente se ubicaban los talleres. Inaugurado el 29 de junio de 1961, muestra planos y dibujos originales de Gaudí, maquetas del templo y diversos objetos relacionados con el proyecto, destacando los muebles litúrgicos diseñados por Gaudí. También destaca la maqueta polifunicular invertida de cordel y pesos para calcular la estructura del edificio y diseñar la forma de la iglesia de la Colonia Güell a escala 1/15, en la que se basó Gaudí para muchas de las soluciones estructurales de la Sagrada Familia. El Museo cuenta igualmente con una sala dedicada a los colaboradores del arquitecto, así como una de audiovisuales. Además de las muestras referentes a la Sagrada Familia también se exhiben distintos objetos, planos, dibujos y fotografías sobre las diversas obras de Gaudí, así como testimonios biográficos del arquitecto. También se realizan exposiciones temporales dedicadas a distintos aspectos del proyecto gaudiniano. Igualmente, se ha habilitado el espacio formado por las Escuelas de la Sagrada Familia, recientemente instaladas en un lateral de la fachada de la Pasión, para exposición dedicada principalmente a las múltiples soluciones estructurales ideadas por Gaudí, con especial énfasis en los estudios geométricos realizados por el arquitecto.
• En 2005 la parte construida por Gaudí en la Sagrada Familia (cripta y fachada del Nacimiento) fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.68 • Ciertas estimaciones en función de los avances técnicos modernos y el creciente número de donaciones, prevén que su construcción podría finalizar en el año 2026, coincidiendo con la fecha del centenario del fallecimiento de Gaudí.69 • La Sagrada Familia es también conocida popularmente como "La catedral de los pobres", a causa del cuadro homónimo del pintor modernista Joaquim Mir.70 • En la Fachada de la Pasión, Subirachs añadió, al lado de El beso de Judas, un cuadrado mágico de 16 cifras que, sumando cuatro de ellas en cualquier sentido, siempre dan 33, la edad de Cristo al morir. Se pueden hacer 310 combinaciones distintas.71 Polémica por el túnel del AVE Artículo principal: Polémica por el túnel del AVE por la Sagrada Familia Está proyectado la construcción de un túnel para el Tren de Alta Velocidad (AVE) junto a los cimientos de la fachada principal de la Sagrada Familia. Aunque frente a dos de las fachadas del templo hay ya estaciones de metro a muy escasa distancia y profundidad, ha comenzado una campaña contra la construcción de este túnel, argumentando que el mismo podría afectar negativamente al templo. Técnicos de varias universidades han apoyado esta campaña.72 La Sagrada Familia en la cultura popular • La Sagrada Familia fue una de las propuestas para ser una de las 7 Nuevas maravillas del mundo. • La Torre del Espacio-Tiempo de la película Pokémon: El desafío de Darkrai está basada en esta construcción. • En los dibujos animados españoles de Las tres mellizas -concretamente en el episodio 41- King Kong se escapa por Barcelona, como en la película hace por Nueva York, y escala a las torres del templo, en lugar de al Empire State Building. • En la serie de animación japonesa Trinity Blood en su interior se encuentra una peligrosa arma creada por la orden de los Rosenkreuz. Cabe destacar que la construcción aparece completa. La Casa Batlló es un edificio obra del arquitecto Antoni Gaudí, máximo representante del modernismo catalán. Se trata de una remodelación integral de un edificio previamente existente en el solar, obra de Emili Sala Cortés. Está situado en el número 43 del Paseo de Gracia (en catalán Passeig de Gràcia) de Barcelona, la ancha avenida que atraviesa el barrio modernista del Ensanche (Eixample), en la llamada Manzana de la discordia (L'Illa de la Discòrdia), porque alberga además de este edificio otras obras de arquitectos modernistas: la casa Amatller, que colinda con la de Gaudí, obra de Josep Puig i Cadafalch; la Casa Lleó Morera, obra de Lluís Domènech i Montaner; y la Casa Miralles, de Enric Sagnier i Villavecchia. La construcción se realizó entre los años 1904 y 1906.1 Gaudí recibió el encargo del industrial José Batlló Casanovas de reformar un edificio construido en 1875 por Emili Sala Cortés;2 para la remodelación, Gaudí se centró en la fachada, el piso principal, el patio de luces y la azotea, y levantó un quinto piso para el personal de servicio. Gaudí contó con la colaboración de sus ayudantes Domènec Sugrañes, Josep Canaleta y Joan Rubió; de los costructores Jaume y Josep Bayó i Font; los hierros eran de los hermanos Lluís y Josep Badia i Miarnau; los azulejos de Pujol & Baucis (Esplugues de Llobregat); la vidriería de Sebastià Ribó; y la carpintería de Casas & Bardés.3 Más tarde algunas puertas del primer piso tuvieron que cambiarse, siendo realizadas las reproducciones por el ebanista Juan Martínez Gómez siguiendo el modelo original.
La fachada se hizo con piedra arenisca de Montjuïc, tallada según superficies regladas en forma alabeada; las columnas tienen forma ósea, con representaciones vegetales.4 La carpintería es igualmente de superficies curvas, y las ventanas son de vidrios de colores de formas circulares. Gaudí conservó la forma rectangular de los balcones del edificio anterior -con barandillas de hierro con forma de antifaz-, dando al resto de la fachada una forma ondulada en sentido ascendente. Asimismo revistió la fachada con cerámica de pedazos de cristal de varios colores (su famoso "trencadís"), que Gaudí obtenía en los desechos de la vidriería Pelegrí.5 El patio interno se cubrió con una claraboya de cristal sostenida por una estructura de hierro con forma de doble T, que apoya en una serie de arcos catenáricos. Este patio fue igualmente revestido de azulejo, con una ingeniosa gradación de color desde el azul de la parte superior hasta el blanco de la inferior, para mejor aprovechamiento de la luz. El piso principal -decorado enteramente por Gaudí- tenía un salón con un techo en forma de cielo raso de formas helicoidales en relieve; destacaba la capilla, decorada con un retablo de la Sagrada Familia de Josep Llimona, un Cristo de bronce de Carles Mani y unos candelabros de Josep Maria Jujol. El mobiliario, diseñado por Gaudí, se conserva actualmente en la Casa-Museo Gaudí del Parque Güell.5 En la azotea destacan las chimeneas de formas helicoidales y rematadas por sombreretes cónicos, revestidas de vidrio transparente en su parte central y de cerámica en la superior, y rematadas por unas bolas de cristal transparente rellenas de arena de distintos colores. Culmina la fachada una bóveda formada por arcos catenáricos cubiertos con dos capas de ladrillo, recubierta con cerámica vidriada en forma de escamas (en tonos amarillo, verde y azul), que recuerda el lomo de un dragón; en la parte izquierda hay una torre cilíndrica con los anagramas de Jesús, María y José, y con la típica cruz gaudiniana de cuatro brazos.6 La Casa Batlló ha sido restaurada en 1970 y en 1999. En 1984 se instaló la iluminación eléctrica de la fachada, inaugurada en las Fiestas de la Mercè de ese año.7 Desde el año 2005 la Casa Batlló forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, dentro del Lugar «Obras de Antoni Gaudí». La cripta de la Colonia Güell es una obra de Antoni Gaudí, construida entre 1908 y 1915 por encargo del empresario Eusebi Güell como edificio religioso para sus trabajadores de la Colonia Güell, situada en Santa Coloma de Cervelló, cerca de Barcelona. El proyecto de colonia obrera ideado por Güell disponía de hospital, fonda, escuelas, comercios, teatros, cooperativa y capilla, además de las fábricas y las viviendas de los obreros, en una superficie total de unas 160 hectáreas.1 Gaudí se encargó de la planimetría del conjunto, para lo que contó con la colaboración de sus ayudantes Francesc Berenguer, Joan Rubió y Josep Canaleta. La que habría sido iglesia de la Colonia fue proyectada por Gaudí en 1898, aunque no se colocó la primera piedra hasta el 4 de octubre de 1908. Se ubicó en el terreno de una antigua masía conocida como Can Soler de la Torre.2 Lamentablemente, sólo se construyó la cripta, ya que a la muerte del conde Güell en 1918 sus hijos abandonaron el proyecto. La cripta fue consagrada el 3 de noviembre de 1915 por el obispo de Barcelona, Enric Reig i Casanova, dedicándose al Sagrado Corazón de Jesús.3
Gaudí proyectó una iglesia de planta oval de 25 x 63 metros, con cinco naves, una central y dos más a cada lado, con diversas torres y un cimborrio de 40 metros de altura. Ideó un conjunto plenamente integrado en la naturaleza, reflejo del concepto que Gaudí tenía de la arquitectura como estructura orgánica; para Gaudí, la naturaleza muestra las formas más idóneas para la construcción, que se reflejan en formas geométricas regladas como son el paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.4 La cripta de la Colonia Güell sirvió a Gaudí de banco de pruebas donde experimentar estas nuevas soluciones estructurales ideadas por él, que luego pudo aplicar en obras como la Sagrada Familia. Para esta obra Gaudí ingenió un nuevo y curioso método de calcular la estructura del edificio: en un cobertizo junto a las obras construyó una maqueta a gran escala (1:10), de cuatro metros de altura, donde instaló un montaje confeccionado con unos cordeles de los que pendían saquitos rellenos de perdigones. En un tablero de madera fijado en el techo dibujó la planta de la iglesia, y de los puntos sustentantes del edificio –columnas, intersección de paredes– colgó los cordeles (para los funiculares) con los sacos de perdigones (para las cargas), que así suspendidos daban la curva catenaria resultante, tanto en arcos como en bóvedas. De aquí sacaba una fotografía, que una vez invertida daba la estructura de columnas y arcos que Gaudí estaba buscando. Sobre estas fotografías Gaudí pintaba, con gouache o pastel, el contorno ya definido de la iglesia, remarcando hasta el último detalle del edificio, tanto arquitectónico como estilístico y decorativo.5 En la confección de la maqueta intervinieron con Gaudí su ayudante Francesc Berenguer, el modelista Joan Bertran, el albañil Agustí Massip, el carpintero Joan Munné y un ingeniero alsaciano que trabajaba en Aguas de Barcelona, Eduard Goetz. Esta maqueta fue reconstruida en 1982 en Stuttgart por Jos Tomlow, Arnold Walz y Rainer Gräfe bajo la dirección de Frei Otto y Jan Molema; actualmente se encuentra en el Museo de la Sagrada Familia.6 Para integrar la iglesia en el paisaje, Gaudí proyectó la superposición de estructuras de diversos materiales: la parte inferior está compuesta de muros de paraboloide hiperbólico hechos con piedra basáltica negra y ladrillo quemado, en paralelo con el terreno oscuro sobre el que se levanta el edificio; a media altura utiliza ladrillo normal de color pardo rojizo, a tono con los pinos que rodean el edificio; y en la parte superior –si se hubiese construido– habrían figurado tonos verdes, en contraste con las ramas de los árboles, y azul, amarillo y blanco para entonar con los colores del cielo.7 Asimismo, esta estructura tiene un sentido simbólico religioso de ascensión desde el plano terrenal hasta el celestial. En lo alto de las torres habrían figurado unas palomas blancas, en relación al nombre del lugar (“coloma” en catalán es “paloma”). Según la idea original de Gaudí, la cripta habría estado dedicada a la tumba de Jesús y la iglesia superior al Calvario, en un conjunto alusivo al Santo Sepulcro de Jerusalén.8 Esta idea había intentado aplicarla ya en el Parque Güell, proyecto que también contemplaba una iglesia que finalmente no se construyó, colocándose en su lugar el monumento al Calvario, conocido hoy como Colina de las Tres Cruces.
La puerta de entrada, de piedra de sillería, muestra en su parte superior una composición cerámica que representa las cuatro virtudes cardinales, con sus correspondientes símbolos: la Prudencia una hucha, la Justicia una balanza, la Fortaleza una armadura y un casco y la Templanza un porrón y un cuchillo cortando pan.9 Un pórtico de bóvedas de paraboloide hiperbólico antecede a la cripta, primera vez que Gaudí empleó esta estructura y primer ejemplo de bóvedas paraboloidales en la historia de la arquitectura.10 El pórtico está también decorado con azulejo, destacando unas grandes cruces de San Andrés en forma de X. En la cripta destacan los grandes ventanales, de forma hiperboloidal, cubiertos con vidrios de colores en forma de pétalos de flor o alas de mariposa. En el interior se alternan pilares circulares de ladrillo con columnas inclinadas de basalto de Castellfollit de la Roca. La cripta tiene tres altares: el central proyectado por Josep Maria Jujol; el de la derecha dedicado a la Virgen de Montserrat, obra de Isidre Puig i Boada; y el de la izquierda dedicado a la Sagrada Familia, obra también de Jujol.10 En un lateral se sitúa la capilla del Santo Cristo. La clave de la bóveda contiene un crismón de la Santísima Trinidad, con la letra P (de Pater) en color amarillo, símbolo de la luz; la F (de Filius) en rojo, símbolo de martirio; y la S (de Spiritus) en naranja, síntesis de los otros dos. A lo largo de la cripta destaca asimismo la decoración con peces, símbolo de Jesús, ya que pez en griego es "ikhthus", acrónimo a su vez de Iesus Khristos Theos Uios Soter (Jesús Cristo Dios Hijo Salvador).11 Gaudí diseñó también el mobiliario del interior, unos bancos con reclinatorio colocados de forma circular en torno al altar mayor. Destacan asimismo las pilas de agua bendita, confeccionadas con grandes conchas marinas procedentes de Filipinas, que llegaban a manos de Gaudí de parte del conde Güell, dueño de la Compañía Trasatlántica, que hacía la ruta con la ex-colonia española. La cripta fue asaltada e incendiada el 19 de julio de 1936, durante el transcurso de la Guerra Civil, perdiéndose numerosos planos y documentos dejados por Gaudí, así como la maqueta polifunicular original. Destinada a almacén, en 1939 fue restaurada, convirtiéndose en parroquia el 20 de julio de 1955 con la bendición del obispo de Barcelona Gregorio Modrego.10 El año 2002 la cripta fue restaurada de nuevo por la Diputación de Barcelona y los ministerios de Cultura y Fomento, bajo la dirección del arquitecto Antoni González Moreno-Navarro; la intervención llevada a cabo ha sufrido numerosas críticas por no respetar la voluntad original de Gaudí y por malograr numerosos elementos estructurales originales.12 En 2005 la cripta de la Colonia Güell fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.13
Antonio Gaudí es una de las figuras que más atractivo ha ejercido sobre los escritores de pluma imaginativa durante los últimos años. Desde que se publicaron sus primeras biografías, escritas por personas que mantuvieron una relación de trabajo o de amistad con él, entre 1829 y 1953, el número de obras aparecidas resulta apabullante. Cada una de ellas intenta dar una nueva visión de su personalidad u ofrecer algún aspecto novedoso de su obra. Pocas lo han conseguido porque, hasta el momento ha sido muy difícil aportar nuevos datos significativos que puedan variar las antiguas versiones. En ocasiones, estas obras han servido en realidad para hacer más confusa la imagen de por sí compleja de Gaudí, porque se han basado en suposiciones o en criterios imaginativos. Pese a estos repetidos intentos, la figura de Gaudí no acaba de definirse. Se conocen los datos biográficos esenciales que permiten dar continuidad al transcurso de su vida. Se conservan la mayoría de sus obras realizadas, e, incluso, se sabe cuáles fueron sus métodos de trabajo e investigación. Sin embargo, del Gaudí personal e íntimo bien poco se conoce.
ResponderEliminarMuy pocas veces se mostró proclive a manifestar sus sentimientos o preocupaciones; quizá porque no lo juzgó interesante o porque, simplemente, su sentido de la privacidad se lo impedía.
Hay un aspecto que se percibe en todas sus biografías, hasta en las más fantasiosas: su rechazo a lo superfluo, a la pérdida del tiempo, no entendido a la manera actual como una actividad frenética, que, más que hacer algo, se hace para no hacer nada; sino como la tarea continuada en que se combinan la acción y la reflexión, que son los motores de la creatividad.
No fue un hombre dado a la conversación, por la pura conversación, ni a publicar sus experiencias o razonamientos. Gran parte de lo que conservamos de su pensamiento y acontecimientos que le acaecieron, lo debemos a sus amigos -que no fueron demasiados- y a sus colaboradores. Ellos, pacientemente, recogieron frases, anécdotas y todo aquello que encontraron significativo de su admirado maestro para darlo a conocer, después de fallecido, a las generaciones venideras.
Antonio Gaudí i Cornet nació el 25 de junio de 1852 en la comarca del Baix Camp (Tierra Baja), de Tarragona. Todavía no hay acuerdo si en Riudoms o en Reus, aunque hay una tendencia a decantarse por esta última localidad. Procedía de una larga saga de buhoneros y caldereros afincados en Tarragona desde el siglo XVII. La niñez de Gaudí transcurrió entre Reus, donde sus padres tenían la empresa, y el campo, en una humilde propiedad de su madre conocida como el Mas de la Calderera, puesto que la línea familiar materna también practicaba ese oficio artesanal. Las noticias de esa época son escasas: fue un niño enfermizo, aquejado de afecciones reumáticas, que le obligaron a pasar frecuentes períodos de tiempo en el campo, sin poder asistir a la escuela. Es muy posible que este alejamiento de la población y el contacto con un ambiente natural, acompañado tan sólo por su madre y alguno de sus cuatro hermanos, estimulara dos de las capacidades que tanto iban a repercutir en su vida adulta: la observación y el análisis de la naturaleza.
En cualquier caso, no se puede calificar al pequeño Antoni de ser un niño atrasado en la escuela. Es más, algunas anécdotas recogidas de aquellos momentos, afirman, que a pesar de no poseer una inteligencia espectacular, Gaudí sorprendía a sus maestros por su
facilidad en analizar y racionalizar las cuestiones.Un hecho remarcable de su adolescencia es la relación que estableció con dos condiscípulos de las Escuelas Pías de Reus, Eduard Toda y Josep Ribera. Los tres eran jóvenes entusiastas de la naturaleza e interesados por la historia y frecuentemente dedicaban parte de su tiempo del ocio a las excursiones. En una de sus salidas, Ribera les llevó hasta un lugar abandonado que había descubierto tiempo atrás cuando su familia residía en la Espluga de Francolí: el monasterio en ruinas de Santa María de Poblet. En aquellos días, el movimiento nacionalista catalán se manifestaba a través de la literatura, del excursionismo, y en la recuperación del patrimonio arquitectónico; y aquellos jóvenes tomaron la firme resolución de restaurar el antiguo cenobio. De aquel proyecto juvenil sólo resta un dibujo de la planta dibujada por Gaudí, que debía tener 15 años, y una memoria redactada por sus compañeros. Para el monasterio representó la recuperación de su recuerdo y, mucho tiempo después, cuando Toda llegó a la jubilación, el inicio de su restauración. Para Gaudí, la declaración de la vocación arquitectónica.
ResponderEliminarGaudí se trasladó pronto a la Ciudad Condal, para estudiar el último curso de bachillerato y cursar el curso preparatorio en la Escuela de Arquitectura. El plan de estudios estaba repartido entre este curso preparatorio y los estudios específicos de la titulación. En la Escuela se recuerda a Gaudí como un joven de carácter muy acusado y alegre, con resultados académicos muy desiguales pero dotado de una gran capacidad creativa y de una extraordinaria habilidad para el cálculo. La obtención del título se retrasó hasta 1878, no por la actitud rebelde y de rechazo a la formación obsoleta de la Institución, que algunos biógrafos pretenden endosarle, sino a causa de su precaria situación económica.El plan de estudios -dirigido por el admirador de Viollet-le-Duc, Elies Rogent- contemplaba como materias preferentes: Tecnología, Materiales, Artes aplicadas a la construcción, junto a Conocimiento de los estilos del pasado y Dibujo, específicamente arquitectónico y artístico; materias en modo alguno desfasadas y que ciertamente debieron interesar a Gaudí.
La prueba de la estima de la valía del futuro arquitecto fue que, desde el primer curso, estuvo trabajando en talleres de profesores y de maestros de obras de renombre, como: Francisco de Paula del Villar y Josep Fontseré, o para las firmas Padrés i Borrás y Serrallach.
En el taller de Fontseré, Gaudí obtuvo el primer reconocimiento a su trabajo: por iniciativa propia corrigió una tarea encomendada a un compañero -el depósito del agua de la Fuente de la Cascada de la Ciutadella-. El maestro de obras, desconfiando de la bondad del cálculo, consultó a Joan Torras -profesor de Resistencia de Materiales-. Éste, sorprendido por la acertada solución propuesta, retuvo el nombre del joven estudiante. Meses más tarde, recordando el hecho, Torras dio por aprobada su asignatura a Gaudí, a pesar del mal resultado obtenido en el examen.
Cuando el 4 de enero de 1878, Elies Rogent firmó el título de Gaudí, adivinando la singularidad de Gaudí dijo: " He aprobado a un loco o a un genio."
El año 1878 señala el inicio de una intensa actividad profesional: es el vencedor del concurso convocado por el Ayuntamiento de Barcelona para el diseño y la ejecución de unas farolas (situadas en la Plaça Reial y en el Pla de Palau); encargo de la Casa Vicens, su primera obra importante, y realiza el Anteproyecto del complejo industrial con viviendas para la Obrera Mataronense.
Es un período de investigación y de trabajo en que Gaudí acepta encomiendas por pequeñas que sean. Una de ellas le hizo entrar de lleno en el ámbito más selecto de la sociedad barcelonesa: la firma Casa Comella, especializada en la confección de guantes, le encargó el diseño de un pequeño mueble expositor para el Pabellón Español de la Exposición Internacional de Paris de aquel mismo año.
Uno de los visitantes -el Sr. Eusebi Güell i Bacigalupi (1846-1918)- quedó tan impresionado por la singularidad de la pieza de madera, cristal y hierro, que pidió contactar con su creador. Este fue el principio de una relación profesional y de amistad entre ambos que duraría 40 años. Desde aquel momento, Güell fue su mejor cliente, aunque no el único. Para él diseñó y construyó magníficas obras, cuidadas hasta el más mínimo detalle, que contribuyeron a expandir su fama de arquitecto diferente y controvertido. Sin embargo, la década de 1880 es un período de evolución y de transformación tanto en el campo arquitectónico como en personal. Su estilo se hace cada vez más propio y audaz, y es, con todo, un arquitecto de éxito. Trabaja todas las modalidades arquitectónicas civiles: fincas residenciales (Finca Güell, en Pedralbes y Palacio Güell, en el Carrer Nou de la Rambla); pabellones decorativos (El Capricho de Comillas y El Pabellón de la Compañía Transatlántica de la Exposición de Cádiz), y religiosas (el Palacio Episcopal de Astorga y el colegio de las Teresianas y el Templo de la Sagrada Familia de Barcelona). Trata con magnates y con influyentes autoridades eclesiásticas. A todos impacta y de todos aprende. Los contactos frecuentes con personalidades tales como Joan Grau, obispo de Astorga, y Enric d'Osso, fundador del Colegio de las Teresianas, en primer lugar, y los obispos Torras i Bages -la figura más influyente en la ideología religiosa de finales del siglo XIX- y Campins, obispo de Palma de Mallorca, después, con quienes mantuvo numerosas y prolongadas entrevistas, dada su doble condición de clientes y amigos, debieron ejercer una poderosa influencia en su concepto religioso. Su marcada honestidad y su progresivo aislamiento de la vida mundana le llevan a rechazar la oferta de Prat de la Riba de presentarse a las elecciones municipales de 1905 por considerarlo un personaje dotado de un gran carisma.La ejecución de las obras religiosas encargadas y el avance del diseño de la fachada de la Pasión del templo de la Sagrada Familia durante una convalecencia en Puigcerdà modifican su estilo de vida. Ésta se torna cada vez más mística derivando en puro ascetismo, hasta su muerte en 1926.
ResponderEliminarPor esto, quienes le consideran modernista se equivocan. En el caso de que fuera cierta la imagen de un Gaudí superficial y ansioso de gloria, que algunos tratadistas insisten en difundir, sería una circunstancia pasajera de juventud que poco peso puede tener en la valoración del conjunto de su vida. Fue moderno, porque fue un hijo de su época, no porque aspirase a impregnarse de la modernidad, a la manera que la entendieron la mayoría de los intelectuales modernistas: zarandeando la sociedad española con publicaciones, exposiciones, espectáculos..., para despertarla de su abúlico aislamiento de Europa; más bien, todo lo contrario. La figura de Gaudí se proyectó en Cataluña, pero sin ruidos ni escándalos, por la fuerza de su singularidad y la profunda trascendencia conceptual de obra. Gaudí comprendió a su tiempo, pero, ¿sus contemporáneos le comprendieron?.
Algunos no le entendieron; pero otros, que supuestamente formaban parte de la elite intelectual catalana, se dedicaron sistemáticamente a desacreditarlo con sus chanzas y juegos de palabras retóricos (Feliu Elies, alias Joan Sacs, y Eugeni d'Ors) sin querer ver más allá de la simple forma delimitadora. Incluso, hubo quien contribuyó a la campaña de descrédito desde el extranjero por un puñado de dinero, como confesó años más tarde Clemenceau, por ejemplo.
Gaudí fue un hombre excéntrico, desconcertante en ocasiones, por sus arranques de genio y la sequedad en el trato, especialmente con aquellos que no llegaban a traspasar el límite de la superficialidad. Intransigente en materia profesional pero compresivo en el plano humano. Honesto y generoso, dos cualidades fácilmente conciliables, en una personalidad que concibió su Obra, la más Grande, la nueva Jerusalén Celestial, como una oración poética de desagravio.
Josep Carner i Puig Oriol (1884-1970), un celebrado poeta catalán, escribió: "Si gaudiu del Modernisme/ no us quedeu a mig camí:/ arribeu al paroxisme/ de gaudir-ne amb en Gaudí". ("Si gozáis con el Modernismo/ no os quedéis a medio camino:/ alcanzad el paroxismo/ de gozarlo con Gaudí").
ResponderEliminarEl Parque Güell (Park Güell en su denominación original) es un gran jardín con elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona (España), en la vertiente que mira al mar de la montaña del Carmel, no muy lejos del Tibidabo. Ideado como urbanización, fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell. Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1922. En 1984 la Unesco incluyó al Parque Güell dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí».
El Parque Güell es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, poniendo en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en sus profundos análisis de la geometría reglada. A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica.1 En el Parque Güell desplegó Gaudí todo su genio arquitectónico, y puso en práctica muchas de sus innovadoras soluciones estructurales que serán emblemáticas de su estilo organicista y que culminarán en la Sagrada Familia.
El parque fue concebido por Güell y Gaudí como un conjunto estructurado donde, dentro de un incomparable marco de belleza natural, se situarían unas viviendas de alto standing, con todos los adelantos tecnológicos de la época para procurar el máximo confort, con unos acabados de gran calidad artística. Asimismo, idearon un conjunto impregnado de un fuerte simbolismo, ya que procuraron sintetizar en los elementos comunes del parque muchos de los ideales tanto políticos como religiosos que compartían mecenas y arquitecto: así, serán perceptibles en el conjunto conceptos procedentes del catalanismo político –sobre todo en la escalinata de acceso, donde se representan los Países catalanes–, y de la religión católica –en el Monumento al Calvario, ideado en principio como capilla–. También es importante el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el Templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque.2
Por otro lado, numerosos expertos han querido ver en el parque una serie de referencias de variado signo, debido a la compleja iconografía aplicada por Gaudí al conjunto del proyecto urbanístico, referencias que van desde la reivindicación política hasta la exaltación religiosa, pasando por la mitología, la historia o la filosofía. En concreto, muchos estudiosos pretenden ver referencias a la masonería, hecho poco probable debido a las profundas creencias religiosas tanto de Gaudí como del conde Güell, y en todo caso no probado por ningún indicio objetivo en toda la historiografía del arquitecto modernista. La multiplicidad de símbolos desarrollada en el Parque Güell es, como se
ha dicho, de signo político y religioso, en todo caso con cierto carácter mistérico debido al gusto de la época por los enigmas y acertijos.3
ResponderEliminarEl Palacio Güell (en catalán Palau Güell) es un edificio diseñado por Antoni Gaudí, arquitecto famoso por sus obras de estilo muy peculiar dentro de la corriente denominada modernismo catalán. El palacio está situado en una calle estrecha de Barcelona, el Carrer Nou de la Rambla, cerca del puerto. Fue encargado a Gaudí por Eusebi Güell, quien sentía una gran admiración por el arquitecto y financió varias de sus más conocidas obras. La construcción se realizó entre los años 1886 y 1890.1
Gaudí puso todo su empeño en esta obra, ya que era su primer encargo importante. Llegó a idear hasta 25 soluciones distintas para el diseño de la fachada.2 Para este proyecto contó con la colaboración de Francesc Berenguer, uno de sus más fieles ayudantes.
Historia y descripción
Eusebi Güell tenía una casa en la Rambla de los Capuchinos, colindante con el solar de Nou de la Rambla, que había heredado de su padre Joan Güell i Ferrer; por ello quiso construir una nueva vivienda que conectase por medio de un patio interior con la antigua. Gaudí diseñó el Palacio Güell siguiendo la tradición de las grandes casas señoriales catalanas, como las de la calle Montcada.
El diseño general sigue las líneas de sus creaciones de aquella época, marcada por el estilo oriental aplicado al diseño de sus obras; en este palacio culmina una etapa de predominio de las formas de inspiración árabe, bizantina o mudéjar, con realizaciones como la Casa Vicens, los Pabellones Güell o El Capricho de Comillas.2 Gaudí contó con la colaboración de diversos artesanos con los que trabajaba habitualmente, como el albañil Agustí Massip, los forjadores Joan Oñós y los hermanos Lluís y Josep Badia, los ebanistas Julià Soley y Eudald Puntí y los marmolistas hermanos Ventura.
Siendo la calle tan poco ancha, resulta difícil observar la fachada en su totalidad. Sin embargo, Gaudí diseñó una entrada monumental con unas magníficas puertas de arcos parabólicos y rejas caladas de hierro forjado, ornamentadas con el escudo de Cataluña y un yelmo con un dragón alado, obra de Joan Oñós.3 El edificio está construido con piedra calcárea de Garraf, donde Güell tenía una finca (Bodegas Güell). La entrada tiene unas dimensiones impresionantes, pensadas para que los visitantes pudiesen acceder a ella montados en sus caballos, o bien en sus carruajes. Para los caballos existían en el sótano establos, lo cual en aquella época era totalmente innovador; se accedía a ellos a través de una ingeniosa rampa de forma helicoidal ideada por Gaudí.
Más hacia dentro, se encuentra el recibidor interior, que tiene una altura de tres plantas. Este espacio es sensiblemente más pequeño que el anterior, aunque Gaudí consiguió aumentarlo en su percepción visual mediante la instalación de un gran número de columnas. Este recibidor es el núcleo central del edificio, ya que está rodeado por las principales estancias del palacio. Destaca por su cubierta con doble cúpula de perfil paraboloide en el interior y cónico en el exterior, solución típica del arte bizantino.4
Desde aquí se accede a la escalera noble, que da acceso al resto de estancias del edificio. En la planta principal hay una serie de salones, donde se recibía a los invitados, así como el despacho del conde Güell y otras estancias. Destaca la capilla, decorada con pinturas de los doce apóstoles de Aleix Clapés; el altar tenía una imagen de la Purísima, obra de Joan Flotats, que fue destruida en 1936.5 Junto a la capilla se sitúa un órgano, obra de Aquilino Amezcua. En el gran salón destacaba asimismo un busto de Joan Güell obra de Rossend Nobas. En el segundo piso se sitúan los dormitorios, decorados con un ciclo relativo a Santa Isabel de Hungría (en homenaje a la esposa de Güell, Isabel López Bru, hija del marqués de Comillas), obra de Alexandre de Riquer; en el tercer piso se encuentran las habitaciones del servicio.
En la tribuna de la fachada Gaudí empleó un original sistema de arcos catenáricos y columnas con capiteles hiperboloidales, estilo no empleado ni anterior ni posteriormente a Gaudí.4 Gaudí diseñó con esmero el interior del palacio, con una suntuosa decoración de estilo mudéjar, donde destacan los techos con artesonados de madera y hierro; en la decoración intervino el también arquitecto Camil Oliveras.6 Asimismo, Gaudí estudió con eficiencia todas las soluciones técnicas y estructurales del edificio, cuidando al máximo detalle aspectos como la iluminación, la ventilación o el aislamiento acústico del exterior.7
ResponderEliminarEn el tejado hay varias chimeneas, a las que lejos de tratarlas como elementos molestos, Gaudí les dio carácter decorativo. Con ello inició una forma de diseñar las chimeneas que iría desarrollando en sus siguientes obras, hasta llegar a soluciones espectaculares como en la Casa Milà. En total son 20 chimeneas, de formas geométricas, recubiertas de cerámica de vivos colores. Destaca asimismo la alta aguja en forma de linterna que supone el remate exterior de la cúpula del salón central, hecha igualmente de cerámica y rematada con una veleta de hierro, que contiene la rosa de los vientos, un murciélago y una cruz griega.8
Aunque los trabajos en la decoración interior se prolongaron hasta 1890, el edificio fue inaugurado en 1888, coincidiendo con la Exposición Universal celebrada en el parque de la Ciudadela de Barcelona. Con motivo de tal evento visitaron el Palacio Güell personajes como la reina regente María Cristina de Habsburgo, el rey Humberto I de Italia y el presidente de Estados Unidos Grover Cleveland.
Eusebi Güell vivió en el palacio hasta 1906, en que se trasladó a la Casa Larrard, en el Parque Güell, donde vivió hasta su fallecimiento en 1918. El Palacio Güell pasó por herencia a Mercè Güell i López, hija del conde. Durante la Guerra Civil Española sirvió como comisaría. En 1944 quiso comprarlo un millonario estadounidense, para llevarlo a su país piedra a piedra, pero afortunadamente lo adquirió en última instancia la Diputación de Barcelona.9
En 1952 se instaló en el Palacio Güell la Asociación de Amigos de Gaudí, hasta su traslado en 1968 a la Casa-Museo Gaudí del Parque Güell. Asimismo, en 1954 se estableció en el palacio el Museo del Teatro, hasta su traslado igualmente en 1996. En 1969 el Palacio Güell fue declarado Monumento Histórico-artístico de Interés Nacional, y en 1984 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad.
El Palacio Güell fue restaurado en 1983, a cargo de Carles Buxadé y Joan Margarit.10 Desde 2002 se encuentra en un nuevo proceso de restauración; en enero del 2008 la Diputación de Barcelona reabrió parcialmente el Palacio Güell, pudiéndose visitar la planta baja y el sótano.
La Casa Milà, llamada popularmente La Pedrera (pedrera, en catalán, significa 'cantera'), es obra del arquitecto Antoni Gaudí y fue construida entre los años 1906 y 1910,1 en estilo modernista. Localizada en el número 92 del Passeig de Gràcia en el distrito del Eixample de Barcelona, la casa fue edificada por encargo del matrimonio Pere Milà i Camps y Roser Segimon i Artells. Gaudí contó con la colaboración de sus ayudantes Domènec Sugrañes y Josep Canaleta, así como del constructor Josep Bayó i Font, que había trabajado con Gaudí en la Casa Batlló.2
Historia y descripción
ResponderEliminarEl edificio, por lo innovador, es una típica obra gaudiniana en la que las líneas geométricas son sólo rectas formando planos curvos. Toda su fachada está realizada en piedra calcárea de Villafranca,3 salvo la parte superior que está cubierta de azulejos blancos, cuya combinación evoca una montaña nevada. En la azotea se encuentran grandes salidas de escalera rematadas con la cruz gaudiniana de cuatro brazos, y chimeneas recubiertas de fragmentos de cerámica, con la apariencia de cabezas de guerreros protegidas por yelmos.
De formas orgánicas, la Casa Milà evoca sin lugar a dudas la naturaleza: diversos estudiosos han percibido en la Pedrera formas que recuerdan los riscos de Fra Guerau en la sierra de Prades cerca de Reus, el torrente de Pareis al norte de Mallorca o Sant Miquel del Fai en Bigues i Riells, todos ellos lugares visitados por Gaudí.4
Cabe destacar la belleza del hierro forjado de sus balcones, que simulan plantas trepadoras, obra de los hermanos Lluís y Josep Badia i Miarnau. Posee un total de cinco plantas, más un trastero diáfano realizado en su totalidad con arcos catenarios y la mencionada azotea, así como los dos grandes patios interiores, uno de planta circular y otro de planta oval. En la fachada destaca el arco ciclópeo de entrada, mientras que la cornisa superior, de forma ondulada, tiene esculpidos capullos de rosa con inscripciones del Ave María en latín ("Ave Maria gratia plena, Dominus tecum").5
Gaudí había asignado a la Pedrera un alto simbolismo religioso: además del Ave María la fachada habría estado rematada por un grupo escultórico de piedra, metal y cristal con la Virgen del Rosario rodeada de los arcángeles Miguel y Gabriel, de 4 metros de altura. Se hizo un boceto a cargo del escultor Carles Mani, pero debido a los sucesos de la Semana Trágica de 1909 se abandonó el proyecto.6
La decoración interior corrió a cargo de Josep Maria Jujol y los pintores Iu Pascual, Teresa Lostau, Xavier Nogués y Aleix Clapés.2 Se encuentran a menudo detalles ornamentales marinos, como los falsos techos de yeso que simulan olas de mar, así como pulpos, caracolas y flora marina.7
La construcción sufrió diversos retrasos ya que el edificio superó en altura y anchura a lo establecido en las ordenanzas municipales, imponiéndose al señor Milà varias multas. Además, Gaudí abandonó la dirección de la obra en 1909 por divergencias con los Milà respecto a la decoración interior. La relación entre Gaudí y Milà se enfrió, y el arquitecto tuvo que llevar a juicio al promotor para cobrar sus honorarios, que donó a los jesuitas.8
La Casa Milà ha sufrido diversas vicisitudes: en 1927 Roser Segimon ordenó a Josep Bayó la demolición del interior del piso principal, perdiéndose la decoración efectuada por Gaudí; en 1946 fue vendida a la Inmobiliaria Provença, que construyó trece apartamentos en la buhardilla, a cargo del arquitecto Francisco Juan Barba Corsini (1954-1955); en 1966 se transformó la planta noble en oficinas, con la firma de Leopoldo Gil Nebot; entre 1971 y 1975 se efectuó una primera restauración a cargo de José Antonio Comas de Mendoza. En 1986 lo adquirió la Caixa Catalunya, que ha efectuado continuadas obras de conservación y restauración (1987-1996) y la mantiene abierta al público para su visita, pudiendo entrar en las viviendas de la planta cuarta, el trastero y la terraza. Las demás plantas están ocupadas por oficinas o todavía por algunas familias residentes.
La Casa Milà fue declarada Monumento Histórico-Artístico de Carácter Nacional en 1969, y en 1984 la Unesco la incluyó dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí».
ResponderEliminarComo llegar: http://www.barcelona-tourist-guide.com/sp/mapas/atraccion/gaudi-casa-batllo.html
Historia y descripción
Gaudí recibió el encargo de Manuel Vicens i Montaner para una segunda residencia veraniega de la familia, propietaria de una fábrica de cerámica. Ello queda de manifiesto en la fachada del inmueble, cuya decoración está basada precisamente en azulejos. Sin embargo, algunos autores indican que Manuel Vicens no era propietario de una fábrica de cerámica, sino corredor de Comercio.2
Gaudí se encontraba en ese momento en el primer período de su carrera, que se caracteriza por la utilización de un lenguaje arquitectónico de gran simplicidad constructiva, en el que prima la línea recta sobre la línea curva. Estilísticamente corresponde con una etapa de influencia orientalista, donde las formas estructurales y ornamentales corresponden al gusto por el arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino, como se aprecia en otras obras suyas como los Pabellones Güell, las Bodegas Güell o El Capricho de Comillas.3
La casa Vicens está estructurada en cuatro niveles o plantas, correspondientes a un subterráneo para ser utilizado como bodega, dos plantas con destino a vivienda y unas buhardillas para uso del servicio. El abundante uso de cerámica en la fachada dota a la edificación de un fuerte colorido, siendo una de las características esenciales de la construcción. Ello le otorga un aire peculiar, que recuerda, a decir de algunos, las construcciones árabes.
Gaudí proyectó el inmueble adosado a la pared medianera de un convento vecino (Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl), logrando de este modo obtener un jardín amplio y espacioso, otorgando tres fachadas a la casa. Al otro lado del jardín diseñó una fuente monumental de ladrillo de obra vista, formada por un arco parabólico encima del cual había un paso entre columnas. El agua se almacenaba en dos depósitos emplazados en cada uno de los pilares extremos de la fuente. Esta fuente fue demolida en 1946 con motivo de la venta de esta parte del terreno. La casa se cerraba con un muro de cerca con un reja de hierro colado, decorada con hojas de palmito, obra de Llorenç Matamala.4
Los muros de la casa son de mampostería alternada con filas de azulejo, que reproduce unas flores amarillas propias de la zona (clavelones de la India o "tagetes erecta");5 la casa se remata con chimeneas y unas torres en forma de templetes. En la fachada principal había una tribuna -más tarde remodelada- que se cerraba con unos paneles de celosía de madera; en el centro se encontraba una antigua pila renacentista con una reja metálica en forma de tela de araña, sobre la que saltaba el agua, que, con el sol, formaba los colores del arco iris.6
ResponderEliminarEn el interior destacan los techos de vigas de madera policromada, adornados con temas florales de "papier maché"; los muros tienen esgrafiados de motivos vegetales, así como pinturas obra de Josep Torrescasana; por último, el suelo es de mosaico romano de "opus tesselatum". Gaudí diseñó igualmente el mobiliario de la casa. Una de las estancias más originales es el fumador, donde destaca el techo en forma de cielo raso decorado con mucarnas árabes, que recuerdan el Generalife de la Alhambra de Granada.6
En el friso de la tribuna figuraban diversas frases de cuentos populares catalanes: "sol, solet, vine'm a veure que tinc fred" (sol, solecito, ven a verme que tengo frío); "oh, l'ombra de l'estiu" (oh, sombra de verano); "de la llar lo foc, visca lo foc de l'amor" (del hogar el fuego, viva el fuego del amor).7
En 1899 la viuda de Manuel Vicens, Dolors Giralt, vendió la casa a Antoni Jover i Puig; actualmente es propiedad de Fabiola Jover de Herrero.8 En 1925 se realizó una reforma de la casa, a cargo de Joan Baptista Serra Martínez, que construyó también un templete en el jardín, con una fuente llamada de Santa Rita, en la esquina con la Avenida Príncipe de Asturias; derribado en 1962, en la actualidad los antiguos jardines están ocupados por edificios de viviendas. Varias secciones de la reja de palmito se encuentran en la puerta de acceso al Parque Güell, así como en la Casa-Museo Gaudí.8
En 1927 el Ayuntamiento de Barcelona le concedió el Premio al Mejor Edificio.9
La Casa Vicens está declarada monumento histórico-artístico en virtud del Decreto de 24 de julio de 1969 (Boletín Oficial del Estado de 20 de agosto de 1969).10
En julio del año 2005 la Casa Vicens fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.11
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Para otros usos de este término, véase Templo expiatorio.
Para otros usos de Sagrada Familia, véase Sagrada Familia (desambiguación).
El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (en catalán Temple Expiatori de la Sagrada Família), conocido simplemente como la Sagrada Familia (Sagrada Família), es un gran templo católico de Barcelona (España), diseñado por el arquitecto catalán Antoni Gaudí. Iniciado en 1882, todavía está en construcción (octubre de 2010). Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana.
ResponderEliminarLa construcción comenzó en estilo neogótico, pero, al asumir el proyecto Gaudí en 1883, fue completamente replanteado. Según su proceder habitual, a partir de bocetos generales del edificio improvisó la construcción a medida que avanzaba. Se hizo cargo con sólo 31 años, dedicándole el resto de su vida, los últimos quince en exclusiva.
Una de sus ideas más innovadoras fue el diseño de las elevadas torres cónicas circulares que sobresalen apuntadas sobre los portales, estrechándose con la altura. Las proyectó con una torsión parabólica dando una tendencia ascendente a toda la fachada, favorecida por multitud de ventanas que perforan la torre siguiendo formas espirales.1
El templo, cuando esté terminado, dispondrá de 18 torres: cuatro en cada una de las tres entradas-portales y, a modo de cúpulas, se dispondrá un sistema de seis torres, con la torre cimborio central, dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro alrededor de ésta, dedicadas a los evangelistas, y un segundo cimborio dedicado a la Virgen. El interior estará formado por innovadoras columnas arborescentes inclinadas y bóvedas basadas en hiperboloides y paraboloides buscando la forma óptima de la catenaria.
En 1926 murió Gaudí; sólo se había construido una torre. Del proyecto del edificio sólo se conservaban planos y un modelo en yeso que resultó muy dañado durante la Guerra Civil española.2 Desde entonces han proseguido las obras: actualmente están terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, y se ha iniciado el de la Gloria, y están en ejecución las bóvedas interiores. La obra que realizó Gaudí, es decir, la fachada del Nacimiento y la cripta, ha sido incluida por la Unesco en el año 2005 en el Sitio del Patrimonio mundial «Obras de Antoni Gaudí». Es además, desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España.3
El templo será dedicado el 7 de noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI. En la ceremonia de dedicación al culto, la iglesia será elevada a la dignidad de basílica menor.4
La idea de construir un templo expiatorio dedicado a la Sagrada Familia en unos nuevos terrenos del Eixample barcelonés fue del librero Josep Maria Bocabella, para lo que fundó la Asociación de Devotos de San José. Para ello adquirió una manzana entera del Eixample en un lugar conocido como El Poblet, cerca del Camp de l'Arpa, en Sant Martí de Provençals, entre las calles Provença, Mallorca, y Sardenya. El solar costó 172.000 pesetas de la época.5
El proyecto fue encargado en primer lugar a Francisco de Paula del Villar y Lozano, que ideó un conjunto neogótico, desechando la idea de Bocabella de hacer una réplica del Santuario de Loreto (que se supone fue la casa de José y María en Nazaret).6 El proyecto de Villar consistía en una iglesia de tres naves, con los elementos típicos del gótico, como los ventanales alveolados, los contrafuertes exteriores y un alto campanario en forma de aguja.
ResponderEliminarLa primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882, día de San José, con la presencia del entonces obispo de Barcelona José María Urquinaona. Gaudí asistió a la ceremonia, ya que había trabajado como ayudante de Villar en varios proyectos; en ese momento no se podría imaginar que él pasaría a ser el arquitecto de dicha obra.7 Las obras no se iniciaron hasta el 25 de agosto de 1883, siendo adjudicadas al contratista Macari Planella i Roura.8
En 1883, Villar renunció por desavenencias con Joan Martorell, arquitecto asesor de Bocabella.9 El proyecto se ofreció al propio Martorell, pero al rehusar éste fue ofrecido a un joven Gaudí de 31 años. Gaudí había sido ayudante de Martorell en varias construcciones, hecho que motivó la recomendación del recién licenciado arquitecto, que aún no había ejecutado grandes obras. Al hacerse cargo Gaudí del proyecto lo modificó por entero -salvo la parte ya construida de la cripta-, imprimiéndole su estilo peculiar. Durante los restantes 43 años de su vida trabajó intensamente en la obra, los últimos 15 años de forma exclusiva. Esta dedicación tan intensa tiene su explicación, además de la magnitud de la obra, por el hecho de que Gaudí definía muchos aspectos a medida que la construcción avanzaba, en lugar de haberlos concretado previamente en sus planos e instrucciones. Por ello su presencia personal en la obra era de gran importancia.
Durante la vida de Gaudí sólo se hizo la fachada del Nacimiento, con escultura de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala, contando con los dibujos de Ricard Opisso; sólo una de sus torres llegó a ver coronada Gaudí antes de su fallecimiento, la de San Bernabé. A la muerte de Gaudí se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes, durante los años 1926-1936, acabando las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento.
Durante la Guerra Civil Española quedó destruido en su mayor parte el taller en el que Gaudí había trabajado, y donde se encontraban sus esbozos, maquetas y modelos. Por esta causa y por la particular manera de trabajar de Gaudí, no quedaron planos ni directrices acerca de cómo debía terminarse el templo. Por ello, cuando en 1944 se reemprendió la construcción de la Sagrada Familia, tuvo que definirse en primer lugar cómo debía procederse, para edificar el templo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí.
Al frente de esta gigantesca tarea estuvieron los arquitectos Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluís Bonet i Garí, mientras que de la obra escultórica se encargó Jaume Busquets. Posteriormente, cuando se construyó la fachada de la Pasión, el conjunto principal de las figuras escultóricas le fue encargado a Josep Maria Subirachs. Las obras de este último han originado cierta polémica, debido a que ha creado esculturas totalmente contemporáneas alejadas del estilo realista que Gaudí incluyó en la fachada del Nacimiento. El escultor japonés Etsuro Sotoo ha colaborado en algunas esculturas de la fachada del Nacimiento. Desde 1987 las obras están bajo la dirección de Jordi Bonet i Armengol.
El proyecto fue encargado en primer lugar a Francisco de Paula del Villar y Lozano, que ideó un conjunto neogótico, desechando la idea de Bocabella de hacer una réplica del Santuario de Loreto (que se supone fue la casa de José y María en Nazaret).6 El proyecto de Villar consistía en una iglesia de tres naves, con los elementos típicos del gótico, como los ventanales alveolados, los contrafuertes exteriores y un alto campanario en forma de aguja.
ResponderEliminarLa primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882, día de San José, con la presencia del entonces obispo de Barcelona José María Urquinaona. Gaudí asistió a la ceremonia, ya que había trabajado como ayudante de Villar en varios proyectos; en ese momento no se podría imaginar que él pasaría a ser el arquitecto de dicha obra.7 Las obras no se iniciaron hasta el 25 de agosto de 1883, siendo adjudicadas al contratista Macari Planella i Roura.8
En 1883, Villar renunció por desavenencias con Joan Martorell, arquitecto asesor de Bocabella.9 El proyecto se ofreció al propio Martorell, pero al rehusar éste fue ofrecido a un joven Gaudí de 31 años. Gaudí había sido ayudante de Martorell en varias construcciones, hecho que motivó la recomendación del recién licenciado arquitecto, que aún no había ejecutado grandes obras. Al hacerse cargo Gaudí del proyecto lo modificó por entero -salvo la parte ya construida de la cripta-, imprimiéndole su estilo peculiar. Durante los restantes 43 años de su vida trabajó intensamente en la obra, los últimos 15 años de forma exclusiva. Esta dedicación tan intensa tiene su explicación, además de la magnitud de la obra, por el hecho de que Gaudí definía muchos aspectos a medida que la construcción avanzaba, en lugar de haberlos concretado previamente en sus planos e instrucciones. Por ello su presencia personal en la obra era de gran importancia.
Durante la vida de Gaudí sólo se hizo la fachada del Nacimiento, con escultura de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala, contando con los dibujos de Ricard Opisso; sólo una de sus torres llegó a ver coronada Gaudí antes de su fallecimiento, la de San Bernabé. A la muerte de Gaudí se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes, durante los años 1926-1936, acabando las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento.
Durante la Guerra Civil Española quedó destruido en su mayor parte el taller en el que Gaudí había trabajado, y donde se encontraban sus esbozos, maquetas y modelos. Por esta causa y por la particular manera de trabajar de Gaudí, no quedaron planos ni directrices acerca de cómo debía terminarse el templo. Por ello, cuando en 1944 se reemprendió la construcción de la Sagrada Familia, tuvo que definirse en primer lugar cómo debía procederse, para edificar el templo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí.
Al frente de esta gigantesca tarea estuvieron los arquitectos Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluís Bonet i Garí, mientras que de la obra escultórica se encargó Jaume Busquets. Posteriormente, cuando se construyó la fachada de la Pasión, el conjunto principal de las figuras escultóricas le fue encargado a Josep Maria Subirachs. Las obras de este último han originado cierta polémica, debido a que ha creado esculturas totalmente contemporáneas alejadas del estilo realista que Gaudí incluyó en la fachada del Nacimiento. El escultor japonés Etsuro Sotoo ha colaborado en algunas esculturas de la fachada del Nacimiento. Desde 1987 las obras están bajo la dirección de Jordi Bonet i Armengol.
ResponderEliminarGaudí enseña las obras de la Sagrada Familia al nuncio del Vaticano, Francesco Ragonesi (1915). En aquella ocasión monseñor Ragonesi calificó a Gaudí como “el Dante de la arquitectura”.10
Uno de los puntos que ha suscitado mayor controversia en torno a la Sagrada Familia es su ubicación en el entramado urbanístico de Barcelona: cuando comenzaron las obras se encontraba en un descampado, pero pronto fue integrada en el rápido desarrollo producido en la ciudad a principios del siglo XX. En 1905 Gaudí realizó un proyecto para englobar la Sagrada Familia dentro del Plan Jaussely, el nuevo proyecto de ensanche barcelonés: concibió situar el templo dentro de una zona ajardinada en forma de estrella octogonal, que habría proporcionado una visión óptima del templo desde todas las zonas circundantes. Finalmente, debido al coste de los terrenos, redujo el proyecto a una estrella de cuatro puntas, que permitía una amplia visión desde todos los vértices.11 Sin embargo, el plan de Gaudí finalmente no se llevó a cabo: en 1975 el Ayuntamiento de Barcelona realizó un estudio urbanístico que preveía habilitar una zona en forma de cruz en torno a la Sagrada Familia, con cuatro plazas ajardinadas en cada punta del templo;12 aun así, en la actualidad sólo existen dos de estas plazas, y la creación de las nuevas supondría el derribo de varios edificios, por lo que aún se estudia la solución ideal para enmarcar la Sagrada Familia en el entorno que merece.
La Sagrada Familia ha tenido varios eventos destacados: en 1920 se celebró el Año Jubilar de San José con procesiones, peregrinaciones y misas, y se cantó el Aleluya de Händel por mil cantantes de orfeones venidos de toda Cataluña, dirigidos por Lluís Millet.13 En 1953, con motivo del 35º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Barcelona, se inauguró la iluminación artística de la fachada del Nacimiento.14 En 1981 se abrió la plaza Gaudí frente a la Sagrada Familia, con un proyecto de jardines de Nicolau Maria Rubió i Tudurí, donde destaca el estanque, en cuyas aguas queda reflejado el templo.15 Al año siguiente, con motivo del centenario de la colocación de la primera piedra, el templo recibió la visita del papa Juan Pablo II.16 Igualmente, el 18 de marzo de 2007 se conmemoró el 125 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo con una fiesta, conciertos y bailando una sardana (La santa espina) alrededor de todo el templo.17 La Sagrada Familia es escenario habitual de numerosos actos culturales y encuentros religiosos.
El templo
ResponderEliminarCuando Gaudí empezó a dirigir la construcción del templo, sólo estaba construida la cripta, en la que modificó los capiteles, que pasaron de ser de estilo corintio a otro estilo inspirado en motivos vegetales. Gaudí evolucionó desde el primer proyecto neogótico hacia su estilo particular naturalista, orgánico, adaptado a la naturaleza; una de sus fuentes de inspiración fue la Cueva del Salnitre en Collbató (Barcelona), así como la montaña de Montserrat. Gaudí opinaba que el gótico era imperfecto, porque sus formas rectas, su sistema de pilares y arbotantes no reflejaba las leyes de la naturaleza, que según él es propensa a las formas geométricas regladas, como son el paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.18
Las superficies regladas son formas generadas por una recta, denominada generatriz, al desplazarse sobre una línea o varias, denominadas directrices. Gaudí las halló en abundancia en la naturaleza, como por ejemplo en juncos, cañas o huesos; decía que no existe mejor estructura que un tronco de árbol o un esqueleto humano. Estas formas son a la vez funcionales y estéticas, y Gaudí las empleó con gran sabiduría, sabiendo adaptar el lenguaje de la naturaleza a las formas estructurales de la arquitectura. Gaudí asimilaba la forma helicoidal al movimiento, y la hiperboloidal a la luz.
Gaudí fue modificando su concepción del templo a lo largo de los años, ya que las interrupciones de las obras por falta de recursos económicos le dieron tiempo para buscar nuevas soluciones estructurales. Asimismo, aprovechó su experimentación en otros proyectos para incorporar en la Sagrada Familia sus innovaciones más exitosas: la cripta de la Colonia Güell, así como las galerías y viaductos del Parque Güell, le sirvieron para adoptar nuevas soluciones arquitectónicas basadas en hiperboloides y paraboloides, así como en columnas helicoidales. Igualmente, las torres de la Sagrada Familia estaban inspiradas en un proyecto no realizado para unas Misiones Católicas Franciscanas en Tánger (1892), encargado por el marqués de Comillas.19
Para Gaudí un elemento clave en su forma de concebir la estructura era el arco parabólico o catenario, también llamado funicular de fuerzas, que utilizó como elemento más adecuado para soportar las presiones. Mediante la simulación de distintos polifuniculares experimentales determinó la forma óptima de la estructura para soportar las presiones de los arcos y las bóvedas, primero en la cripta de la Colonia Güell y después en la Sagrada Familia. Gaudí desarrolló un modelo a escala de cordeles entretejidos de los que se suspendían pequeños sacos de perdigones que simulaban los pesos; así determinaba el funicular de fuerzas y la forma de la estructura. Por tanto, a partir del estado de cargas, simulados con los saquitos de perdigones, determinó experimentalmente la forma idónea de la estructura –que él llamó estereostática–, que reproducía la estructura óptima para trabajar a tracción, y que, invirtiéndola, se obtenía la estructura idónea para trabajar a compresión (ver maqueta funicular de Rainer Gräfe).20
Gaudí concibió la Sagrada Familia como si fuese la estructura de un bosque, con un conjunto de columnas arborescentes divididas en diversas ramas para sustentar una estructura de bóvedas de hiperboloides entrelazados. Las columnas las inclinó para recibir mejor las presiones perpendiculares a su sección; además, les dio forma helicoidal de doble giro (dextrógiro y levógiro), como en las ramas y troncos de los árboles. Por el conjunto de elementos aplicados en las columnas -inclinación, forma helicoidal, ramificación en varias columnas más pequeñas- consiguió una sencilla forma de soportar el peso de las bóvedas sin necesidad de contrafuertes exteriores.21
Diseñó una planta en cruz latina con el altar mayor sobre la cripta, rodeado de siete capillas absidiales; frente al altar, un crucero de tres naves, con los portales del Nacimiento y la Pasión; en sentido longitudinal el cuerpo central, de cinco naves, con el Portal de la Gloria. La planta tiene unas dimensiones de 110 x 80 metros; la zona edificada tendrá una superficie total de 4.500 m². Su capacidad será de 14.000 personas.22
ResponderEliminarEl conjunto incluirá además: un claustro que circundará la iglesia, previsto para la realización de procesiones y para aislar el templo del exterior; junto al presbiterio estarán las sacristías y, entre ellas, la capilla de la Asunción; a los pies de la iglesia, las grandes capillas circulares del Bautismo y la Penitencia; interiormente, el templo dispondrá de triforios o galerías para cantores.
El templo tendrá 18 torres, cuatro en cada una de las tres puertas haciendo un total de 12 por los apóstoles, en el centro la torre cimborio dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro de los evangelistas alrededor de la torre cimborio, y sobre el ábside otro cimborio dedicado a la Virgen. Las torres tienen perfil parabólico, y disponen de unas escaleras helicoidales que dejan la parte central hueca para situar allí unas campanas tubulares dispuestas como carillón.
Junto al templo Gaudí construyó varios edificios anexos: la casa del capellán (construida en 1887 y reformada entre 1906 y 1912), sencilla construcción de ladrillo, a la que se adosaron diversos espacios destinados a despacho de Gaudí, un taller de maquetas, un laboratorio de fotografía y una sala de actos; y las Escuelas de la Sagrada Familia (1909), pequeño edificio destinado a escuela para los hijos de los obreros que trabajaban en la obra.23
Gaudí concibió una compleja iconografía que basó exclusivamente en su condición de templo católico y en el culto religioso, adaptando todos los elementos a los ritos litúrgicos. Para ello se inspiró principalmente en El Año Litúrgico de Prosper Guéranger,19 recopilación de todos los cultos y festividades religiosas producidos al cabo del año, así como en el Misal Romano y el Ceremonial de obispos. Para Gaudí, la Sagrada Familia era un himno de alabanza a Dios, en que cada piedra era una estrofa. El exterior del templo representa a la Iglesia, a través de los apóstoles, los evangelistas, la Virgen y Jesús, cuya torre principal simboliza el triunfo de la Iglesia; el interior alude a la Iglesia universal, y el crucero a la Jerusalén Celestial, símbolo místico de la paz.24
Gaudí diseñó personalmente muchas de las esculturas de la Sagrada Familia, aplicando un curioso método de trabajo ideado por él: en primer lugar hacía un profundo estudio anatómico de la figura, centrándose en las articulaciones -para lo que estudió detenidamente la estructura del esqueleto humano-; a veces se servía de muñecos confeccionados con alambre para probar la postura adecuada de la figura a esculpir. En segundo lugar, realizaba fotografías de los modelos, utilizando un sistema de espejos que proporcionaban múltiples perspectivas. A continuación, hacía moldes en yeso de las figuras, tanto de personas como de animales (en una ocasión tuvo que izar un burro para que no se moviese). Sobre estos moldes hacía correcciones en las proporciones para conseguir una perfecta visión de la figura dependiendo de su ubicación en el templo (más grandes cuanto más elevadas). Por último, se escu
La Cripta
ResponderEliminarComenzada en 1882 según el proyecto de Francisco del Villar, al hacerse cargo Gaudí de las obras, el 3 de noviembre de 1883, transformó los pilares añadiéndoles capiteles con motivos naturalistas; también elevó la bóveda y rodeó la cripta de un foso para tener iluminación y ventilación directas. Los primeros planos de Gaudí para la Sagrada Familia fueron de la capilla de San José, construida entre 1884 y 1885, fecha de la celebración de la primera misa. Las obras de la cripta se prolongarían hasta 1891.
La cripta se compone de siete capillas dedicadas a la Sagrada Familia de Jesús: San José, el Sagrado Corazón, la Inmaculada Concepción, San Joaquín, Santa Ana, San Juan y la capilla de Santa Isabel y San Zacarías. Están dispuestas en forma de rotonda, frente a la cual se sitúan otras cinco capillas en línea recta: la central que alberga el altar, flanqueada por las capillas de Nuestra Señora del Carmen (donde está enterrado Gaudí), de Jesucristo, de Nuestra Señora de Montserrat y del Santo Cristo (donde tiene sepultura Josep Maria Bocabella).
El altar está presidido por un relieve de la Sagrada Familia, obra de Josep Llimona. Cabe destacar asimismo la clave de la bóveda central con un relieve policromado dedicado a la Anunciación, obra de Joan Flotats, así como la imagen de San José de Maximí Sala Sánchez, en la capilla homónima. La cripta está circundada por un mosaico romano de "opus tesselatum" donde están representados la viña y el trigo, símbolos de la Eucaristía, obra del mosaicista italiano Mario Maragliano.26 Las pilas de agua bendita de la cripta están hechas con unas grandes conchas marinas (tridacna gigas) procedentes de Filipinas, que le proporcionaba a Gaudí el marqués de Comillas.27 Algunas de las lámparas de la cripta las hizo Gaudí con sus propias manos, ya que el médico le había recomendado trabajos manuales para combatir el reumatismo.28 El escultor Carles Mani realizó los trabajos de retoque de los capiteles y un modelo de Cristo a medida reducida para la Cripta.29
La cripta de la Sagrada Familia, junto con el taller de construcción, sufrió importantes destrozos el 21 de julio de 1936 en un incendio provocado durante la quema de iglesias de Barcelona en la Guerra Civil. Este atentado destruyó y dañó para siempre algunas de las maquetas, planos y documentos del proyecto original de Gaudí, y es por ello que su continuación a día de hoy no es el proyecto original del arquitecto. En ese mismo acto también fue profanada la tumba del fundador del templo, Josep Maria Bocabella, aunque por fortuna la de Gaudí quedó intacta, como pudieron comprobar sus discípulos al abrir el sepulcro en 1939.30 Desde 1930 la cripta es utilizada como iglesia parroquial, hasta la finalización del templo.
El ábside ocupa la cabecera del templo, entre las fachadas del Nacimiento y la Pasión; en su centro se situará la capilla de la Asunción, y tendrá dos sacristías en los laterales, intercomunicadas por el claustro, que rodeará todo el recinto. Gaudí dedicó el conjunto del ábside a la Virgen María, de la que era gran devoto. El proyecto contiene siete capillas absidiales dedicadas a los siete dolores y gozos de San José, según deseos del fundador Bocabella.31 De inspiración gótica, al encontrarse sobre la cripta sigue su misma estructura. Su construcción se realizó de 1891 a 1893.
La Capilla de la Asunción tendrá forma de litera de piedra, evocando la litera con que se sacaba en procesión a la llamada Virgen de Agosto de la Catedral de Gerona; Gaudí se inspiró en la obra de Lluís Bonifaç de la seo gerundense, reproduciendo en la capilla detalles como los cortinajes, la corona, los pilares y los ángeles.32 La capilla estará rematada por una linterna de 30 metros de altura, culminada con una corona flanqueada en sus cuatro lados por ángeles, y la inscripción Salve, Regina, Mater misericordiae. En el interior figurará la Santísima Trinidad en la cúpula coronando a María, rodeada de ángeles –como advocación de Nuestra Señora de los
Ángeles–; en la galería habrá 12 ángeles –por las 12 estrellas de la corona de la Virgen– con los frutos del Espíritu Santo; bajo la galería estará la muerte de la Virgen, la de San José, la presentación de María en el templo por San Joaquín y Santa Ana y las bodas de Canaán. En los portales estarán los santos de advocaciones barcelonesas, San Roque y San José Oriol.Las sacristías tendrán una altura de 35 metros, sobre una base de 18 x 18. Constarán de doce caras con ventanas triangulares, cubiertas por una cúpula decorada con mosaico y rematada por la figura de un vendimiador y un cordero –símbolos de Jesucristo–, así como las invocaciones del Apocalipsis: Benedictio, Claritas, Sapientia, Gratiarum actio, Honor, Virtus y Fortitudo, repartidas en un círculo de escamas.33
ResponderEliminarLas barandas altas de las capillas llevarán decoración floral de la antífona del Pequeño Oficio de la Bienaventurada Virgen María: cedro, palma, ciprés, cinamomo, rosa, olivo y bálsamo. Las linternas de las capillas tendrán los símbolos de las antífonas de la última semana de Adviento, conocidas como “antífonas de la O”:34
• O Sapientia: sabiduría, con un león y un cordero como unión de la fuerza y la mansedumbre.
• O Adonai: invocación hebraica de Dios (corona ducal y cetro).
• O Radix Jesse: vara de Jesé.
• O Clavis David: llave como signo de dominio.
• O Oriens: sol como símbolo de justicia.
• O Rex Gentium: piedra angular (piedra con el anagrama de Jesús y corona real).
• O Emmanuel rex: rey y legislador (manto real, espada y tablas de la Ley).
El ábside contiene una profusa decoración escultórica donde destacan las estatuas dedicadas a santos fundadores de órdenes religiosas (San Antonio Abad, San Benito de Nursia, Santa Escolástica, San Bruno, San Francisco de Asís, Santa Clara, San Bernardo de Claraval y Santa Teresa de Jesús), así como los anagramas de Jesús (la inicial de su nombre rodeada por una corona de espinas), de la Virgen (su inicial con la corona de Reina de los Cielos y la Tierra) y San José (su inicial acompañada de narcisos, flores que evocan la pureza y castidad). Asimismo, se encuentran numerosos elementos de la naturaleza como hierbas (principalmente el trigo, como símbolo de la Eucaristía) y animales (serpiente, camaleón, caracol, lagartija, rana, salamandra, etc), que hacen de gárgolas.
Fachada del Nacimiento
ResponderEliminarAl estar dedicada al acontecimiento gozoso del nacimiento de Jesús, esta fachada presenta una decoración exultante donde todos los elementos son evocadores de la vida. Se centra en la faceta más humana y familiar de Jesús, con una amplia profusión de elementos populares, como herramientas y animales domésticos. Orientada al levante (nordeste), está dividida en tres pórticos, dedicados a las virtudes teologales: de la Esperanza a la izquierda, de la Fe a la derecha, y de la Caridad en el centro, con la Puerta de Jesús y rematada por el Árbol de la Vida. La fachada culmina con las torres-campanario dedicadas a San Matías, San Judas Tadeo, San Simón y San Bernabé. Fue construida entre 1894 y 1930. La escultura es de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala.
Los pórticos están separados por dos grandes columnas: la de José entre el pórtico de la Esperanza y el de la Caridad, y la de María, entre el pórtico de la Caridad y el de la Fe. En la base de las columnas está representada una tortuga (una de tierra y una de mar) como símbolo de lo inalterable en el tiempo; los fustes crecen en espiral, mientras que los capiteles son en forma de hojas de palma, de las que surgen racimos de dátiles cubiertos de nieve (por el invierno, fecha de la natividad de Jesús), que dan apoyo a dos ángeles con trompetas que anuncian el nacimiento de Jesús. En contraste con las tortugas, a ambos lados de la fachada se situaron camaleones, símbolos del cambio. En el proyecto original de Gaudí esta fachada debía estar policromada, pintando de diversos colores las arquivoltas de los tres pórticos; así, todas la estatuas habrían sido pintadas, tanto las de figuras humanas como las de flora y fauna y demás objetos.35
Esta fachada fue la elegida por Gaudí para dar una idea global de la estructura y decoración del templo: como era consciente de que no podría terminar el proyecto en el transcurso de su vida, en vez de ir construyendo el templo en su conjunto de forma lineal prefirió construir una fachada completa en toda su verticalidad, para dar una muestra completa de cómo debía ser el resto. Escogió esta fachada por ser, en su opinión, la que podría ser más atractiva para el público, fomentando así la continuación de la obra tras su muerte; en sus propias palabras:
“Si en vez de hacer esta fachada decorada, ornamentada, turgente, hubiese comenzado por La Pasión, dura, pelada, como hecha de huesos, la gente se habría retraído”.36
Pórtico de la Caridad
ResponderEliminarEs el mayor de los tres, y está dedicado a Jesús. Simulando ser el Portal de Belén, desarrolla una serie de escenas sobre el nacimiento de Jesús: la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Adoración de los pastores y la Coronación de María; las dos Adoraciones son obra de Joaquim Ros i Bofarull (1981-1982). También encontramos la estrella de Belén y los signos del Zodíaco, dispuestos como estaban la noche que nació Jesús, así como ángeles músicos (con instrumentos clásicos: arpa, fagot, violín; y populares: guitarra, pandereta y gaita), el cordero como símbolo de inocencia, el perro como símbolo de fidelidad y las 59 cuentas del rosario rodeando el ventanal. En el dintel de las puertas figura la inscripción Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.37
En la Puerta de Jesús destaca el gran pilar con el árbol genealógico de Jesús; en su base está la serpiente mordiendo la manzana, símbolo del pecado original, y sobre el capitel se sitúa el grupo del Nacimiento, obra de Jaume Busquets (1958). El Coro de ángeles niños, destruido en la Guerra Civil, ha sido realizado de nuevo por Etsuro Sotoo. Los ángeles sostienen una inscripción que dice: Jesus est natus. Venite, adoremus, ante cuyo mensaje los pájaros van el pie de la cuna, según el villancico popular catalán El cant dels ocells (El canto de los pájaros).38
El pórtico culmina en el Árbol de la Vida, que representa el triunfo de la vida y el legado de Jesús. Aquí encontramos el anagrama de Jesús con las letras JHS (de Jesuchristus, o de Jesus Hominum Salvator, Jesús Salvador de la Humanidad), en una cruz griega, con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Está rodeado de ángeles incensarios y ángeles portadores del pan y el vino, símbolo de la Eucaristía. Sobre el anagrama encontramos un pelícano, primitivo símbolo cristiano que representa igualmente la Eucaristía, con un huevo símbolo del origen y la plenitud de la vida y la Naturaleza. En sentido ascendente se hallan dos escaleras como ascensión a Dios, y un ciprés que simboliza la vida eterna, con un grupo de palomas que representan los fieles que acuden a Dios. Por último, encontramos una representación de la Santísima Trinidad, con la letra griega tau, inicial del nombre de Dios en griego (Theos), la X de Jesús (por la letra griega ji, inicial de Cristo en griego) y la paloma del Espíritu Santo.
Pórtico de la Esperanza
Dedicado a la Virgen María, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), El sabio y el Niño Jesús (Jesús lleva en la mano una paloma muerta, símbolo de humildad), la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en que José es el timonel que conduce a la Iglesia Católica (la fisonomía de José corresponde a la del propio Gaudí, como homenaje de los trabajadores del templo tras su muerte).39 También podemos observar la colocación de diversas herramientas (una sierra, una maza, un cincel, una escuadra, un destornillador, un martillo, un hacha), animales domésticos como ocas, gansos o patos como alusión a la fauna del Nilo, así como flora de Egipto (papiros, lotos, nenúfares, parras, etc). El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante a los peñascos de Montserrat (concretamente el Cavall Bernat), con la inscripción Sálvanos.
Pórtico de la Fe
ResponderEliminarDedicado a San José, percibimos las siguientes escenas: la Inmaculada Concepción, en que aparece la Virgen sobre una lámpara de tres brazos, en referencia a la Santísima Trinidad; la Visitación, la Virgen visita a su prima Isabel; La presentación de Jesús en el templo, donde el Niño Jesús aparece en brazos del sacerdote Simeón y, a su lado, aparece la profetisa Ana, que reconoce en Jesús al Mesías; Jesús trabajando de carpintero; y Jesús predicando en el templo, entre las figuras de San Juan Bautista y San Zacarías. También encontramos el Corazón de Jesús, cubierto de espinas y de abejas místicas que liban su sangre; la Divina Providencia, en forma de mano con el ojo que todo lo ve; uvas y espigas como símbolo de la Eucaristía; y flora de Palestina (preferentemente hojas de palma, símbolo del martirio).
Fachada de la Pasión
La fachada de la Pasión se empezó a construir en 1954 según los dibujos y explicaciones que había dejado Gaudí; las torres se acabaron en 1976, y desde entonces se trabaja en la decoración escultórica. Gaudí proyectó esta fachada durante una convalecencia por unas fiebres de Malta en Puigcerdà, en 1911.40 Dedicada a la Pasión de Jesús pretende reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, semejando un esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Tan sólo figuran los grupos escultóricos del ciclo pasional de Jesús, obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático; Subirachs comenzó su obra en 1987, en la que todavía trabaja (octubre de 2010).
El propio Gaudí describía su concepción de la fachada de la Pasión de la siguiente manera:
“Alguien encontrará esta puerta demasiado extravagante; pero yo querría que haga miedo, y para conseguirlo no ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto. Es más, estoy dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del Sacrificio”.41
Boceto de Gaudí de la Fachada de la Pasión (1911).
Orientada al poniente (suroeste), la fachada está sostenida por seis grandes columnas inclinadas, que semejan troncos de secuoya, sobre las que se emplaza un gran frontón de forma piramidal constituido por 18 columnas en forma de hueso, rematado por una gran cruz con una corona de espinas. Las torres están dedicadas a los apóstoles Santiago el Menor, Santo Tomás, San Felipe y San Bartolomé.
La fachada de la Pasión tiene tres pórticos igualmente dedicados a la Fe, Esperanza y Caridad, donde destacan las puertas de bronce creadas por Subirachs. El pórtico central –de la Caridad– tiene dos puertas dedicadas al Evangelio, con los textos evangélicos que narran los últimos días de Jesús, separadas por un parteluz con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Frente a las Puertas del Evangelio se sitúa la columna de La Flagelación, que sustituye la cruz inicialmente prevista por Gaudí;
por ello, Subirachs dividió la columna en cuatro bloques, simbolizando las cuatro partes de la cruz. Tiene cinco metros de altura, y está realizada en mármol travertino. Otros detalles destacados de la columna son: el nudo, que simboliza las torturas sufridas por Jesús; el fósil, hallado en el bloque de mármol según Subirachs, y que tiene forma de palmera, símbolo del martirio; y la caña que los soldados dieron a Jesús en vez del cetro real, como símbolo del escarnio sufrido por el Redentor. Los tres escalones simbolizan los tres días que transcurrieron hasta la resurrección.42
ResponderEliminarDetalle de la Puerta de la Coronación de espinas, con una inscripción de La Divina Comedia de Dante: "Mi deseo debe tener fin en este maravilloso y angélico templo, cuyos únicos confines son el amor y la luz" (Paraíso, XXVIII, 52-54).
El pórtico de la Fe presenta la Puerta de Getsemaní, dedicada a la oración de Jesús en el huerto de los olivos. Vemos las imágenes de Jesús orando, mientras que sus discípulos duermen. Aparece un poliedro procedente del grabado La Melancolía de Alberto Durero, y la inscripción Jesús cayó sobre su rostro, orando: padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz; pero que se haga no como yo quiero, sino como queréis vos (San Mateo 26, 39).
El pórtico de la Esperanza presenta la Puerta de la Coronación de espinas, donde aparece Jesús escarnecido con la corona de espinas, el manto y la caña, como burla de su condición de rey, junto a la inscripción Y los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura; y le decían: “salve, rey de los judíos”; y le daban bofetadas (Juan 19, 2). En otra escena, Jesús es conducido ante Herodes y Pilatos. Incluye además una cita de La Divina Comedia de Dante y un poema de La pell de brau (La piel de toro) de Salvador Espriu.43
El ciclo escultórico de la Pasión está instalado en tres niveles, siguiendo un orden ascendente en forma de S, para reproducir el Calvario de Jesús:44
• Nivel inferior: contiene las escenas de la última noche de Jesús antes de la crucifixión. La Última Cena presenta a Jesús con los doce apóstoles, en el momento en que Judas le traicionará; figura la inscripción Lo que vas a hacer, hazlo deprisa (Juan, 13, 27). Pedro y los soldados es el momento en que Pedro corta la oreja a Malco, el criado del Gran Sacerdote. En El beso de Judas las figuras están toscamente talladas para sugerir una visión nocturna; detrás de Judas se sitúa la serpiente que simboliza el demonio. La negación de Pedro contiene tres figuras de mujer que representan las tres veces que Pedro negó a Jesús; el apóstol está envuelto en una sábana como símbolo de su cobardía. Junto a esta escena, se sitúa un laberinto, como símbolo de la inescrutabilidad de los designios divinos, a la vez que representa el camino de Jesús hacia el Calvario. En Ecce Homo Jesús es presentado con la corona de espinas; junto a la escena hay una columna con el águila romana y la inscripción Tiberio, emperador de Roma. Por último figura El juicio de Jesús, en que Pilatos se lava las manos.
• Nivel medio: representa el Calvario de Jesús. Aparece en primer lugar Las Tres Marías y Simón de Cirene, en que éste ayuda con la cruz a Jesús, rodeado por la Virgen, María Magdalena y María de Cleofás. La Verónica muestra el rostro de Jesús marcado en negativo en la tela de la mujer que le limpió el sudor; la figura de Verónica no tiene rostro para no interferir con la imagen de Jesús; aquí Subirachs hace un homenaje a Gaudí, dándole su fisonomía a la figura del evangelista situado a la izquierda, así como en la forma de los cascos de los soldados, que evocan las chimeneas de la Casa Milà. Cierra el ciclo El soldado Longino, que clavó su lanza a Jesús aunque luego se convirtió al cristianismo.
ResponderEliminar• Nivel superior: figura la muerte y entierro de Jesús. Comienza el nivel con Soldados jugando a los dados las vestiduras de Jesús. La crucifixión es la escena principal del pórtico, con Jesús colgado en la cruz –que es de seis brazos, como las típicamente gaudinianas–, que está hecha de hierro, con una I pintada en rojo en la viga central, símbolo del INRI; aparecen de nuevo las tres Marías y San Juan, y figuran también en la escena un cráneo, símbolo de la muerte (y del Gólgota), y una luna, que representa la noche. El velo rasgado es una estructura de bronce que representa el velo del Templo de Jerusalén, que se rasgó a la muerte de Jesús. Por último, en El entierro figuran José de Arimatea y Nicodemo depositando el cuerpo de Jesús en el sepulcro, junto a la Virgen María y un huevo símbolo de la resurrección. La efigie de Nicodemo es un autorretrato del escultor Subirachs.45
En el frontón figurará la leyenda Jesus Nazarenus, Rex Judeorum y, sobre él, habrá cruces de todos los ritos y países, así como dos grupos de estatuas: los profetas, que surgen del limbo para seguir a Jesús crucificado, junto al cordero del sacrificio de Abraham; y los patriarcas, surgiendo igualmente del limbo, acompañados del león de Judá, vencedor de la muerte.46
• Profetas: Isaías, Jeremías, Zacarías, Ezequiel, Daniel, Jonás y Juan Bautista.
• Patriarcas: Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Samuel, David y San José.
En un nivel superior se situará la Resurrección de Jesús, con el ángel custodio, María Magdalena y María Salomé. Finalizan el ciclo de la Pasión: Cristo resucitado, en el ventanal del crucero; y la Ascensión de Jesús, en el puente que une las torres de San Bartolomé y Santo Tomás, a 60 metros de altura, obra de Subirachs realizada en bronce, instalada en 2005.47
Fachada de la Gloria
La fachada de la Gloria será la más grande y monumental; es la fachada principal, la que da acceso a la nave central. Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la Muerte, el Juicio Final y la Gloria, así como el Infierno, para todo aquel que se aparta del dictado de Dios. Gaudí esbozó tan sólo las líneas generales de esta fachada, ya que era consciente de que no la haría él en vida, sino los que continuasen su obra:
“El fragmento de maqueta de los campanarios de la fachada principal no lo completaré ni lo desarrollaré. He decidido dejarla sólo programada para que otra generación colabore en el
Pórtico de la Caridad
ResponderEliminarEs el mayor de los tres, y está dedicado a Jesús. Simulando ser el Portal de Belén, desarrolla una serie de escenas sobre el nacimiento de Jesús: la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Adoración de los pastores y la Coronación de María; las dos Adoraciones son obra de Joaquim Ros i Bofarull (1981-1982). También encontramos la estrella de Belén y los signos del Zodíaco, dispuestos como estaban la noche que nació Jesús, así como ángeles músicos (con instrumentos clásicos: arpa, fagot, violín; y populares: guitarra, pandereta y gaita), el cordero como símbolo de inocencia, el perro como símbolo de fidelidad y las 59 cuentas del rosario rodeando el ventanal. En el dintel de las puertas figura la inscripción Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.37
En la Puerta de Jesús destaca el gran pilar con el árbol genealógico de Jesús; en su base está la serpiente mordiendo la manzana, símbolo del pecado original, y sobre el capitel se sitúa el grupo del Nacimiento, obra de Jaume Busquets (1958). El Coro de ángeles niños, destruido en la Guerra Civil, ha sido realizado de nuevo por Etsuro Sotoo. Los ángeles sostienen una inscripción que dice: Jesus est natus. Venite, adoremus, ante cuyo mensaje los pájaros van el pie de la cuna, según el villancico popular catalán El cant dels ocells (El canto de los pájaros).38
El pórtico culmina en el Árbol de la Vida, que representa el triunfo de la vida y el legado de Jesús. Aquí encontramos el anagrama de Jesús con las letras JHS (de Jesuchristus, o de Jesus Hominum Salvator, Jesús Salvador de la Humanidad), en una cruz griega, con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Está rodeado de ángeles incensarios y ángeles portadores del pan y el vino, símbolo de la Eucaristía. Sobre el anagrama encontramos un pelícano, primitivo símbolo cristiano que representa igualmente la Eucaristía, con un huevo símbolo del origen y la plenitud de la vida y la Naturaleza. En sentido ascendente se hallan dos escaleras como ascensión a Dios, y un ciprés que simboliza la vida eterna, con un grupo de palomas que representan los fieles que acuden a Dios. Por último, encontramos una representación de la Santísima Trinidad, con la letra griega tau, inicial del nombre de Dios en griego (Theos), la X de Jesús (por la letra griega ji, inicial de Cristo en griego) y la paloma del Espíritu Santo.
Pórtico de la Esperanza
Dedicado a la Virgen María, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), El sabio y el Niño Jesús (Jesús lleva en la mano una paloma muerta, símbolo de humildad), la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en que José es el timonel que conduce a la Iglesia Católica (la fisonomía de José corresponde a la del propio Gaudí, como homenaje de los trabajadores del templo tras su muerte).39 También podemos observar la colocación de diversas herramientas (una sierra, una maza, un cincel, una escuadra, un destornillador, un martillo, un hacha), animales domésticos como ocas, gansos o patos como alusión a la fauna del Nilo, así como flora de Egipto (papiros, lotos, nenúfares, parras, etc). El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante a los peñascos de Montserrat (concretamente el Cavall Bernat), con la inscripción Sálvanos.
Pórtico de la Fe
Dedicado a San José, percibimos las siguientes escenas: la Inmaculada Concepción, en que aparece la Virgen sobre una lámpara de tres brazos, en referencia a la Santísima Trinidad; la Visitación, la Virgen visita a su prima Isabel; La presentación de Jesús en el templo, donde el Niño Jesús aparece en brazos del sacerdote Simeón y, a su lado, aparece la profetisa Ana, que reconoce en Jesús al Mesías; Jesús trabajando de carpintero; y Jesús predicando en el templo, entre las figuras de San Juan Bautista y San Zacarías. También encontramos el Corazón de Jesús, cubierto de espinas y de abejas místicas que liban su sangre; la Divina Providencia, en forma de mano con el ojo que todo lo ve; uvas y espigas como símbolo de la Eucaristía; y flora de Palestina (preferentemente hojas de palma, símbolo del martirio).
ResponderEliminarFachada de la Pasión
ResponderEliminarLa fachada de la Pasión se empezó a construir en 1954 según los dibujos y explicaciones que había dejado Gaudí; las torres se acabaron en 1976, y desde entonces se trabaja en la decoración escultórica. Gaudí proyectó esta fachada durante una convalecencia por unas fiebres de Malta en Puigcerdà, en 1911.40 Dedicada a la Pasión de Jesús pretende reflejar el sufrimiento de Cristo en su crucifixión, como redención de los pecados del hombre. Por ello concibió una fachada más austera y simplificada, sin ornamentación, donde destacase la desnudez de la piedra, semejando un esqueleto reducido a las líneas simples de sus huesos. Tan sólo figuran los grupos escultóricos del ciclo pasional de Jesús, obra de Josep Maria Subirachs, que ideó un conjunto simple y esquemático, con formas angulosas que provocan un mayor efecto dramático; Subirachs comenzó su obra en 1987, en la que todavía trabaja (octubre de 2010).
El propio Gaudí describía su concepción de la fachada de la Pasión de la siguiente manera:
“Alguien encontrará esta puerta demasiado extravagante; pero yo querría que haga miedo, y para conseguirlo no ahorraré el claroscuro, los motivos entrantes y salientes, todo lo que resulte de más tétrico efecto. Es más, estoy dispuesto a sacrificar la misma construcción, a romper arcos y a cortar columnas para dar idea de lo cruento del Sacrificio”.41
Boceto de Gaudí de la Fachada de la Pasión (1911).
Orientada al poniente (suroeste), la fachada está sostenida por seis grandes columnas inclinadas, que semejan troncos de secuoya, sobre las que se emplaza un gran frontón de forma piramidal constituido por 18 columnas en forma de hueso, rematado por una gran cruz con una corona de espinas. Las torres están dedicadas a los apóstoles Santiago el Menor, Santo Tomás, San Felipe y San Bartolomé.
La fachada de la Pasión tiene tres pórticos igualmente dedicados a la Fe, Esperanza y Caridad, donde destacan las puertas de bronce creadas por Subirachs. El pórtico central –de la Caridad– tiene dos puertas dedicadas al Evangelio, con los textos evangélicos que narran los últimos días de Jesús, separadas por un parteluz con las letras griegas alfa y omega, como símbolo del principio y el fin. Frente a las Puertas del Evangelio se sitúa la columna de La Flagelación, que sustituye la cruz inicialmente prevista por Gaudí; por ello, Subirachs dividió la columna en cuatro bloques, simbolizando las cuatro partes de la cruz. Tiene cinco metros de altura, y está realizada en mármol travertino. Otros detalles destacados de la columna son: el nudo, que simboliza las torturas sufridas por Jesús; el fósil, hallado en el bloque de mármol según Subirachs, y que tiene forma de palmera, símbolo del martirio; y la caña que los soldados dieron a Jesús en vez del cetro real, como símbolo del escarnio sufrido por el Redentor. Los tres escalones simbolizan los tres días que transcurrieron hasta la resurrección.42
Detalle de la Puerta de la Coronación de espinas, con una inscripción de La Divina Comedia de Dante: "Mi deseo debe tener fin en este maravilloso y angélico templo, cuyos únicos confines son el amor y la luz" (Paraíso, XXVIII, 52-54).
ResponderEliminarEl pórtico de la Fe presenta la Puerta de Getsemaní, dedicada a la oración de Jesús en el huerto de los olivos. Vemos las imágenes de Jesús orando, mientras que sus discípulos duermen. Aparece un poliedro procedente del grabado La Melancolía de Alberto Durero, y la inscripción Jesús cayó sobre su rostro, orando: padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz; pero que se haga no como yo quiero, sino como queréis vos (San Mateo 26, 39).
El pórtico de la Esperanza presenta la Puerta de la Coronación de espinas, donde aparece Jesús escarnecido con la corona de espinas, el manto y la caña, como burla de su condición de rey, junto a la inscripción Y los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza, y lo vistieron con un manto de púrpura; y le decían: “salve, rey de los judíos”; y le daban bofetadas (Juan 19, 2). En otra escena, Jesús es conducido ante Herodes y Pilatos. Incluye además una cita de La Divina Comedia de Dante y un poema de La pell de brau (La piel de toro) de Salvador Espriu.43
El ciclo escultórico de la Pasión está instalado en tres niveles, siguiendo un orden ascendente en forma de S, para reproducir el Calvario de Jesús:44
• Nivel inferior: contiene las escenas de la última noche de Jesús antes de la crucifixión. La Última Cena presenta a Jesús con los doce apóstoles, en el momento en que Judas le traicionará; figura la inscripción Lo que vas a hacer, hazlo deprisa (Juan, 13, 27). Pedro y los soldados es el momento en que Pedro corta la oreja a Malco, el criado del Gran Sacerdote. En El beso de Judas las figuras están toscamente talladas para sugerir una visión nocturna; detrás de Judas se sitúa la serpiente que simboliza el demonio. La negación de Pedro contiene tres figuras de mujer que representan las tres veces que Pedro negó a Jesús; el apóstol está envuelto en una sábana como símbolo de su cobardía. Junto a esta escena, se sitúa un laberinto, como símbolo de la inescrutabilidad de los designios divinos, a la vez que representa el camino de Jesús hacia el Calvario. En Ecce Homo Jesús es presentado con la corona de espinas; junto a la escena hay una columna con el águila romana y la inscripción Tiberio, emperador de Roma. Por último figura El juicio de Jesús, en que Pilatos se lava las manos.
• Nivel medio: representa el Calvario de Jesús. Aparece en primer lugar Las Tres Marías y Simón de Cirene, en que éste ayuda con la cruz a Jesús, rodeado por la Virgen, María Magdalena y María de Cleofás. La Verónica muestra el rostro de Jesús marcado en negativo en la tela de la mujer que le limpió el sudor; la figura de Verónica no tiene rostro para no interferir con la imagen de Jesús; aquí Subirachs hace un homenaje a Gaudí, dándole su fisonomía a la figura del evangelista situado a la izquierda, así como en la forma de los cascos de los soldados, que evocan las chimeneas de la Casa Milà. Cierra el ciclo El soldado Longino, que clavó su lanza a Jesús aunque luego se convirtió al cristianismo.
• Nivel superior: figura la muerte y entierro de Jesús. Comienza el nivel con Soldados jugando a los dados las vestiduras de Jesús. La crucifixión es la escena principal del pórtico, con Jesús colgado en la cruz –que es de seis brazos, como las típicamente gaudinianas–, que está hecha de hierro, con una I pintada en rojo en la viga central, símbolo del INRI; aparecen de nuevo las tres Marías y San Juan, y figuran también en la escena un cráneo, símbolo de la muerte (y del Gólgota), y una luna, que representa la noche. El velo rasgado es una estructura de bronce que representa el velo del Templo de Jerusalén, que se rasgó a la muerte de Jesús. Por último, en El entierro figuran José de Arimatea y Nicodemo depositando el cuerpo de Jesús en el sepulcro, junto a la Virgen María y un huevo símbolo de la resurrección. La efigie de Nicodemo es un autorretrato del escultor Subirachs.45
ResponderEliminarEn el frontón figurará la leyenda Jesus Nazarenus, Rex Judeorum y, sobre él, habrá cruces de todos los ritos y países, así como dos grupos de estatuas: los profetas, que surgen del limbo para seguir a Jesús crucificado, junto al cordero del sacrificio de Abraham; y los patriarcas, surgiendo igualmente del limbo, acompañados del león de Judá, vencedor de la muerte.46
• Profetas: Isaías, Jeremías, Zacarías, Ezequiel, Daniel, Jonás y Juan Bautista.
• Patriarcas: Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Samuel, David y San José.
En un nivel superior se situará la Resurrección de Jesús, con el ángel custodio, María Magdalena y María Salomé. Finalizan el ciclo de la Pasión: Cristo resucitado, en el ventanal del crucero; y la Ascensión de Jesús, en el puente que une las torres de San Bartolomé y Santo Tomás, a 60 metros de altura, obra de Subirachs realizada en bronce, instalada en 2005.47
Fachada de la Gloria
La fachada de la Gloria será la más grande y monumental; es la fachada principal, la que da acceso a la nave central. Las obras comenzaron en 2002. Dedicada a la Gloria celestial de Jesús, representa el camino ascensional a Dios: la Muerte, el Juicio Final y la Gloria, así como el Infierno, para todo aquel que se aparta del dictado de Dios. Gaudí esbozó tan sólo las líneas generales de esta fachada, ya que era consciente de que no la haría él en vida, sino los que continuasen su obra:
“El fragmento de maqueta de los campanarios de la fachada principal no lo completaré ni lo desarrollaré. He decidido dejarla sólo programada para que otra generación colabore en el
templo, como repetidamente se ve en la historia de las catedrales, cuyas fachadas no sólo son de otros autores, sino también de otros estilos”.48
ResponderEliminarPara acceder al Pórtico de la Gloria habrá una gran escalinata con una terraza donde se situará el Monumento al Fuego y al Agua, con un gran tedero con fuego, en representación de la columna de fuego que guió al pueblo elegido, y un surtidor de agua, con un chorro de 20 metros de altura que se dividirá en cuatro cascadas, simbolizando los ríos del paraíso terrenal y las fuentes de agua viva del Apocalipsis.49
La escalinata creará un paso subterráneo en la calle Mallorca, que representaría el Infierno y el vicio, y estaría decorado con demonios, ídolos y falsos dioses, cismas, herejías, etc. También figurará el purgatorio, y la muerte representada en sepulcros situados en el suelo del porche. En representación de la condena al trabajo sufrida por el hombre tras el pecado original, figurarán en un soportal de la fachada principal representaciones de diversos oficios: sastre, zapatero, albañil, panadero, herrero, alfarero, carpintero, etc. Por medio del trabajo y cultivando la virtud, el hombre puede alcanzar la Gloria, a través de la redención y por intermediación del Espíritu Santo. Así, el pórtico tendrá siete grandes columnas dedicadas a los siete dones del Espíritu Santo; en sus bases aparecerán los siete pecados capitales, y en los capiteles las siete virtudes:
• Dones: Piedad, Fortaleza, Inteligencia, Sabiduría, Consejo, Ciencia, Temor de Dios.
• Pecados: Avaricia, Pereza, Ira, Envidia, Gula, Soberbia, Lujuria.
• Virtudes: Generosidad, Diligencia, Paciencia, Caridad, Templanza, Humildad, Castidad.
Asimismo, habrá siete puertas dedicadas a los sacramentos y a las peticiones del Padre Nuestro:
• Bautismo: Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu Nombre.
• Extremaunción: Venga a nosotros tu Reino.
• Orden Sacerdotal: Hágase tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.
• Eucaristía: Danos hoy el pan nuestro de cada día.
• Confirmación: Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden.
• Matrimonio: No nos dejes caer en la tentación.
• Penitencia: Y líbranos del mal.
La primera y la última, del Bautismo y la Penitencia, coincidirán con las dos capillas laterales de la fachada de la Gloria, que interseccionarán con el claustro. También figurarán en la fachada las Bienaventuranzas y las Obras de Misericordia corporales y espirituales. Igualmente estarán representados: Adán y Eva, como origen del ser humano; San José en su labor de carpintero; la Fe, la Esperanza y la Caridad representadas por el Arca de la Alianza, el Arca de Noé y la Casa de Nazaret; la Virgen María, rodeada de ángeles, santos, profetas, patriarcas, apóstoles, mártires, sacerdotes, confesores, vírgenes y viudas; las jerarquías angélicas; y Jesús en el Juicio Final, con el Espíritu Santo en forma de rosetón y Dios Padre, formando la Trinidad augusta.
La fachada se completará con unas grandes nubes iluminadas que contendrán en grandes letras el Credo (Credo in unum Deum Patrem Omnipotentem, creatorem coeli
et terrae) y el Génesis, situadas sobre 16 grandes linternas dispuestas en orden ascendente. Las torres serán las más altas de las tres fachadas, y estarán dedicadas a San Pedro, San Pablo, San Andrés y Santiago el Mayor.
ResponderEliminarEl 22 de abril de 2007 se instaló una escultura de San Jorge en la baranda del jubé –en el lado interior de la fachada de la Gloria–, coincidiendo con la proclamación del 550 aniversario del santo como patrón de Cataluña y en el marco de los actos de celebración del 125 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo.50 Obra de Subirachs, la estatua es de bronce, de tres metros de altura, y está inspirada en el San Jorge de Donatello.51
Asimismo, en septiembre de 2008 se instalaron las puertas de la fachada de la Gloria, dos láminas de bronce de dos toneladas cada una, obra de Subirachs con la ayuda del escultor Bruno Gallart. Las puertas tienen inscrito el Padre Nuestro, así como su segundo párrafo (Danos hoy nuestro pan de cada día), en cincuenta idiomas distintos.52
Las torres
Gaudí proyectó un templo de gran verticalidad, para que fuese visible desde cualquier punto de Barcelona y destacase sobre el resto de edificios. Para ello dotó a la Sagrada Familia de 18 torres, 12 por los apóstoles, 4 de los evangelistas, y los cimborios de Jesús y la Virgen María. Tienen distinta altura, en sentido ascendente: las torres del Nacimiento, 98 metros las exteriores y 107 las centrales; las de la Pasión, 107 metros las exteriores y 112 las centrales; las de la Gloria, 118 metros; la de la Virgen, 120 metros; las de los evangelistas, 125 metros; y la de Jesús, 170 metros.
Las torres son de perfil parabólico, y tienen distintas soluciones según su tipología: las de los apóstoles están rematadas por pináculos de mosaico veneciano policromado con escudos con la cruz y unas esferas blancas, que simbolizan la mitra episcopal; también figuran el anillo y el báculo episcopales, así como la letra inicial de cada apóstol. Igualmente se encuentran diversas inscripciones como Hosanna, Excelsis y Sanctus, Sanctus, Sanctus, repetido tres veces por la Santísima Trinidad (el del Padre en color amarillo, por la luz; el del Hijo de color rojo, símbolo del martirio; y el del Espíritu Santo de color naranja, síntesis de los otros dos).53 Al parecer, para los pináculos de las torres Gaudí se inspiró en los tallos de una planta denominada uñas de gato (sedum nicaeensis). Cada torre lleva inscrito el nombre en latín y la palabra Apostolus junto con una escultura del apóstol que representa. Asimismo, cada apóstol está relacionado con una constelación zodiacal, según la correspondencia establecida por Beda el Venerable en el siglo VIII: San Pedro sería Aries, San Andrés Tauro, y así sucesivamente.54
Las torres actúan de campanario, y contendrán un total de 84 campanas, comunes y tubulares: en la fachada del Nacimiento, campanas tubulares de percusión; en la de la Pasión, campanas tubulares de órgano resonante; y en la de la Gloria, campanas afinadas con las notas mi, sol, do. Gaudí realizó complicados estudios de acústica para lograr una perfecta sonoridad.55 En el interior de las torres se encuentran unas escaleras de caracol inspiradas nuevamente en un elemento orgánico, un tipo de caracol marino denominado torrecilla (turritella communis).56
Las torres de los evangelistas estarán rematadas por las figuras alegóricas que los representan en la iconografía cristiana: San Juan, el águila; San Marcos, el león; San Mateo
San Mateo, el ángel; y San Lucas, el buey. Tendrán dos focos cada una que de noche iluminarán la calle y la torre de Jesús. Igualmente, están relacionadas con los signos del Zodíaco, los cuatro elementos y los cuatro estadios del camino hacia el conocimiento:57
ResponderEliminarEvangelista Símbolo Elemento Signo zodiacal Conocimiento
San Mateo
ángel
aire
Acuario
Inteligencia
San Lucas
buey
tierra
Tauro
Voluntad
San Marcos
león
fuego
Leo
Valor
San Juan
águila
agua
Escorpio
Silencio
La torre de María se situará sobre el ábside, y estará rematada por una gran estrella de 12 puntas, que simbolizará la estrella de la mañana. Por último, la torre de Jesús estará rematada por una gran cruz de seis brazos, de 15 metros; en su parte central figurará un cordero, así como la inscripción Tu solus Sanctus, Tu solus Dominus, Tu solus Altissimus y las palabras Amén y Aleluya. Cada uno de los cuatro brazos de la cruz tendrá potentes haces de luz que serán visibles a grandes distancias.
El exterior
En el exterior destaca el claustro, que rodea todo el perímetro del templo, solución original ideada por Gaudí para aislar el templo del exterior. Como el resto del proyecto, se encuentra a cuatro metros sobre el nivel del suelo, y su longitud total será de 240 metros. Para los ventanales, Gaudí ideó tres tipologías distintas, para conseguir una transición del neogótico original a la nueva estructura naturalista aplicada en sus últimos años: el primer nivel, bajo la cantoría, es neogótico; el segundo, sobre las cantorías, presenta un hiperboloide elíptico rodeado de cuatro circulares, sobre un friso de aberturas alargadas; el tercero, que corresponde a la nave central, tiene igualmente un hiperboloide elíptico rodeado de dos hiperboloides de revolución, también sobre cuatro aberturas alargadas, figurando en el centro la inscripción Gloriam.58
Entre los ventanales se sitúan unas columnas helicoidales con las inscripciones aurum, thus, myrrham (en latín oro, incienso y mirra) y oració, sacrifici, almoina (en catalán, oración, sacrificio, limosna). También se alternan en los muros exteriores otras inscripciones como: Jesus, Maria, Joseph; Sursum corda; Gratia plena; Ora pro nobis.
Los ventanales terminan en un frontón, el vértice del cual está coronado por una cesta de frutas (manzanas, higos, limones, melocotones, almendras, ciruelas, granadas y nísperos), simbolizando la lluvia de frutos del Espíritu Santo que cae sobre los hombres. Son obra de Etsuro Sotoo. En el parteluz sobre cada ventanal hay Santos Fundadores: San Jerónimo, San Pedro Nolasco, San Ignacio de Loyola, San José de Calasanz, San Felipe Neri, San José Oriol, Santa Joaquina de Vedruna, San Antonio María Claret, San Juan Bosco, San Vicente de Paúl, Santa Juana de Lestonnac y San José Manyanet. Las estatuas son obra de diversos autores, como Manuel Cusachs, Domènec Fita, Núria Tortras, Francesc Carulla, Joan Seguranyes, Montserrat García Rius, etc.
En las intersecciones del claustro con las fachadas Gaudí proyectó unos portales dedicados a la Virgen: a ambos lados de la fachada del Nacimiento, la Virgen del Rosario y la de Montserrat; en la fachada de la Pasión, la Virgen de la Merced y la de los Dolores. Especialmente destacada es la del Rosario, que Gaudí eligió para hacer una demostración de cómo tenía que ser la decoración del resto del templo.59 El portal está presidido por la Virgen con el Niño, flanqueada por Santo Domingo y Santa Catalina. Otras escenas reproducen: la Muerte del Justo, con la Virgen mostrando a un moribundo al Niño Jesús, para proporcionarle alivio; la Tentación de la Mujer, representada por un monstruo en forma de pez que ofrece a una mujer una bolsa de dinero; y la Tentación del Hombre, simbolizada por un diablo que ofrece a un obrero una bomba Orsini, empleada por los anarquistas en aquella época. A cada lado de la puerta figuran los reyes David y Salomón y los profetas Isaac y Jacob. Asimismo, hay gran profusión de rosas que adornan todo el pórtico, y frases como las últimas palabras del Ave María: Et in hora mortis nostrae, Amen.
En las cuatro esquinas del templo figurarán tres obeliscos por cada una, representando los puntos cardinales, las cuatro estaciones, los ayunos cristianos (Témporas), relacionados a su vez con las órdenes sacerdotales, las virtudes cardinales representadas simbólicamente, así como símbolos de San José (lirio), la Virgen María (corona) y Jesús (variando en cada grupo). Por último, cada obelisco central llevará tres de las doce estrofas del himno de Daniel de los niños de Babilonia (Trium puerorum), uno de los laterales Sancte Joseph, Ora pro nobis, y el otro Sancta Dei Genitrix, Ora pro nobis, Deo gratias.60
ResponderEliminarPunto cardinal Estación Ayuno Orden sacerdotal Virtud Símbolo de Jesús
Norte
Invierno
Témpora de Adviento
órdenes menores
Prudencia
(hucha y serpiente) Emmanuel
Este
Primavera
Témpora de Cuaresma
subdiaconato
Templanza
(porrón y cuchillo que corta pan) cruz e INRI
Sur
Verano
Témpora de Pentecostés
diaconato
Justicia
(espada y balanza) sol y cruz
Oeste
Otoño
Témpora de Septiembre presbiterato
Fortaleza
(yelmo y coraza)
su anagrama
El interior
Gaudí evolucionó de un primer proyecto gótico hacia un estilo personal, orgánico, inspirado en las formas de la naturaleza: para librarse de los contrafuertes góticos, ideó el uso de columnas en forma de tronco de árbol, que permiten descargar el peso de las cubiertas directamente en el suelo, solución práctica a la vez que estética, ya que convierte el interior de las naves del templo en un espacio orgánico que semeja un bosque. En 1987 se inició la cimentación de las naves; para 1997 se completaron las bóvedas laterales y se empezó la central.
El templo tiene planta de cruz latina, con cinco naves de 90 metros de longitud, y crucero de tres naves de 60 metros; la nave central tiene un ancho de 15 metros, y 7,5 las laterales, haciendo un total de 45 metros; ancho del crucero, 30 metros. La altura es de 45 metros en las bóvedas de la nave central y 30 en las laterales, mientras que las del cimborio central llegarán a los 60 metros.61 Las naves laterales contendrán las cantorías para los coros. El ábside es lobulado, con deambulatorio entorno del presbiterio. El templo contará con un total de 36 columnas, que oscilarán entre 11,10 y 22,20 metros de altura, con bases de polígonos estrellados de varios lados según su ubicación: 6 (naves laterales), 8 (nave central), 10 (torres de los Evangelistas), 12 (torre de Jesús). Los materiales de construcción varían de la piedra de Montjuïc al granito, basalto o pórfido.62
Las bóvedas son hiperbólicas, construidas con baldosas de mosaico veneciano. Gaudí utilizó la técnica de la bóveda catalana o bóveda tabicada, que consistía en la superposición de varias capas de ladrillos con argamasa.63 Las cubiertas son de forma piramidal, coronadas por una linterna y un farol. Los ventanales están pensados para distribuir una iluminación suave y armónica, creando un efecto de recogimiento, y tienen forma geométrica abstracta. Gaudí realizó profundos estudios acústicos y lumínicos para conseguir una perfecta sonoridad e iluminación en el interior del templo. Asimismo, diseñó las lámparas, mobiliario y objetos litúrgicos de la Sagrada Familia: armarios de sacristía, bancos de los oficiantes, faldistorios, púlpitos, confesonarios, tenebrarios, atriles, cirios pascuales, etc.64
Al igual que el exterior, el interior tendrá un gran significado religioso: la cúpula del ábside estará cubierta con un mosaico representando las vestiduras de Dios cubriendo la bóveda celeste, y del triforio más alto del ábside colgará una lámpara de siete brazos que simbolizará el Espíritu Santo. El altar quedará enmarcado por un arco triunfal con el Calvario de Jesús, completando así la Santísima Trinidad. El arco triunfal llevará el canto de Gloria del Ordinario de la Misa, así como un baldaquino coronado por una cruz, de la que saldrá una parra que teje con sus pámpanos y racimos todo el baldaquino, y un lampadario de 50 candiles, como en San Juan de Letrán.65
En los triforios correspondientes a las fachadas del Nacimiento y la Pasión estarán San José y María rodeados de ángeles que, con el crucifijo del altar, completan la Sagrada Familia. En las bóvedas habrá ángeles y anagramas de Jesús, José y María. En el interior figurará también el Evangelio a través de la misa de cada domínica del año, con las epístolas correspondientes (Adviento, Navidad, Septuagésima, Cuaresma, Pascua y Pentecostés); también se representará la oración con las Horas canónicas, cada una con su himno final:
ResponderEliminar• Maitines: Miserere y Te Deum laudamus.
• Laudes: Benedictus Dominus Jesus Israel.
• Vísperas: Magnificat.
• Completas: Nunc dimitis.
Las columnas del interior tienen variada simbología: las cuatro del crucero van dedicadas a los evangelistas, las doce que rodean el crucero a los apóstoles (San Pedro y San Pablo al lado del altar), y el resto a los obispados continuadores de la obra apostólica: los de Cataluña (Barcelona, Tarragona, Lérida, Gerona, Vic, Urgel, Solsona, Tortosa y Perpiñán) en el crucero, del resto de España (Mallorca, Valencia, Zaragoza, Granada, Burgos, Sevilla, Valladolid, Toledo y Santiago) en la nave central y en las laterales los cinco continentes; cada columna lleva los santos patronos de cada diócesis.65
El Templo dispone de numerosas vidrieras en sus ventanales, de las que destacan las elaboradas por el vidriero catalán Joan Vila i Grau utilizando cristal de distintos colores para representar temas variados. Las vidrieras de los transeptos fueron las primeras en colocarse siguiendo la idea original de Gaudí. La vidriera principal del transepto de la fachada de la Pasión simboliza la Resurrección, y las vidrieras laterales y las de la nave principal representarán a los santos y santuarios. La Jerusalén Celestial estará representada con el Cordero, el árbol de la vida, los frutos del Espíritu Santo, ángeles, pájaros, ramas y hojas (palma como símbolo de martirio y laurel como símbolo de inteligencia). En los ventanales de las naves laterales estarán las parábolas de Jesús: Yo soy la luz, la verdad y la vida, Yo soy la Resurrección, Yo soy la fuente de agua viva, Yo soy la vid, Yo soy el buen sembrador, Yo soy el buen pastor. En el voladizo interior de los muros laterales del templo habrá peces en mosaico, unos nadando hacia el altar con la boca abierta y otros volviendo con la hostia en la boca, como fieles sedientos de Eucaristía. Los ventanales de la nave central carecerán de colorido, ya que se realizarán con cristales claros para simbolizar la pureza y permitir una mayor entrada de luz.66
Equipo constructor
En época de Gaudí colaboraron con el genial arquitecto muchos de sus discípulos y ayudantes, como Francesc Berenguer, Josep Maria Jujol, Josep Francesc Ràfols, Cèsar Martinell, Joan Bergós, Francesc Folguera, Josep Canaleta y Joan Rubió. A su muerte, se hizo cargo de las obras otro de sus discípulos, Domènec Sugrañes, que finalizó la construcción de las tres torres de la fachada del Nacimiento que quedaban pendientes.
Tras un periodo en que las obras estuvieron paradas, en 1944 fueron reemprendidas por un equipo compuesto por Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada, Lluís Bonet i Garí y Francesc Cardoner, que asumió la dirección en 1983. Este equipo se encargó principalmente de la construcción de la fachada de la Pasión, siguiendo los planos y maquetas dejados por Gaudí, procurando seguir de la forma más fiel posible el estilo personal y único de Gaudí.
Por último, en 1985 fue nombrado director Jordi Bonet i Armengol, con un equipo en el que figuran Carles Buxadé, Joan Margarit, Jordi Faulí i Oller, Josep Gómez y Mark Burry. Este equipo se ha encargado principalmente de la parte interior del templo, logrando hasta la fecha cubrir las bóvedas de las naves centrales y laterales. De nuevo se han seguido los criterios marcados por Gaudí, aunque con pequeñas innovaciones, sobre todo en el uso de nuevos materiales como el hormigón y en la aplicación de nuevas tecnologías como el diseño en CAD y las proyecciones en 3D.
Dirección de las obras:67
ResponderEliminar• 1882-1883 Francisco de Paula del Villar y Lozano
• 1883-1926 Antoni Gaudí
• 1926-1936 Domènec Sugrañes
• 1944-1966 Francesc Quintana
• 1966-1974 Isidre Puig i Boada
• 1974-1983 Lluís Bonet i Garí
• 1983-1985 Francesc Cardoner
• 1985-2010 Jordi Bonet i Armengol
El Museo
La Sagrada Familia cuenta con un espacio habilitado como Museo, situado en el sótano del templo, en la parte inferior correspondiente al crucero, donde antiguamente se ubicaban los talleres. Inaugurado el 29 de junio de 1961, muestra planos y dibujos originales de Gaudí, maquetas del templo y diversos objetos relacionados con el proyecto, destacando los muebles litúrgicos diseñados por Gaudí. También destaca la maqueta polifunicular invertida de cordel y pesos para calcular la estructura del edificio y diseñar la forma de la iglesia de la Colonia Güell a escala 1/15, en la que se basó Gaudí para muchas de las soluciones estructurales de la Sagrada Familia.
El Museo cuenta igualmente con una sala dedicada a los colaboradores del arquitecto, así como una de audiovisuales. Además de las muestras referentes a la Sagrada Familia también se exhiben distintos objetos, planos, dibujos y fotografías sobre las diversas obras de Gaudí, así como testimonios biográficos del arquitecto. También se realizan exposiciones temporales dedicadas a distintos aspectos del proyecto gaudiniano.
Igualmente, se ha habilitado el espacio formado por las Escuelas de la Sagrada Familia, recientemente instaladas en un lateral de la fachada de la Pasión, para exposición dedicada principalmente a las múltiples soluciones estructurales ideadas por Gaudí, con especial énfasis en los estudios geométricos realizados por el arquitecto.
• En 2005 la parte construida por Gaudí en la Sagrada Familia (cripta y fachada del Nacimiento) fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.68
ResponderEliminar• Ciertas estimaciones en función de los avances técnicos modernos y el creciente número de donaciones, prevén que su construcción podría finalizar en el año 2026, coincidiendo con la fecha del centenario del fallecimiento de Gaudí.69
• La Sagrada Familia es también conocida popularmente como "La catedral de los pobres", a causa del cuadro homónimo del pintor modernista Joaquim Mir.70
• En la Fachada de la Pasión, Subirachs añadió, al lado de El beso de Judas, un cuadrado mágico de 16 cifras que, sumando cuatro de ellas en cualquier sentido, siempre dan 33, la edad de Cristo al morir. Se pueden hacer 310 combinaciones distintas.71
Polémica por el túnel del AVE
Artículo principal: Polémica por el túnel del AVE por la Sagrada Familia
Está proyectado la construcción de un túnel para el Tren de Alta Velocidad (AVE) junto a los cimientos de la fachada principal de la Sagrada Familia. Aunque frente a dos de las fachadas del templo hay ya estaciones de metro a muy escasa distancia y profundidad, ha comenzado una campaña contra la construcción de este túnel, argumentando que el mismo podría afectar negativamente al templo. Técnicos de varias universidades han apoyado esta campaña.72
La Sagrada Familia en la cultura popular
• La Sagrada Familia fue una de las propuestas para ser una de las 7 Nuevas maravillas del mundo.
• La Torre del Espacio-Tiempo de la película Pokémon: El desafío de Darkrai está basada en esta construcción.
• En los dibujos animados españoles de Las tres mellizas -concretamente en el episodio 41- King Kong se escapa por Barcelona, como en la película hace por Nueva York, y escala a las torres del templo, en lugar de al Empire State Building.
• En la serie de animación japonesa Trinity Blood en su interior se encuentra una peligrosa arma creada por la orden de los Rosenkreuz. Cabe destacar que la construcción aparece completa.
La Casa Batlló es un edificio obra del arquitecto Antoni Gaudí, máximo representante del modernismo catalán. Se trata de una remodelación integral de un edificio previamente existente en el solar, obra de Emili Sala Cortés. Está situado en el número 43 del Paseo de Gracia (en catalán Passeig de Gràcia) de Barcelona, la ancha avenida que atraviesa el barrio modernista del Ensanche (Eixample), en la llamada Manzana de la discordia (L'Illa de la Discòrdia), porque alberga además de este edificio otras obras de arquitectos modernistas: la casa Amatller, que colinda con la de Gaudí, obra de Josep Puig i Cadafalch; la Casa Lleó Morera, obra de Lluís Domènech i Montaner; y la Casa Miralles, de Enric Sagnier i Villavecchia. La construcción se realizó entre los años 1904 y 1906.1
Gaudí recibió el encargo del industrial José Batlló Casanovas de reformar un edificio construido en 1875 por Emili Sala Cortés;2 para la remodelación, Gaudí se centró en la fachada, el piso principal, el patio de luces y la azotea, y levantó un quinto piso para el personal de servicio. Gaudí contó con la colaboración de sus ayudantes Domènec Sugrañes, Josep Canaleta y Joan Rubió; de los costructores Jaume y Josep Bayó i Font; los hierros eran de los hermanos Lluís y Josep Badia i Miarnau; los azulejos de Pujol & Baucis (Esplugues de Llobregat); la vidriería de Sebastià Ribó; y la carpintería de Casas & Bardés.3 Más tarde algunas puertas del primer piso tuvieron que cambiarse, siendo realizadas las reproducciones por el ebanista Juan Martínez Gómez siguiendo el modelo original.
La fachada se hizo con piedra arenisca de Montjuïc, tallada según superficies regladas en forma alabeada; las columnas tienen forma ósea, con representaciones vegetales.4 La carpintería es igualmente de superficies curvas, y las ventanas son de vidrios de colores de formas circulares. Gaudí conservó la forma rectangular de los balcones del edificio anterior -con barandillas de hierro con forma de antifaz-, dando al resto de la fachada una forma ondulada en sentido ascendente. Asimismo revistió la fachada con cerámica de pedazos de cristal de varios colores (su famoso "trencadís"), que Gaudí obtenía en los desechos de la vidriería Pelegrí.5
ResponderEliminarEl patio interno se cubrió con una claraboya de cristal sostenida por una estructura de hierro con forma de doble T, que apoya en una serie de arcos catenáricos. Este patio fue igualmente revestido de azulejo, con una ingeniosa gradación de color desde el azul de la parte superior hasta el blanco de la inferior, para mejor aprovechamiento de la luz. El piso principal -decorado enteramente por Gaudí- tenía un salón con un techo en forma de cielo raso de formas helicoidales en relieve; destacaba la capilla, decorada con un retablo de la Sagrada Familia de Josep Llimona, un Cristo de bronce de Carles Mani y unos candelabros de Josep Maria Jujol. El mobiliario, diseñado por Gaudí, se conserva actualmente en la Casa-Museo Gaudí del Parque Güell.5
En la azotea destacan las chimeneas de formas helicoidales y rematadas por sombreretes cónicos, revestidas de vidrio transparente en su parte central y de cerámica en la superior, y rematadas por unas bolas de cristal transparente rellenas de arena de distintos colores. Culmina la fachada una bóveda formada por arcos catenáricos cubiertos con dos capas de ladrillo, recubierta con cerámica vidriada en forma de escamas (en tonos amarillo, verde y azul), que recuerda el lomo de un dragón; en la parte izquierda hay una torre cilíndrica con los anagramas de Jesús, María y José, y con la típica cruz gaudiniana de cuatro brazos.6
La Casa Batlló ha sido restaurada en 1970 y en 1999. En 1984 se instaló la iluminación eléctrica de la fachada, inaugurada en las Fiestas de la Mercè de ese año.7 Desde el año 2005 la Casa Batlló forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, dentro del Lugar «Obras de Antoni Gaudí».
La cripta de la Colonia Güell es una obra de Antoni Gaudí, construida entre 1908 y 1915 por encargo del empresario Eusebi Güell como edificio religioso para sus trabajadores de la Colonia Güell, situada en Santa Coloma de Cervelló, cerca de Barcelona.
El proyecto de colonia obrera ideado por Güell disponía de hospital, fonda, escuelas, comercios, teatros, cooperativa y capilla, además de las fábricas y las viviendas de los obreros, en una superficie total de unas 160 hectáreas.1 Gaudí se encargó de la planimetría del conjunto, para lo que contó con la colaboración de sus ayudantes Francesc Berenguer, Joan Rubió y Josep Canaleta.
La que habría sido iglesia de la Colonia fue proyectada por Gaudí en 1898, aunque no se colocó la primera piedra hasta el 4 de octubre de 1908. Se ubicó en el terreno de una antigua masía conocida como Can Soler de la Torre.2 Lamentablemente, sólo se construyó la cripta, ya que a la muerte del conde Güell en 1918 sus hijos abandonaron el proyecto. La cripta fue consagrada el 3 de noviembre de 1915 por el obispo de Barcelona, Enric Reig i Casanova, dedicándose al Sagrado Corazón de Jesús.3
Gaudí proyectó una iglesia de planta oval de 25 x 63 metros, con cinco naves, una central y dos más a cada lado, con diversas torres y un cimborrio de 40 metros de altura. Ideó un conjunto plenamente integrado en la naturaleza, reflejo del concepto que Gaudí tenía de la arquitectura como estructura orgánica; para Gaudí, la naturaleza muestra las formas más idóneas para la construcción, que se reflejan en formas geométricas regladas como son el paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.4 La cripta de la Colonia Güell sirvió a Gaudí de banco de pruebas donde experimentar estas nuevas soluciones estructurales ideadas por él, que luego pudo aplicar en obras como la Sagrada Familia.
ResponderEliminarPara esta obra Gaudí ingenió un nuevo y curioso método de calcular la estructura del edificio: en un cobertizo junto a las obras construyó una maqueta a gran escala (1:10), de cuatro metros de altura, donde instaló un montaje confeccionado con unos cordeles de los que pendían saquitos rellenos de perdigones. En un tablero de madera fijado en el techo dibujó la planta de la iglesia, y de los puntos sustentantes del edificio –columnas, intersección de paredes– colgó los cordeles (para los funiculares) con los sacos de perdigones (para las cargas), que así suspendidos daban la curva catenaria resultante, tanto en arcos como en bóvedas. De aquí sacaba una fotografía, que una vez invertida daba la estructura de columnas y arcos que Gaudí estaba buscando. Sobre estas fotografías Gaudí pintaba, con gouache o pastel, el contorno ya definido de la iglesia, remarcando hasta el último detalle del edificio, tanto arquitectónico como estilístico y decorativo.5
En la confección de la maqueta intervinieron con Gaudí su ayudante Francesc Berenguer, el modelista Joan Bertran, el albañil Agustí Massip, el carpintero Joan Munné y un ingeniero alsaciano que trabajaba en Aguas de Barcelona, Eduard Goetz. Esta maqueta fue reconstruida en 1982 en Stuttgart por Jos Tomlow, Arnold Walz y Rainer Gräfe bajo la dirección de Frei Otto y Jan Molema; actualmente se encuentra en el Museo de la Sagrada Familia.6
Para integrar la iglesia en el paisaje, Gaudí proyectó la superposición de estructuras de diversos materiales: la parte inferior está compuesta de muros de paraboloide hiperbólico hechos con piedra basáltica negra y ladrillo quemado, en paralelo con el terreno oscuro sobre el que se levanta el edificio; a media altura utiliza ladrillo normal de color pardo rojizo, a tono con los pinos que rodean el edificio; y en la parte superior –si se hubiese construido– habrían figurado tonos verdes, en contraste con las ramas de los árboles, y azul, amarillo y blanco para entonar con los colores del cielo.7
Asimismo, esta estructura tiene un sentido simbólico religioso de ascensión desde el plano terrenal hasta el celestial. En lo alto de las torres habrían figurado unas palomas blancas, en relación al nombre del lugar (“coloma” en catalán es “paloma”). Según la idea original de Gaudí, la cripta habría estado dedicada a la tumba de Jesús y la iglesia superior al Calvario, en un conjunto alusivo al Santo Sepulcro de Jerusalén.8 Esta idea había intentado aplicarla ya en el Parque Güell, proyecto que también contemplaba una iglesia que finalmente no se construyó, colocándose en su lugar el monumento al Calvario, conocido hoy como Colina de las Tres Cruces.
La puerta de entrada, de piedra de sillería, muestra en su parte superior una composición cerámica que representa las cuatro virtudes cardinales, con sus correspondientes símbolos: la Prudencia una hucha, la Justicia una balanza, la Fortaleza una armadura y un casco y la Templanza un porrón y un cuchillo cortando pan.9 Un pórtico de bóvedas de paraboloide hiperbólico antecede a la cripta, primera vez que Gaudí empleó esta estructura y primer ejemplo de bóvedas paraboloidales en la historia de la arquitectura.10 El pórtico está también decorado con azulejo, destacando unas grandes cruces de San Andrés en forma de X.
ResponderEliminarEn la cripta destacan los grandes ventanales, de forma hiperboloidal, cubiertos con vidrios de colores en forma de pétalos de flor o alas de mariposa. En el interior se alternan pilares circulares de ladrillo con columnas inclinadas de basalto de Castellfollit de la Roca. La cripta tiene tres altares: el central proyectado por Josep Maria Jujol; el de la derecha dedicado a la Virgen de Montserrat, obra de Isidre Puig i Boada; y el de la izquierda dedicado a la Sagrada Familia, obra también de Jujol.10 En un lateral se sitúa la capilla del Santo Cristo.
La clave de la bóveda contiene un crismón de la Santísima Trinidad, con la letra P (de Pater) en color amarillo, símbolo de la luz; la F (de Filius) en rojo, símbolo de martirio; y la S (de Spiritus) en naranja, síntesis de los otros dos. A lo largo de la cripta destaca asimismo la decoración con peces, símbolo de Jesús, ya que pez en griego es "ikhthus", acrónimo a su vez de Iesus Khristos Theos Uios Soter (Jesús Cristo Dios Hijo Salvador).11
Gaudí diseñó también el mobiliario del interior, unos bancos con reclinatorio colocados de forma circular en torno al altar mayor. Destacan asimismo las pilas de agua bendita, confeccionadas con grandes conchas marinas procedentes de Filipinas, que llegaban a manos de Gaudí de parte del conde Güell, dueño de la Compañía Trasatlántica, que hacía la ruta con la ex-colonia española.
La cripta fue asaltada e incendiada el 19 de julio de 1936, durante el transcurso de la Guerra Civil, perdiéndose numerosos planos y documentos dejados por Gaudí, así como la maqueta polifunicular original. Destinada a almacén, en 1939 fue restaurada, convirtiéndose en parroquia el 20 de julio de 1955 con la bendición del obispo de Barcelona Gregorio Modrego.10
El año 2002 la cripta fue restaurada de nuevo por la Diputación de Barcelona y los ministerios de Cultura y Fomento, bajo la dirección del arquitecto Antoni González Moreno-Navarro; la intervención llevada a cabo ha sufrido numerosas críticas por no respetar la voluntad original de Gaudí y por malograr numerosos elementos estructurales originales.12 En 2005 la cripta de la Colonia Güell fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.13