jueves, 30 de junio de 2011
miércoles, 29 de junio de 2011
sábado, 25 de junio de 2011
Fallece Peter Falk conocido como Colombo a los 83 años
Peter Falk ha fallecido este pasado 23 de junio a la edad de 83 años en Beverly Hills, California, según un comunicado de la familia del actor a la prensa. Aunque las causas de su fallecimiento no han sido detalladas, se sabe que el actor padecía Alzheimer.
Falk era uno de esos actores a los que conoce todo el mundo por un determinado personaje, pero mucha gente es incapaz de recordar su nombre, algo que mirado desde cierta perspectiva puede ser considerado como una especie de maldición. En el caso de Falk, su personaje, aquel por el que será recordado eternamente, fue el teniente Colombo en la serie homónima de espectacular éxito en los 70 —serie en la que por cierto hizo sus primeros pinitos Steven Spielberg—, sobre todo en España, donde se hizo enormemente popular.
Pero Falk era mucho más que el carismático teniente capaz de resolver el más misterioso de los casos. Actor casi siempre secundario, obtuvo sendas nominaciones a los Oscars, en el apartado de mejor actor secundario, por sus interpretaciones en ‘El sindicato del crimen’ (‘Murder, Inc.’ Burt Balaban, Stuart Rosenberg, 1960) y en la última película del gran Frank Capra, la magistral ‘Un gángster para un milagro’ (‘Pocketful of Miracles’, 1961). Colaborador de cineastas como John Cassavettes, Arthur Hiller —muy de moda en los 70— o Wim WEnders, se caracterizó por vestir a sus personajes de una humanidad muy natural, con un registro que le permitía dar vida desde el buenazo más entrañable hasta el malvado más odioso, siempre con la misma convicción. ¿Cuántos actores pueden presumir de ello?
Hasta siempre, Peter.
Movie Legends - Katharine Hepburn
La fuerza seductora de Katharine Hepburn
'Recordando a Kate', la biografía de A. Scott Berg, muestra a una mujer de indomable carácter
Fue libre en una época en la que no era habitual que las mujeres tuvieran las mismas facilidades que los hombres para hacer lo que quisieran. "Katharine la Arrogante", como la llamaban en algunos círculos, sabía moverse sola. Sedujo a John Ford, y Howard Hughes estuvo loco por ella. Al final, con quien compartió 27 años de su vida fue con Spencer Tracy, con el que, sin embargo, nunca quiso casarse: "Por primera vez comprendí verdaderamente que era más importante amar que ser amada", asegura la actriz en Recordando a Kate. La biografía íntima de Katharine Hepburn (Lumen), de A. Scott Berg. La relación no fue nunca un camino de rosas, pero Katharine Hepburn se rindió al amor como nunca lo había hecho antes.
" La belleza de un carromato de huesos "
Actriz estadounidense, gran dama del teatro y protagonista de grandes títulos clásicos de la historia del cine.Katharine Hepburn nació en el seno de una familia aristocrática que decía descender de un hijo bastardo del príncipe Juan de Inglaterra. Esta alcurnia y el hecho de que sus antepasados hubieran llegado a Estados Unidos en el Mayflower eran referencias que los Hepburn mantenían muy frescas.
Su padre, Thomas Norval Hepburn, era un respetado cirujano especialista en urología, y un atleta de primera categoría desde sus tiempos de estudiante en el Randolph-Macon College de Virginia; en 1900, cuando estudiaba medicina en la Universidad Johns Hopkins, conoció a Katharine Martha Houghton, una inquieta militante sufragista con la que se casó tras la graduación y que después de darle seis hijos lideró la lucha por el control de la natalidad. Si bien esta mujer moderna e inteligente fue el modelo de su famosa hija, ésta era tan tímida en la infancia que tuvo que ser educada en su casa en lugar de concurrir a una escuela convencional.
La confortable paz burguesa en que transcurrió su niñez se quebró la mañana de 1921 en que encontró a su hermano Tom colgado en el desván. Este inexplicable suicidio fue una tragedia familiar sin paliativos que a ella le afectó especialmente, por lo que sus padres la enviaron una temporada a la casa de verano que poseían en Fenwick.
Su biógrafo dice que les unió su pasión por el chocolate negro, pero lo cierto es que cuando A. Scott Berg se presentó en 1983 en la casa de la actriz para hacerle una entrevista, Katharine Hepburn, que tenía millones de admiradores, llevaba una existencia demasiado solitaria, reducida a tratar exclusivamente con su familia. Se había esforzado tanto por echar a la gente de su lado que al final le quedaban muy pocas personas con las que pudiera hablar de conocidos como Howard Hawks, Cary Grant o George Cukor. Así que entre la actriz y el biógrafo se inició una profunda amistad que se prolongó durante veinte años y que ha reflejado en toda su intensidad enRecordando a Kate, la biografía que acaba de aparecer en España y que se publicó con la condición que ella impuso: que sólo viera la luz cuando estuviese muerta.
Su biógrafo dice que les unió su pasión por el chocolate negro, pero lo cierto es que cuando A. Scott Berg se presentó en 1983 en la casa de la actriz para hacerle una entrevista, Katharine Hepburn, que tenía millones de admiradores, llevaba una existencia demasiado solitaria, reducida a tratar exclusivamente con su familia. Se había esforzado tanto por echar a la gente de su lado que al final le quedaban muy pocas personas con las que pudiera hablar de conocidos como Howard Hawks, Cary Grant o George Cukor. Así que entre la actriz y el biógrafo se inició una profunda amistad que se prolongó durante veinte años y que ha reflejado en toda su intensidad enRecordando a Kate, la biografía que acaba de aparecer en España y que se publicó con la condición que ella impuso: que sólo viera la luz cuando estuviese muerta.
Hepburn falleció el pasado junio del 2003, a los 96 años, en su casa de Connecticut, pero con ella se acabó también una época de Hollywood en la que esta actriz indomable compaginaba el éxito cinematográfico en películas como Historias de Filadelfia o Adivina quién viene esta noche con sus salidas al escenario para interpretar a Shakespeare. Su profesionalidad y su curiosidad insaciable no impedían que, de vez en cuando, hiciera gala de un carácter más bien fuerte. En una ocasión escupió a Joseph Mankiewicz porque no estaba de acuerdo con una escena. Durante el rodaje de María Estuardo, John Ford, con el que sostuvo un intenso idilio, abandonó desesperado el plató y le dijo a Hepburn que dirigiera ella misma.
Su padre, un urólogo de Nueva York, y su madre, una sufragista, siempre alentaron su independencia. Cuando su biógrafo la conoció, la actriz contaba más de 70 años, pero seguía transmitiendo un gran poderío físico. Nadaba en pleno invierno en las aguas heladas del estrecho de Long Island, vivía rodeada de flores frescas y su bebida favorita era un vaso con hielo, un chorro de whisky y soda hasta el borde.
Ganó cuatro oscars, obtuvo 12 candidaturas y fue una de las pocas intérpretes que consiguieron cruzar el campo de minas de la edad. A los 74 años rodó En el estanque dorado. Pero Katharine empezó a convertirse en una actriz cuando no era más que una adolescente. Su hermano Tom, al que ella adoraba, se ahorcó -"La gente es tan complicada que en realidad nunca podemos conocerla"-, y ella aprendió entonces a ocultar sus sentimientos, "a crear una persona que daría la cara al mundo mientras escondía otra que mantendría privada a toda costa", asegura Scott Berg.
Estuvo casada y hechizó a muchos de los hombres que se cruzaron en su camino, pero nunca quiso tener hijos. "Habría sido una madre terrible", asegura con rotundidad enRecordando a Kate. "porque básicamente soy un ser humano muy egoísta. Aunque eso no ha impedido que la mayoría de la gente haya tenido hijos".
"Amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, sólo con lo que esperas dar; es decir, todo."
Historias de Filadelfia
Su reaparición en Broadway supuso un nuevo auge en su carrera: su trabajo en la comedia de Philip Barry Historias de Filadelfia llegó a las cuatrocientas representaciones y recibió el aplauso unánime de crítica y público. Tras su fracaso en Hollywood (le habían colgado el mote de «veneno de la taquilla» y se había visto rechazada en favor de Vivien Leigh para protagonizar Lo que el viento se llevó), la actriz se sentía tan feliz con este nuevo triunfo que el multimillonario Howard Hughes, con quien había tenido un romance, le regaló los derechos de The Philadelphia Story para que únicamente ella pudiese hacer la versión cinematográfica.
Y la Hepburn, tras comprar su libertad a la RKO (cancelar el contrato le costó 220.000 dólares), volvió a la Costa Oeste para ofrecerle la adaptación al zar de la Metro Goldwin Mayer, Louis B. Mayer, quien aceptó, aunque no se plegó a las exigencias de la actriz de que los coprotagonistas fueran Clark Gable y Spencer Tracy. Le proporcionaron a Cary Grant y James Stewart y tuvo a Cukor como director, y la química conseguida prueba que fue la elección perfecta para una película memorable. Esta vez perdió el Oscar injustamente frente a Ginger Rogers, pero ganó con justicia un prestigio que ya no la abandonaría.
Katharine Hepburn y Spencer Tracy trabajaban en el mismo estudio, pero no se conocían. Ambos se encontraron por primera vez en los terrenos de la MGM en 1941. Los presentó Mankiewicz. "Kate repasó al actor de la cabeza a los pies. Después hizo un comentario sobre los altos tacones que llevaba y observó con coquetería:
-Señor Tracy, no es usted tan alto como esperaba.
-No te preocupes, Kate -intervino Mankiewizc-, él te reducirá a su tamaño.
-No te preocupes, Kate -intervino Mankiewizc-, él te reducirá a su tamaño.
Para entonces él se había convertido en el mejor actor de cine del momento. Louise Treadwell, su mujer, con la que tuvo dos hijos, se contentaba con su papel de señora de Tracy y trataba de mirar para otro lado ante las aventuras de su marido con actrices como Myrna Loy, Joan Crawford o Ingrid Bergman, pero le perdió para siempre, aunque nunca llegaran a divorciarse, cuando se inició el rodaje de La mujer del año, una comedia romántica con tintes feministas en la que Tracy y Hepburn estaban tan espléndidos como enamorados. No fue ésa la única película que rodaron juntos. En la pantalla brillaban tanto como en la vida real y compartieron cartel en más de ocho películas.
La relación entre ambos duró 27 años y no fue precisamente un camino de rosas. Tracy se sentía culpable de la sordera de su hijo y cuando no podía más bebía para olvidar, pero Hepburn se rindió al amor como nunca lo había hecho antes. Tras su primera noche con él, a sus 34 años, con una sarta de corazones rotos tras ella y rodeada de aspirantes a pretendientes, se sintió "como si le hubiesen golpeado en la cabeza con una sartén de hierro" . Decidió entonces de forma casi consciente entregarse a sus necesidades y deseos. En el plató o en la sala de estar, a menudo se sentaba a sus pies. Mantuvieron residencias separadas y en general no llegaban juntos a los actos sociales. Él hablaba de forma regular con su esposa, y en una ocasión, mientras Kate trataba de acostar a Tracy en un hotel de Beverly Hills, el actor, completamente borracho, le cruzó la cara con el dorso de la mano. Pero ella le amaba y quería estar con él. "Si le hubiera dejado, los dos habríamos sido desgraciados", cuenta en el libro.
Cuando lo ingresó en un hospital sabiendo que la muerte de Tracy era inminente, telefoneó a su esposa y se retiró discretamente. Ella nunca visitó la tumba de su gran amor.
Por su autobiografía (Me, 1991) se supo que por esa época vivió una intensa relación clandestina con el realizador John Ford (un hombre casado e infeliz, ferviente católico y alcohólico sin remedio que al final de su vida confesó su arrepentimiento por no haberla llevado al altar), y que el vínculo se deshizo nada más conocer a su admirado Spencer Tracy (también casado, infeliz, católico y alcohólico). Los unió La mujer del año (1942), de George Stevens, y desde entonces hasta Adivina quién viene esta noche (1967), de Stanley Kramer (Tracy murió unos días después de finalizar el rodaje) formaron una de las grandes parejas del cine y de la vida a lo largo de nueve películas y veinticinco años de torturados amores también clandestinos.
Durante los años cincuenta y sesenta rebajó mucho su ritmo de trabajo, lo cual no le impidió cosechar grandes éxitos como La reina de África (1951), que coprotagonizó con Humphrey Bogart, o la citadaAdivina quién viene esta noche (1967) y El león en invierno (1968), por los que obtuvo sendos Oscar de forma consecutiva. En las décadas siguientes, acusando su ya avanzada edad, redujo su presencia cinematográfica a papeles esencialmente de apoyo, con la notable salvedad de En el estanque dorado(1981), auténtico testamento fílmico por el que se le concedió su cuarto Oscar, y en el que compartió cartel con otra gloria del cine clásico estadounidense, Henry Fonda.
Hepburn se despidió del cine en 1994, ya octogenaria, para retirarse a su casa de campo, en Old Saybrook, Connecticut, donde la acompañaban habitualmente familiares y amigos, además de su biógrafo, Scott Berg, que la visitaba los fines de semana y concluyó allí veinte años de entrevistas que dieron forma a un libro, Kate remembered (2003), que, conforme a lo pactado, publicó tras la muerte de la actriz.
Hepburn se despidió del cine en 1994, ya octogenaria, para retirarse a su casa de campo, en Old Saybrook, Connecticut, donde la acompañaban habitualmente familiares y amigos, además de su biógrafo, Scott Berg, que la visitaba los fines de semana y concluyó allí veinte años de entrevistas que dieron forma a un libro, Kate remembered (2003), que, conforme a lo pactado, publicó tras la muerte de la actriz.
Un mito humano
«Hay mujeres, y además está Kate. Hay actrices, y además está Hepburn», dijo de ella Frank Capra cuando la dirigía en El estado de la Unión (1948), uno de los títulos que reafirmó la química perfecta de la actriz con Spencer Tracy. Aunque la inconfundible máscara profesional de la Hepburn (la voz que oscilaba entre el tono reposado y el sobreagudo, el elegante acento de Nueva Inglaterra, la réplica veloz, el andar ágil y desenvuelto) establecía químicas insospechadas.
«Hay mujeres, y además está Kate. Hay actrices, y además está Hepburn», dijo de ella Frank Capra cuando la dirigía en El estado de la Unión (1948), uno de los títulos que reafirmó la química perfecta de la actriz con Spencer Tracy. Aunque la inconfundible máscara profesional de la Hepburn (la voz que oscilaba entre el tono reposado y el sobreagudo, el elegante acento de Nueva Inglaterra, la réplica veloz, el andar ágil y desenvuelto) establecía químicas insospechadas.
Pese a su divismo, era de una enorme generosidad con sus compañeros gracias a un dominio de sus posibilidades que le permitía, sin traicionar ni un ápice su estilo, una inmediata adaptación que hacía las delicias de sus directores. Luego estaba su porte singular (su altura, el cuello largo, los pómulos altos, las facciones angulosas...), un tipo de belleza que ha perdurado en el tiempo ajeno a cánones y modas. El resto era aplomo, seguridad en sí misma y mucho talento. En la vida real era todo un carácter, y hasta más allá de los noventa años conservó una energía y una lucidez que no lograron apagar los temblores que le producía la enfermedad de Parkinson que padecía desde hacía tiempo.
Hollywood era el espejo del mundo. El mundo se miraba en esa imagen que fingía reflejarlo, y hacía lo posible por parecerse a ella. A miles de kilómetros, en un país remoto llamado Argentina, cuando se hablaba de un amor romántico y abnegado, la gente pensaba en Katharine Hepburn y Spencer Tracy. Eran los swinging sixties y el fin de cierta hipocresía. Tal vez por eso se conocía en ese momento una larga historia que estaba llegando a su fin.
Spencer Tracy, un hombre que nació con el siglo, tal vez el mejor actor de la historia de Hollywood, se levantó una noche de1967, a las 3 de la mañana, y fue a la cocina para hacerse una taza de té caliente. Katharine oyó el golpe de la taza haciéndose trizas contra el suelo. Spencer había muerto.
Hollywood era el espejo del mundo. El mundo se miraba en esa imagen que fingía reflejarlo, y hacía lo posible por parecerse a ella. A miles de kilómetros, en un país remoto llamado Argentina, cuando se hablaba de un amor romántico y abnegado, la gente pensaba en Katharine Hepburn y Spencer Tracy. Eran los swinging sixties y el fin de cierta hipocresía. Tal vez por eso se conocía en ese momento una larga historia que estaba llegando a su fin.
Spencer Tracy, un hombre que nació con el siglo, tal vez el mejor actor de la historia de Hollywood, se levantó una noche de
Kate quiso borrar todo rastro de su presencia en esa casa antes de que llegara la familia de él: la legítima esposa, los hijos. Con ayuda de su asistente, sacó su ropa y sus objetos personales y los puso en el auto. Después cambió de idea y volvió a llevar todo a la casa.
En la iglesia católica del Inmaculado Corazón de María se celebró la misa de réquiem por el alma de Spencer Bonaventure Tracy. Todo Hollywood estaba presente para despedir a una de sus grandes estrellas y dar el pésame a sus hijos y a su viuda, Louise Treadball Tracy. Encerrada en su casa, Katharine Hepburn se negaba a recibir a la prensa.
Unos días después, Kate llamó a Louise.
–Sabes, Louise –le dijo–, podemos ser amigas. Tú lo conociste al comienzo y yo al final.
–Bueno, sí –dijo Louise, vengativa–, pero verás, yo pensaba que era sólo un rumor...
viernes, 24 de junio de 2011
Audrey Hepburn had Je Ne Sais Quoi
Vamos a tomar el desayuno en Tiffany!
"Je ne sais quoi"
... parece describir Audrey bastante bien. En francés, que literalmente significa "no sé qué", y generalmente se usa para describir un algo indefinible que tiene una persona.Cuando se habla de Audrey Hepburn, ciertas palabras casi siempre surgen, como la clase y estilo. Pero también tenía el encanto magnético, esta cosa indefinible, que atraía a la gente a ella, les despertó el deseo de estar cerca de ella y protegerla. Era algo más que su dulzura y su vulnerabilidad, más que su aspecto inusual, fue esta je ne sais quoi, ese algo de que las personas tienen o no tienen. Y Audrey Hepburn tenía.
"No soy hermosa. Mi madre una vez me llamó patito feo. Pero, separando las cosas, tengo algunas buenas características"
"Nunca pienso en mi como un icono. Eso está en las mentes de la gente no está en mi mente. Apenas hago mi trabajo"
"Recordar, siempre se necesita una mano que ayude, éllas están en el extremo de tus brazos. Mientras nos vamos haciendo más viejos, ellas nos recuerdan que una mano es para que te ayuden y la otra para ayudar"
miércoles, 22 de junio de 2011
martes, 21 de junio de 2011
El tango antiguo
ES UNA JOYA NO DEJEIS DE VERLO MERECE LA PENA
*A principios del siglo pasado (el XX) el tango se bailaba entre hombres,
No estaba bien visto que las mujeres estuvieran en esa... Pasaron + de 20 años hasta que llegaron de la mano de Azucena Maizani, Olinda Bozán y hasta la Tita Merello. Me parece que esto es un regalo de arte... Es una joya de estilo... Fijaos en el cambio de manos... es decir cambiando quién lleva a quién ...
Una Joyita ... Disfrútalo.*
lunes, 20 de junio de 2011
sábado, 18 de junio de 2011
viernes, 17 de junio de 2011
jueves, 16 de junio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
lunes, 13 de junio de 2011
sábado, 11 de junio de 2011
La llaman la "bienpagá" ....
SI NO TIENES GANAS DE INDIGNARTE MÁS NO LO LEAS
Si no tens ganes de indignar-te més no ho llegeixis
Leyre Pajín se queja, tal vez con razón, de que el montante de su salario mensual se haya aireado en algunos medios de comunicación..
Se habló de que la secretaria de organización del PSOE trincaba veinte mil euros mensuales, limpios de polvo y paja, pero la propia interesada ha aclarado que no, que son sólo cinco mil. "Una miseria" le ha faltado añadir.
A continuación ha aclarado que se embolsa otros 90.000 euros al año por haber sido Secretaria de Estado, pero eso no es un sueldo sino una indemnización que todos los altos cargos se embolsan durante dos años tras dejar el puesto.
Pajín es el ejemplo claro de por qué el sistema no da más de sí. Una señorita que no ha hecho otra cosa en su vida que medrar en un partido político, está con treinta y pocos años trincando doce mil euros mensuales del bolsillo de todos los españoles. Jamás ha trabajado, jamás ha tenido contacto con la economía real, no sabe lo que es una empresa, ni el esfuerzo que se necesita para sacarla adelante, no sabe cómo se crea un puesto de trabajo ni se ha presentado jamás a unas duras oposiciones. Su único mérito es ser socialista. 12.000 euros de trinque al mes, con dos ovarios.
Y si alguien la crítica es por machismo, como acaba de contar en su blog.. ¿Y aún hay quién se pregunta por qué nos vamos al carajo a toda velocidad?
Doña Leire Pajín, dentro de unos días pasará a ocupar su puesto como senadora, en virtud del acuerdo al que han llegado Psoe y Pp.
A partir de dicho momento la Sra. Pajín , pasará a disfrutar lo que comúnmente se denomina economía -más que- sostenible y así a hacer los primeros ensayos de futura ley.
Pero vayamos por partes. Pajín, cada mes, cobrará
• su sueldo como senadora.............................................. 5.500 ¤/mes
• su sueldo como secretaria de organización del Psoe................. 6.500 ¤/mes
• su ¡¡¡ Indemnización !!!! como ex-secretaria de Estado de cooperación *........... 7.000 ¤/mes
• dietas .............................................1.800 ¤/mes
• TOTAL ........................................ 20.800 ¤/mes
• TOTAL ANUAL..........................291.000 ¤/año
* este cargo lo abandonó en julio, pero mantendrá esta indemnización durante 2 años (como cualquier trabajador, vamos).
Y esto en plena CRISIS en España con 5 Millones de PARADOS.
Donde cientos de miles de trabajadores cobran el
SALARIO MÍNIMO de 624 ¤/mes (8.736 ¤/año)
Y donde más de 8 millones de personas están bajo el umbral de la POBREZA
¿Esta es la política del servicio público y del bien común?
¿O la España del pelotazo y la corrupción legal?
Ha dicho la Vicepresidenta del gobierno que es indecente que mientras la inflación es -1%,y tengamos más de 4.000.000 de parados, haya gente que no esté de acuerdo en alargar la jubilación a los 70 años.
Nos gustaría transmitirle a esta "Sra. Vicepresidenta" y a todos los políticos, lo que consideramos indecente :
INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 ¤/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 ¤/mes.
INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.
INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados.)
INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo. (ni cultural ni intelectual.)
INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.
INDECENTE No es que no se congelen el sueldo sus señorias, sino que no se lo bajen.
INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.
INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos
de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.
viernes, 10 de junio de 2011
DEMOCRACIA YA - PACTO DEL EURO - Rosa, RNE
El Pacto del Euro se olvida de las necesidades del ciudadano
El acuerdo impuesto por Angela Merkel evita fijar metas en la ampliación de la protección social para centrarse en los sacrificios y la austeridad
DANIEL BASTEIRO CORRESPONSAL 20/03/2011 08:00 Actualizado: 20/03/2011 11:48
Pocos días antes de llegar a una conclusión, los altos cargos que negociaron el Pacto por el Euro se dieron cuenta de que no había referencias a "su dimensión social", según fuentes cercanas a la negociación. El acuerdo logrado la semana pasada por la cumbre de líderes del euro resultó ser, tal y como se esperaba, una colección de deberes dictados por Alemania y suavizados por Francia para mejorar la competitividad y homogeneizar políticas económicas. La lista incluye retrasar la edad de jubilación, eliminar limitaciones a la libre competencia, desligar la evolución de los salarios de los precios o prohibir el déficit por ley.
¿Dónde está la "dimensión social", dónde se habla de reducir el paro? El texto que finalmente se aprobó contiene dos referencias de última hora: la intención de "respetar las tradiciones nacionales de diálogo social y relaciones laborales" y la inclusión de los sindicatos en el pacto a través de unos encuentros que ya se celebran regularmente.
El acuerdo de la UE no incluye ninguna medida para reducir el desempleo
Mientras que las medidas de austeridad y esfuerzo económico son explícitas y tienen plazo de cumplimiento, las que podrían mejorar la calidad de vida de los 330 millones de ciudadanos que usan el euro son inexistentes, denuncian numerosos expertos.
"El acuerdo sólo presta atención a la contención salarial y de la deuda ignorando que esta crisis es financiera y causada por los bancos", denuncia Sony Kapoor, director del centro de estudios Redefine y asesor de varios Gobiernos sobre reformas financieras. "Los líderes debían haber mandado dos mensajes: que mañana será diferente", asegura, en referencia a la superación de la crisis. "Pero también que el mañana será mejor", lamenta. La creencia de que la crisis ha hecho tocar techo al Estado del bienestar, de que las generaciones de europeos posteriores a la crisis se arriesgan por primera vez a sufrir una regresión de las conquistas sociales, cobra peso gracias a los silencios e inconcreciones del pacto. Según Kapoor, un pacto "realmente social" debería centrarse en "ganar competitividad no a través de una simple rebaja en los salarios, sino de una mejora en la capacitación laboral para que el trabajo valga más" y se pueda competir con otras economías gracias a cerebros bien formados.
En ese sentido, el pacto pide "mejorar los sistemas educativos y fomentar el sector I+D+i", pero el pasaje del texto no generó ningún debate en la zona euro al no llevar de la mano ningún objetivo específico. En febrero, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, barajó la posibilidad, pero advirtió de que "otras partidas de los presupuestos de todas las administraciones tendrían que reducirse" más. "A lo mejor tenemos que hacer un pacto en España para lograr ese 3%", reflexionó, en referencia al objetivo europeo en inversión en I+D+i, que no es vinculante.
La competitividad se ha basado en bajar salarios, no en mayor capacitación
Según Kapoor, cualquier reforma del modelo salarial que arriesgue el poder adquisitivo del trabajador es inconcebible sin "una lucha sin cuartel" contra la evasión fiscal de los que más cobran. Todo ello, advierte, tras poner en orden el sector financiero, que ha sido rescatado con dinero público, pero no ha visto la "refundación del capitalismo" prometida en 2008 por Nicolas Sarkozy. El impuesto sobre las transacciones financieras, la regulación de las agencias de calificación de riesgos o las duras exigencias que destierren las prácticas peligrosas para el resto de la economía siguen siendo asignaturas pendientes.
La Fundación Primero de Mayo, un centro de estudios de CCOO, da prioridad, frente a la "enfermiza obsesión por los equilibrios macroeconómicos", al "crecimiento y la creación de empleo", según Ramón Baeza, director de Estudios Europeos, quien cree que estos elementos son un requisito previo imprescindible para salir de la crisis y hacer otras reformas, y no viceversa.
Progreso social
La mejora educativa y de la I+D+i se menciona sin objetivos concretos
Baeza lamenta que la zona euro plantee su pacto por la competitividad como un freno a los excesos del pasado, ya que las rentas salariales han aumentado muy por debajo del conjunto de rentas nacionales en las últimas tres décadas, según datos de la OCDE. Ante vagas intenciones de la zona euro, el centro de estudios propone "una cláusula de progreso social en el derecho primario que asegure que los derechos fundamentales tienen primacía sobre las libertades económicas". Para el sindicalismo europeo es imprescindible pasar de las palabras a los hechos y poner en marcha una "armonización fiscal a escala europea". Aunque los líderes europeos la mencionan en su acuerdo, sólo se aplicará a la base del impuesto de sociedades y, por el momento, no estudiará cómo recaudar a escala europea en otras áreas para gastar mejor.
Ni las medidas del pacto ni las propuestas desde otros ámbitos pretenden acelerar la salida de la crisis, sino aplicar políticas económicas parecidas para que, si se produce otra, se pueda luchar con las mismas armas contra problemas similares. La principal amenaza presente y futura es el excesivo endeudamiento, contra el que se ha erigido un muro un poco más alto que el que fijaba hasta ahora el Pacto de Estabilidad. Con la reducción del agujero en las cuentas públicas, una obligación que será incluida en cambios constitucionales o de grandes leyes, la moneda única pretende recuperar la credibilidad perdida en los mercados.
A las sanciones se le suma el control europeo del borrador de los presupuestos nacionales, antes incluso de que sean negociados por los parlamentos. Para referentes europeístas como Jacques Delors, antiguo presidente del Ejecutivo comunitario, es "lo más reaccionario que ha producido jamás la Comisión".
Kapoor no ve lógica una reforma salarial sin perseguir la evasión fiscal
Según Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Málaga, el rumbo que se enfila estrangula la capacidad de los Estados, con el gasto social como primera víctima. "La crisis se ha utilizado como coartada" para "un sacrificio que se pregona colectivo pero que sólo se impone sobre los trabajadores", dice. Mientras, señala Kapoor, los bancos disfrutan sabiendo que "para ellos, el mañana sí será mejor".
jueves, 9 de junio de 2011
martes, 7 de junio de 2011
Sed de mal - Plano Secuencia
En 1958, de la mano de Charlton Heston, Welles consigue realizar en Estados Unidos uno de sus mejores trabajos (quizás sólo superado por "El cuarto Mandamiento" y "Ciudadano Kane")
Basada en la novela "Badge of Evil" de Whit Masterson, el film explora la línea moral, ética e incluso étnica demarcada entre dos agentes de la ley, interpretados de forma magistral tanto por el propio Welles como por Charlton Heston. El primero, un irascible capitán de policía estadounidense, xenófobo y de difuso sentido de la justicia; el otro, un honesto policía mexicano, aguerrido y suspicaz.
A todas las virtudes del film se le suma la gran banda sonora de Henry Mancini, el gran reparto de estrellas, entre ellas unos geniales Akim Tamiroff, Joseph Calleia y Dennis Weaver; la participación especial de Zsa Zsa Gabor y Marlene Dietrich, además de los cameos tanto de Joseph Cotten como de la inquietante Mercedes MacCambridge, quien dos décadas más tarde proveería la voz del demonio en “el exorcista”
Sed de mal empieza con el celebérrimo plano-secuencia (larga toma sin cortes) sobre un paso fronterizo entre México y los United States. Es de noche y este plano, con la cámara en grúa/s, no deja de ser espectacular. Los cabarets, unas pocas tiendas, las calles semivacías y sin embargo "activas", todas esas fachadas de divertimento al paso, de transición, se alternan sobre la pantalla hasta que el estupendo convertible de Mr. Linnekar –poderoso empresario de la región– estalla y se prende fuego a poco de trasponer el límite entre ambos países.
Existen varias versiones de cómo esta película terminó haciéndose realidad. La más divertida de todas ellas posiblemente se la inventó el propio Orson Welles: es aquella en la que, mientras hablaba por teléfono desde un aeropuerto, y le preguntaban qué novela querría adaptar, se fijó en una ediciión barata de ‘Badge of Evil’; (error mío, notificado por el comentarista Malvado Aspersor, pues esta anécdota pertenece a ‘La dama de Shanghai’), escrita por Whit Masterson (seudónimo para dos autores que escribían al alimón, Robert Allison “Bob” Wade y H. Bill Miller). En realidad, Charlton Heston, que era una estrella emergente a mediados de los cincuenta, quería como compañero de reparto a Orson Welles, y se lo impuso a la Universal. Una vez convencidos, también les propuso que fuera él quien la dirigiera, propiciando su regreso a Estados Unidos, después de filmar tres películas en Europa. Welles cogió una mala novela de policías corruptos, escribió el guión en pocas semanas, y se propuso un regreso triunfal a Hollywood que nunca tuvo lugar, porque como dijera Jonathan Swift: “Cuando aparece un gran genio en el mundo se le puede reconocer por esta señal: todos los necios se conjuran contra él.”
Cuando un director ha sido el responsable de obras como “Ciudadano Kane”, la ópera prima con la que cualquier estudiante de cine sigue soñando, o ese trabajo casi de taxidermista de la sociedad estadounidense que fue “El cuarto mandamiento”, se puede permitir lujos como, y este fue el caso de Orson Welles, aceptar una obsesión de Charlton Heston, quien se empeñó en que fuera él y no otro quien se hiciera cargo de este proyecto, aunque en realidad el actor fuera víctima de un malentendido: Welles llegó al rodaje como actor y en una inenarrable cadena de equívocos alimentados por unos y otros terminó por hacerse con la dirección de la película. Ya nadie sabe qué hay de leyenda y qué de realidad en “Sed de mal”, de cuyo primer guión original sabemos que Orson Welles lo mandó a la papelera para rehacerlo de arriba abajo. Sórdida historia de sombras y corrupción, de mentiras y simulaciones, “Sed de mal” es uno de esos ejemplos de película permanentemente en construcción.
Uno de los grandes títulos de la filmografía de Orson Welles. Este hombre genial, que deslumbró con su talento multifacético, tuvo siempre muy mermadas sus posibilidades de dirigir. Tras Ciudadano Kane se labró una fama de director difícil, por lo que saber cuándo iba a acometer un nuevo proyecto era todo un misterio: pocos estudios se arriesgaban a darle la oportunidad, y a veces Welles se las debía arreglar para convertir tramas más o menos mediocres en películas que trascendendían sus estrechos márgenes para así convertirse en cine con mayúsculas. Fue el caso de Sed de mal, adaptación libre de Welles de "Badge of Evil", novela negra de Whit Masterson. La revista cinéfila "Cahiers du cinéma" la definió como "la mejor película de serie B que jamás se haya hecho".
Prox 41 - Sed de mal (Orson Welles)
http://www.radiopolis.org/escuchanos.html
http://www.ivoox.com/conversacines41-sed-mal-orson-welles_md_688901_1.mp3
domingo, 5 de junio de 2011
Subida al Camorro Alto,Antequera
LA LEYENDA LA PEÑA DE LOS ENAMORADOS
Era Antequera límite fronterizo de la España cristiana con la morisca. Un joven cristiano, Tello, cae prisionero en una localidad próxima. La hija del mandatario moro de esta localidad, Tagzona, va por curiosidad a los calabozos en los que se encuentra con Tello. Ambos, de una sola mirada casi única, caen enamorados y deciden marcharse, ya que por aquellos siglos, no se les permitía contraer matrimonio a parejas de distintas creencias.
Aunque escapan de la cárcel, son descubiertos por los guardias que, con el padre de Tagzona al frente, salen a su captura. El desafío se va difuminando, los moros se acercan y no saben qué hacer. Llegan a un peñón en las entradas de la ciudad de Antequera, decidiendo subir por él. Ya en todo lo alto, los arqueros del padre moro apuntan a los jóvenes. Ambos se miran, se cogen de la mano, y se colocan al filo de la cima. No tenían escapatoria: rendirse y ser capturados y separados. Pero no, Tello y Tagzona, unidos por sus manos, vuelven a mirarse fijamente y se abrazan fuertemente saltando al vacío.
Esto es una prueba clara de que el amor no tiene límites, ni los de las creencias ni las imposiciones de los padres y a su vez es una historia muy triste, de que por la intolerancia de algunas personas se cree sufrimiento o que no se haya tenido en cuenta el amor verdadero o el poder del amor en un caso de desesperación y amargura.
El perfil de la Peña de los enamorados nos recuerda la cara o rostro de un indio tumbado y es algo digno de admirar mientras circulamos por la carretera y un claro ejemplo de que estamos muy cerca de Antequera.
Voy a contarte un cuento
De amor y de desventura
Que es como un lamento
Un sueño de locura
Según cuenta la leyenda
dos amantes perseguidos
No quisieron ser cautivos
Y al subir a la montaña
Al fin quedaron rendidos
En lo alto de la peña
A punto de ser prendidos
Sin tenr otro camino
Se abrazaron al vacio
Huyendo de su destino
A la sombra de la peña
Como dos enamorados
la morilla y el cristiano
duermen juntos en el rio
bajo el cielo antequerano
viernes, 3 de junio de 2011
jueves, 2 de junio de 2011
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