Eme soy

sábado, 18 de septiembre de 2010

Dublineses

1 comentario:

  1. Dublineses, los muertos

    El legendario John Huston se despidió del cine con una obra a la altura de su leyenda. Una película de extrema sencillez pero de compleja ambigüedad donde el realizador de “El Halcón Maltés” tiene la oportunidad de redimirse y de hacer una reflexión sobre los recuerdos del pasado que cada uno de nosotros tenemos impresos.

    La película de Huston está basada en un relato corto de James Joyce en su obra “Dublineses”, donde un grupo de aristócratas irlandeses se reúnen en una mansión para celebrar la Nochebuena. Pero uno de los invitados, una mujer resulta que acaba por recordar con la velada y con el canto de una de las anfitrionas unos oscuros y amargos recuerdos del pasado que la persiguen y que son imposibles olvidarlos.


    Es muy probable que muchos de sus actores no nos suenen, pero todos ellos están soberbios, con marcados rasgos y de distinta personalidad cada uno. La ambientación y fotografía merecen un punto aparte, pues de ahí reside el mayor encanto del film.

    Su primera hora nos sumerge en la fiesta de Navidad con un alto grado de interés, donde somos testigos de habladurías, gustos y deseos de todos los implicados. Su línea argumental se hace muy agradable de seguir, sin decaer en ningún momento.

    Ya en sus últimos veinte minutos, el personaje de una fantastica, grande Angelica Huston recuerda los fantasmas de su pasado de los que no se puede desquitar, donde hay cabida para una profunda y vigorosa reflexión sobre el amor y la vida.

    El legado de Huston es una cinta de lo más sencilla, pero con todos sus aspectos técnicos cuidados hasta el más mínimo detalle, algo notorio en su encomiable ambientación y en su extremo y voraz mensaje.

    Huston, de sangre irlandesa adquiriría con el paso del tiempo la nacionalidad.

    John Huston contó en su última película con la complicidad interpretativa de su hija Anjelica y de otro hijo, Tony, en el guión, para llevar a cabo el proyecto de adaptar un relato del escritor irlandés James Joyce, "The Dead" dentro de su colección de cuentos "Dubliners", mosaico social y satírico que acabaría conformando esa gran odisea de las letras irlandesas, el "Ulises". Huston que llevaba más de treinta años con la idea rondándole por la cabeza se decidió, en un estado grave de su salud ya muy avanzado, llevar a cabo la difícil empresa de poner a Joyce en el punto de mira del celuloide.

    Los últimos veinte minutos finales de esta obra maestra son un réquiem a la reflexión. Las voces lejanas pero en una misma habitación entre Gretta y Gabriel nos dan a concluir que la fiesta ha terminado y que los fríos copos de nieve barren el tiempo, se llevan a vidas pasadas y esperan el envejecimiento de otras. La muerte, ante la alegría y la felicidad de celebrar una cena tradicional, no se presenta como un hecho brusco sinó como un mero acto de reflexión. El director de clásicos como "El Halcón Maltés"; "El Tesoro de Sierra Madre"; "La Reina de África" y "El Honor de los Prizzi" sabía muy bien lo que hacía puesto que estaba dirigiendo su propio testamento.

    Debo confesar que no sería una pelicula que escogeria para pasar un buen rato, como para mi es una tarde de cine…, me ha resultado una pelicula muy lenta y densa.

    Tratar el tema de la muerte siempre produce raras sensaciones y en nuestra cultura muy mitificada, donde va el alma después de la muerte al cielo o al infierno?????
    Es el mundo en el que vivimos el purgatorio o el infierno????

    Honrar a nuestros muertos ¿??.., o Honrar a nuestros vivos ¿?

    Somos materia viva de millones y millones de atomos que cuando nuestro cuerpo se desintegra después de morir se volatilizan y siguen estando ahí…, por tanto hemos muerto ¿??.., o seguimos vivos ¿?. Controvertidas reflexiones.


    Un saludo.

    Eme soy

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