APADRINE UN NIÑO ESPAÑOL
La moda en Noruega: apadrinar a niños pobres españoles como Desiree
La moda en Noruega: apadrinar a niños pobres españoles como Desiree
Es el lema que circula por Europa. Hace décadas pasó con Biafra, después en
Sudamérica, India... Hoy lo hace Noruega con niños españoles. A Desiree, de 4
años, ya la apadrina desde Oslo Sunniva, de 10. Le envía 400 € cada mes. Hay
más casos
Pensaba usted que, como antes veía en folletos de ONG con niños latinoamericanos o aquellos africanos de Biafra, sus hijos serían adoptados, que vivirían gracias al apadrinamiento de extranjeros? Y Azucena Paredes, 30 años, madrileña, madre de Desiree y de dos pequeños más, que subsiste gracias a la ayuda de 400 euros de una familia noruega, hace mutis antes de contestar. «Nunca lo habría imaginado hace un año, pero es así. Esa es mi situación. Lastimosamente».
La realidad, a secas. «La española Desiree, 4 años, es adoptada por la noruega Sunniva, 10». Lo publicó el periódico noruego VG, [24 de junio de 2012]. No hay eufemismos. La pequeña Sunniva, iris que encandilan, pelo rubio oscuro, decidió apadrinar a Desiree, pelo negro ensortijado, y a su familia española desahuciada. Y el de la hija de Azucena es el primer caso, mas no el único.
Decenas de noruegos están ya contribuyendo económicamente para sostener a nuestras familias atrapadas en la gran crisis. De apadrinar a niños en medio mundo, los ricos españoles hemos pasado a ver a los nuestros apadrinados desde la propia Europa. El reclamo de solidaridad con nuestros niños de la crisis ha calado hondo en los civilizados europeos del Norte... A miles de kilómetros de distancia de aquellas frías tierras, el chiquitín gaditano Ulises espera una llamada. Él; su abuela Sonia Sabastro, 45 años; su tío Luis (13)... aguardan a una familia noruega que ha prometido ayudarles también. Con ansia. Porque Sonia, la única con empleo, no cobra su sueldo como barrendera del ayuntamiento quebrado deLa Línea.
Espera esa llamada/ayuda, por la caridad que España no le da.
Pensaba usted que, como antes veía en folletos de ONG con niños latinoamericanos o aquellos africanos de Biafra, sus hijos serían adoptados, que vivirían gracias al apadrinamiento de extranjeros? Y Azucena Paredes, 30 años, madrileña, madre de Desiree y de dos pequeños más, que subsiste gracias a la ayuda de 400 euros de una familia noruega, hace mutis antes de contestar. «Nunca lo habría imaginado hace un año, pero es así. Esa es mi situación. Lastimosamente».
La realidad, a secas. «La española Desiree, 4 años, es adoptada por la noruega Sunniva, 10». Lo publicó el periódico noruego VG, [24 de junio de 2012]. No hay eufemismos. La pequeña Sunniva, iris que encandilan, pelo rubio oscuro, decidió apadrinar a Desiree, pelo negro ensortijado, y a su familia española desahuciada. Y el de la hija de Azucena es el primer caso, mas no el único.
Decenas de noruegos están ya contribuyendo económicamente para sostener a nuestras familias atrapadas en la gran crisis. De apadrinar a niños en medio mundo, los ricos españoles hemos pasado a ver a los nuestros apadrinados desde la propia Europa. El reclamo de solidaridad con nuestros niños de la crisis ha calado hondo en los civilizados europeos del Norte... A miles de kilómetros de distancia de aquellas frías tierras, el chiquitín gaditano Ulises espera una llamada. Él; su abuela Sonia Sabastro, 45 años; su tío Luis (13)... aguardan a una familia noruega que ha prometido ayudarles también. Con ansia. Porque Sonia, la única con empleo, no cobra su sueldo como barrendera del ayuntamiento quebrado de
DECENAS DE NORUEGOS ESTÁN YA CONTRIBUYENDO ECONÓMICAMENTE PARA SOSTENER A FAMILIAS ESPAÑOLAS
¿Cómo se dieron cuenta los ciudadanos de ese país nórdico de lo
que sucedía por aquí? ¿Cómo se conmovieron así? Fue por un reportaje de Hege
Moe Eriksen, para la cadena pública Norsk Rikskringkasting, NRK [noviembre de
2011]. Millones de noruegos fueron testigos de cómo echaban a la familia de
Desiree del piso donde habían vivido durante dos décadas. Y los ojos/niños de
Sunniva no entendían lo que veían. Estaba en su casa, de la idílica zona
residencial de Norberg, Oslo, frente a la televisión, con su abuela Lise
acompañándole. «Vamos a ayudarles», suplicó Sunniva, con sus 10 añitos. Lise ya
lo había pensado, pero la carilla -medio sorpresa, medio pena- de su nieta le
convenció.
«No comprendíamos nada. Cómo el propio gobierno [era una vivienda pública] le quitaba su apartamento a Azucena», cuenta Lise a Crónica desde la capital noruega. «Veía cómo la propia policía los echaba. Los juguetes de los niños, sus camas...». Llamaron a la televisión. Los teléfonos de
La situación es aún más terrible para la familia del andaluz Ulises. Lo explica Sonia, su abuela, sollozando. Su caso lo leyeron los noruegos y les resultó -otra vez- incomprensible. Lleva 10 meses sin cobrar su nómina de 1.300 euros. Una fortuna. Trabaja gratis para no dejar las calles de su pueblo plenas de desperdicios. Ella y 850 empleados públicos de
EL APADRINAMIENTO NACIÓ AQUÍ, EN 1936, CON ESTA SUPLICA DE UN PADRE: «QUIEN HALLE A MI HIJO, LE RUEGO CUIDE DE ÉL»
Su tragedia se pudo leer en la patria del rey Harald V. Una pareja
ofreció su ayuda a través del periodista Jon Magnus, quién escribió su historia.
«Lamentablemente, uno de ellos sufrió un ataque al corazón justo cuando iban a
ponerse en contacto con ella. Pero prometieron que lo harían apenas se
recuperen», dice Magnus a Crónica. Mientras tanto, aparte de las horas que
Sonia pasa limpiando calles, tiene que dedicarse al contrabando de tabaco para
sobrevivir. «Y en Navidad, para darle regalos a mi nieto y mi hijo, tuve que ir
a una radio donde los regalaban. Vivo de la caridad».
Son decenas de familias noruegas que están ayudando. «España es un país amigo», explica Lise las razones de esta solidaridad. «Para nosotros es un segundo hogar, nuestros jubilados suelen decidir vivir allí», completa Magnus, veterano redactor del tabloide VG. Lo cierto es que unos 100.000 noruegos poseen una vivienda en territorio español. Aunque la mayoría no reside permanentemente, más de medio millón vienen por aquí cada año. Las donaciones de organizaciones de ese país a comedores se suceden, jubilados en Andalucía y Valencia enseñan su idioma gratis a parados, clubes sociales noruegos financian viajes a equipos de fútbol infantiles...
Aún así, la iniciativa noruega de adopción no es única.La Gran Asociación de
Beneficencia Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia también ha lanzado
una iniciativa para que españoles apadrinen a españoles. Una veintena de
personas reciben 300 euros de donación mensual gracias a esta iniciativa. Los
perfiles: «Madre divorciada con cuatro hijos, alquiler de 434 euros, nómina de
410». «Mujer con dos chicos que gana 280 euros». Lista de espera interminable.
Son decenas de familias noruegas que están ayudando. «España es un país amigo», explica Lise las razones de esta solidaridad. «Para nosotros es un segundo hogar, nuestros jubilados suelen decidir vivir allí», completa Magnus, veterano redactor del tabloide VG. Lo cierto es que unos 100.000 noruegos poseen una vivienda en territorio español. Aunque la mayoría no reside permanentemente, más de medio millón vienen por aquí cada año. Las donaciones de organizaciones de ese país a comedores se suceden, jubilados en Andalucía y Valencia enseñan su idioma gratis a parados, clubes sociales noruegos financian viajes a equipos de fútbol infantiles...
Aún así, la iniciativa noruega de adopción no es única.
SUNNIVA CONOCIÓ A DESIREE EN JUNIO. SE REUNIERON EN EL PISO QUE SU FAMILIA MADRILEÑA HA «OKUPADO»
A mediados de junio, Sunniva conoció a su hermana adoptiva Desiree. Se juntaron dos realidades. De un lado, la pequeña noruega, hija de padre médico y madre enfermera, que viene de uno de los países con mayor renta per capita del mundo. De otro, Desiree, de un hogar cuyos únicos ingresos son los de su abuela, cocinera, 600 euros, de baja. La mujer, Azucena, luchadora, busca a diario un trabajo en lo suyo: «Dependienta, teleoperadora... Lo que sea». Pero, como otros cinco millones de españoles, no escapa del paro. El encuentro fue el de dos familias. Escaleras arriba en la calle Roquetas del Mar, Madrid, un modesto salón los acogió a todos. «Ni Sunniva hablaba español, ni Desiree noruego, pero se entendieron», cuenta Lise, abuela orgullosa. ¿Quizás por el lenguaje universal del amor? «Por supuesto».
Cabe recordar que es como una vuelta de ciclo. El apadrinamiento nace en España. Con
«NI ELLA HABLABA ESPAÑOL, NI DESIREE NORUEGO, PERO SE ENTENDIERON», CUENTA ORGULLOSA LISE, SU ABUELA
En el informe que acaba de presentar Unicef:
Infancia en España, el impacto de la crisis en los niños, se muestra la
magnitud del problema. «Casi 1,2 millones de niños viven en hogares con pobreza
alta». Cuyos ingresos son menores del 40% de la media nacional. Unos 900 euros
al mes en una familia de cuatro miembros, dos adultos y dos niños, 360.000 más
que dos años atrás. Y, según refiere Paloma Escudero, directora ejecutiva de
esta entidad, a este suplemento: «Por primera vez los niños son los más desprotegidos».
Por lo pronto, la familia de Desiree de seis integrantes subsiste con 1.000
euros al mes. De no ser por sus blondos ángeles nórdicos, vivirían sólo con 600
(técnicamente, pobreza extrema). Según cálculos extraoficiales, no menos de
300.000 menores viven en hogares que sólo tienen esos ingresos.
«En España el hambre alcanza ya a los niños», es la frase lapidaria del padre Ángel, fundador de Mensajeros dela
Paz. Lo advierte desde hace meses. Su organización caritativa
ha inaugurado el primer comedor social sólo para niños [el 96% de ellos nacidos
en España]. «Porque tras la comida, muchos pequeños no cenaban. Hoy que
amenazan con quitar las ayudas de comedor, no sé que va a pasar», afirma
preocupado. «No es la primera vez que pasa que necesitamos ayuda para comer,
hace 40 años, recibíamos leche en polvo y queso de EEUU. Ahora ya hemos pedido
al extranjero...».
Es tiempo de reparar no en cifras macroeconómicas, ni en primas de riesgo, menos en políticos titubeantes. Es en estos niños que sufren por la carencia de alimentos, viven al límite. Ellos sí que necesitan un rescate. Por cierto, la bella historia de hermandad entre Desiree y Sunniva se ha sellado con un níveo oso de peluche. Angelical.
«En España el hambre alcanza ya a los niños», es la frase lapidaria del padre Ángel, fundador de Mensajeros de
Es tiempo de reparar no en cifras macroeconómicas, ni en primas de riesgo, menos en políticos titubeantes. Es en estos niños que sufren por la carencia de alimentos, viven al límite. Ellos sí que necesitan un rescate. Por cierto, la bella historia de hermandad entre Desiree y Sunniva se ha sellado con un níveo oso de peluche. Angelical.
Y Grecia da en adopción a sus hijos
Muchos griegos sólo ven una salida para la supervivencia de sus hijos: dejarlos
a alguna institución social. La crisis ha provocado un aumento del 300% de
abandono infantil en un país donde el 27,7% de la población vive bajo el umbral
de la pobreza. «Cada vez vienen más a pedirnos que nos hagamos cargo de sus
hijos», dice a Crónica Stergios Sifnious, responsable de Aldeas Infantiles SOS
en Grecia. «Lamayoría sonmadres solteras o familias que tienen más de tres
hijos. Gente de la antigua clase media. Nos dicen que ahora son muy pobres y no
pueden alimentar a los niños», señala. La peor parte se la llevan los pequeños:
«No se hacen a la idea de que sus padres les quieran dejar en otro lugar por no
tener dinero», lamenta. / HÉCTOR ESTEPA (Atenas)
EL MUNDO / DOMINGO / 5
/ AGOSTO / 2012
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