Niño Becerra: "Alemania no está
construyendo un imperio, está reconstruyendo Prusia"
Reconstruyen "la cuna del Imperio que ya tuvieron y que
ahora han vuelto a tener"
El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón
Llull, Santiago Niño Becerra, ha dedicado su artículo de hoy deLa Carta de la Bolsa a comentar algunas impresiones que se
ha llevado después de realizar un viaje a Alemania.
El
economista comienza el texto reafirmando que Alemania ha conseguido que todo el
mundo piense que lo que el país hace tiene una calidad muy elevada y eso es
algo indiscutible, vamos, que a nadie se le ocurre cuestionarlo.
"Absolutamente a nadie: lo alemán es bueno, funciona bien, y está hecho de
la mejor manera posible. Lo que no está nada mal como imagen", destaca.
Al mismo
tiempo, el experto opina que en Alemania, si se observa a sus ciudadanos, se
percibe el bienestar: pero eso sí, ese bienestar lo 'disfruta' el aleman medio,
"el que todo el mundo tiene en la cabeza" porque "los once millones
de desempleados y subempleados es otra historia".
En profundidad
- Santiago Niño Becerra
- Economista
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- "Paseando por sus calles y plazas también se observan obras: por doquier; algunas carísimas, como reconstruir un palacio partiendo ... ¡de cero!. Da igual donde se mire: todo son obras, obras, obras", asegura el experto, para añadir a continuación: "Alguien me decía: 'Están construyendo un imperio', pienso que no: están reconstruyendo Prusia: la cuna del Imperio que ya tuvieron y que ahora han vuelto a tener, y, claro, falta el entorno: el sustrato de esta gloria que ya fue aquella".
Y es que claro, según señala Niño Becerra en su artículo, los alemanes
pagaron un precio y a día de hoy lo siguen pagando, ya que "las cicatrices
de la guerra son visibles por doquier: junto a grandes y emblemáticos edificios
de finales del XIX o de principios del XX, rehabilitados, evidentemente, y muy
bien rehabilitados de modo que lucen en todo su antiguo esplendor (aunque, a
veces, se aprecian las muescas que la metralla dejó en sus piedras y que la
rehabilitación ha cubierto per no ha hecho desaparecer), conviven monstruos de
acero y cristal de segura funcionalidad pero, entiendo, de dudosísima
estética".
¿Debe Alemania consumir más?
El
Catedrático recuerda además que en la actualidad hay muchas voces que dicen que
Alemania debería consumir más, sin embargo, considera que es algo
"imposible". Esto es así porque, en primer lugar se nota que gran
parte de la ciudadanía necesita poco más de lo que ya tiene". En segundo
lugar, "porque se observa que esta es una gente que mira lo que
compra". En tercer lugar, porque, "más que el pavor a la inflación,
pienso que son los recuerdos de la postguerra lo que racionaliza su
gasto". Y en cuarto y último lugar, porque "su mentalidad es
luterana, es decir, morigerada".
Tras
esta puntualización, el economista narra también una de sus experiencias en la
sección de alimentación de los grandes almacenes Ka-De-We. "En mi ojeada
al lugar fui a ver en aquello que el Reino de España es fuerte, fuerte de
verdad: vinos y cavas. De lo
primero España tenía tres estanterías: una de 'vinos españoles' y dos de
'Rioja'; de eso mismo, Italia tenía seis estanterías", explica, para
agregar a renglón seguido que "con los cavas sucedía algo parecido, pero
peor: dos exiguos estantes de una estantería y ocho estanterías completas con
otros expositores dispuestos por la sección para el champagne".
"Eso
que vi me sulfuró mucho, muchísimo, y lo peor es que, pienso, España produce
vinos infinitamente mejores de los que estaban es esas estanterías y, sin
desmerecer a nadie, mejores que los italianos que allí se exponían; a la vez
España produce cavas mejores que los allí expuestos y mejores que bastantes
champagnes allí exhibidos" declara Niño Becerra, quien se pregunta ¿es la
culpa de esos almacenes berlineses? "En-ab-so-lu-to, pienso que lo es de
como se hacen aquí las cosas. ¡Y eso que en eso somos muy buenos!"
sentencia el experto.
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